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Bread&Buter: cinco años en zig zag

S. Riera

25 ago 2014 - 13:21

 

Bread&Butter ha vuelto a sembrar la incertidumbre en el salón tras dar plantón a Barcelona por segunda vez. La feria alemana de moda urbana corrige de nuevo sobre la marcha una decisión que, en pocos días, ha pasado de ser clave para su desarrollo a ser rotundamente errática. En los últimos cinco años, la dirección del certamen ha confundido a expositores y visitantes con movimientos similares, como fueron dar un giro hacia lo formal, dificultar el acceso a los no compradores o abrirse al consumidor final, entre otras.

 

Las expectativas de Bread&Butter en Barcelona eran buenas. El presidente del evento, Karl Heinz Müller, justificó el traslado de la edición de invierno a la capital catalana con el aval de los principales operadores del segmento de la moda urbana, quienes le habían dado su visto bueno. En su regreso a España, Müller incluso estimó que incrementarían un 40% en número de expositores.

 

Un mes después de aquellas declaraciones, que el empresario alemán realizó ante el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el director general de Fira de Barcelona, Agustín Cordón, el escenario ha dado un vuelco de 180 grados. Müller se escuda de nuevo en “quienes toman las decisiones en nuestro sector” para dar argumentos al viraje. Según el presidente de Bread&Butter, “la mayoría de los expositores tienen como prioridad el saneado y fiable mercado alemán”.

 

Es la segunda vez que el salón abandona a Barcelona de manera precipitada. En julio de 2008, el anuncio de Müller sobre el regreso a Berlín cogió por sorpresa al consistorio y a Fira de Barcelona, que improvisaron la creación de un nuevo certamen para compensar la marcha de un gigante del sector, que entonces reunía en la ciudad catalana a casi un millar de marcas y cerca de los 100.000 visitantes. De nuevo, Bread&Butter deja la ciudad con promesas de “quizás como evento adicional al de Berlín” o “quizás un evento de verano”.

 

Por otro lado, la cancelación de la edición en Barcelona viene precedida de otro giro polémico: la apertura de la feria al público final. En diciembre de 2013, Bread&Butter anunció que en la cita de julio abriría las puertas del certamen a los consumidores y alargaría dos días más la celebración del evento para darles cabida. La decisión, que en un principio contaba con el apoyo de los líderes del sector, acabo en nada tras la negativa del grueso de los expositores del certamen.

 

Los anuncios de Barcelona y de dar acceso al consumidor final han sido los fiascos de mayores dimensiones de cinco años redefiniendo el certamen, que en Berlín pierde peso e influencia. La cita de la moda urbana en la capital alemana ha estabilizado la cifra de expositores entre 550 y 600 empresas, y ha perdido a Wrangler, Lee, Guess, Diesel, Hilfiguer Denim y Replay. Otras compañías clave en el sector, como Levi’s, acude sólo con su línea vintage, y Calvin Klein, con la de calzado.

 

Para compensar la marcha de los grandes grupos, Bread&Butter ha forzado un nuevo camino hacia un estilo más formal. En los últimos años, la feria puso fin a sus áreas más emblemáticas, Denim y Sport, para potenciar Urban y L.O.C.K. A pesar de esta nueva trayectoria, el salón tampoco ha llevado a cabo todos los cambios anunciados. En 2013, Müller también aseguró que Bread&Butter contaría con un segmento dedicado a las colecciones de moda femenina, que nunca acabó de concretarse. Tampoco se puso en marcha el nuevo espacio Design&Agency, para marcas de pequeño tamaño y diseñadores, previsto para julio de 2014.

 

En este periodo, la feria también ha tomado otras decisiones desconcertantes, como instalar un filtro más estricto en el acceso de los visitantes. Bread&Butter, que en su regreso a Berlín dejó de dar cifras sobre la afluencia de público, optó por vetar a la gran distribución y cobrar 500 euros al público que no era comprador. El salón tuvo que dar de nuevo marcha atrás en su decisión, después de registrar un fuerte descenso en el número de asistentes y protagonizar “escenas desagradables”, tal y como las definió el mismo Müller, por el pago de los 500 euros.

 

Entre Premium y Pitti Uomo

 

Bread&Butter trata de crecer en un escenario ferial en el que topa con otros dos grandes eventos de la moda. En Berlín, y en el mismo marco de la semana de la moda, se celebra Premium, un certamen dedicado al segmento medio alto del mercado, que atrae un millar de marcas en cada edición. Premium, que ganó peso mientras Bread&Butter estuvo en Barcelona, es en la actualidad el mayor evento de moda que se celebra en la capital alemana.

 

Por otro lado, Pitti Uomo, también con un millar de expositores, domina con comodidad la moda masculina en Europa y, en particular, en los países del sur. La feria italiana, que además abre el calendario ferial, ha sido siempre el certamen de referencia de Bread&Butter, que ha querido explotar el segmento menos representado en el evento florentino.