Opinión

Las verdades del barquero

Modaes

22 ene 2017

 

Jeb Bush iba a ganar las primarias. Hilary Clinton iba a ganar las elecciones. El referéndum iba a ser negativo al Brexit. Macy’s sería siempre el tótem del retail igual que Blanco sería la marca de los adolescentes.

 

Donald Trump es hoy el flamante presidente de Estados Unidos. Theresa May prepara un Brexit duro. Amazon ha batido a Macy’s como el primer distribuidor de moda en el país y Blanco se prepara para bajar definitivamente la persiana.

 

En un escenario de incertidumbre y de ciclos cada vez más cortos, nada puede darse por sentado. Ni por llevar décadas liderando un sector, ni por tener determinada tradición familiar, ni por ser la opción lógica o razonable en el status quo. En un sector como la moda, efímero por definición y en el que los ritmos se han acelerado en los últimos años, confiarse es el paso previo a morir.

 

Fundada en 1960 por Bernardo Blanco Solana, Blanco creció como la espuma en la década de los noventa gracias a un producto que supo conectar con unas consumidoras jóvenes que hacían cola frente a las tiendas. Con la llegada del nuevo milenio, el grupo ya se había convertido en una cadena de referencia en el país. La empresa esquivó la crisis y redobló su expansión: nuevas líneas, nuevos países, decenas de aperturas. Sólo un año después, la empresa entraba en concurso y ahora se prepara para cerrar la persiana definitivamente. 

 

En Hakei, todo sobre el papel invitaba a pensar en una nueva cadena de éxito surgida en el seno de la familia Bilbao, fundadora de Fosco y Merkal Calzados. Hakei también creció con tiendas y se instaló por toda la Península con la intención de replicar el éxito de sus dos hermanas del calzado. La semana pasada, Hakei entró en liquidación después de fracasar en la búsqueda de un comprador.

 

C&A puso la puntilla a una semana negra. La compañía holandesa, uno de los gigantes mundiales de la distribución de moda, anunció 23 cierres y 300 despidos en España, ahogado por la dura competencia y por unas ventas que no logran remontar.

 

Nadie es invencible. Con la moda no vale aquello de “visto uno, vistos todos”: ser el líder hoy, no garantiza serlo mañana, serlo en un mercado no garantiza conquistar el mundo y haberlo hecho bien antes no garantiza tener la clave para poder volverlo a repetir. En moda, como en periodismo, cada día se empieza de cero. Permanezcan despiertos: el barquero que se hunde es el que deja de remar. 

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Si Modaes es información rigurosa e independiente, On the record es opinión. Modaes expresa a través de este blog su posicionamiento sobre los asuntos más candentes del negocio de la moda y plantea debates sobre las polémicas que se declaran en el sector.