Opinión

Los nuevos orígenes del ‘sourcing’ de la moda

Gabriel Farías

2 ene 2018

Los nuevos orígenes del ‘sourcing’ de la moda

 

 

En las últimas décadas, la acción predeterminada y repetida de los compradores de indumentaria, que enfrentaban erosión de márgenes y aumentos de los precios de compra, ha sido cambiar el posicionamiento de sus órdenes de compra a países donde los costos de abastecimiento eran más bajos.  En la industria se ha denominado a este proceso como “la próxima parada de la caravana del abastecimiento”.

 

Esa búsqueda está más activa que nunca pero nuevas dinámicas y desafíos han entrado en juego. Algunos países tradicionales de bajo costo han ido perdiendo su atractivo, mientras que los ejecutivos de compras internacionales están mostrando un marcado interés en los nuevos orígenes de producción como Myanmar y Etiopía.

 

Además, con las firmas de indumentaria presionadas para aumentar su agilidad y velocidad de llegada al mercado, existe también un renovado foco en el abastecimiento en cercanía y la relocalización. Estos otros factores distintos al precio, incluyendo la colaboración estratégica con proveedores y la gestión de los procesos de punta a punta de la cadena de abastecimiento, se están volviendo cada vez más importantes para los ejecutivos del sourcing y el aprovisionamiento de la moda.

 

 

 

 

¿Hacia dónde va el sourcing de la moda?

Es muy claro que la mayoría de los ejecutivos responsables del abastecimiento de la moda ha planificado sus compras y sus producciones con el objetivo compartido de reducir el porcentaje de suministro desde China. Encuestas de McKinsey y el informe de la misma consultora que estamos analizando (The apparel sourcing caravan’s next stop: Digitization) muestran que estos planes se están materializando a través de un cambio marcado y constante entre los diferentes orígenes de aprovisionamiento.

 

¿Ha pasado el apogeo de China?

La preponderancia de China como un país de abastecimiento a bajo costo ha pasado debido a una mayor demanda del mercado doméstico y a una reducción de la mano de obra disponible por el envejecimiento de la población y el cambio a empleos de mayor prestigio. Sin embargo, incluso a medida que la capacidad de exportación china está cada vez bajo una mayor presión, este país sigue siendo indispensable y particularmente insustituible en algunos productos determinados.

 

Por un lado, el tamaño enorme de su sector manufacturero textil hace que China continúe siendo el actor dominante actualmente y lo será por algunos años más. Por otra parte, las iniciativas del gobierno chino, incluyendo One Belt-One Road y Made in China 2025, ayudarán a modernizar el sector y mantener su relevancia mundial.

 

 

 

 

One Belt–One Road está recibiendo inversiones en infraestructura por valor de dos billones de dólares y brindará a los fabricantes de indumentaria chinos la oportunidad de mantener su preponderancia dentro del sector manufacturero; por ejemplo, a través de los nuevos enlaces ferroviarios que reducirán significativamente los tiempos de transporte a Europa y aumentarán el acceso de China a los crecientes mercados de consumo en África.

 

Made in China 2025 tiene entre otros objetivos, relacionados con que la industria china lidere la puja por lograr una mayor eficiencia con la adopción de la digitalización y la automatización. El concepto rector de esta estrategia es que la manufactura debe volverse más inteligente y confiar en la tecnología de internet, la nube informática y el big data para su desarrollo.

 

Por otra parte, a medida que los fabricantes de indumentaria chinos aceleren sus inversiones extranjeras en países del Sudeste Asiático y África, mejorarán incluso su rol en el aprovisionamiento de indumentaria mundial porque producirán a una mayor escala que superará su propio mercado interno.

 

 

 

 

Los nuevos protagonistas del sourcing y el aprovisionamiento de indumentaria.

Se espera que Bangladesh, Vietnam e India, a pesar de una desaceleración del crecimiento, continúen siendo preponderantes orígenes de abastecimiento en el futuro cercano. Mientras tanto, las paradas más recientes de la caravana del aprovisionamiento, Myanmar y Etiopía, están disfrutando de un gran interés por parte de los ejecutivos del sourcing de la moda. Etiopía en particular, está recibiendo importantes inversiones, desarrollos dinámicos y está en camino de convertirse en “la nueva gran alternativa”

 

El auge de Etiopía

En la última encuesta de McKinsey, les preguntaron a los principales ejecutivos de compra de indumentaria qué países esperaban que fueran los tres principales orígenes de abastecimiento en los próximos cinco años.

 

Si bien, Bangladesh retiene el primer lugar, seleccionado por casi la mitad de los encuestados (fue nombrada la zona de abastecimiento número uno por los pequeños y medianos actores, aunque perdió terreno ante los ojos de las grandes empresas) Etiopía ha saltado al segundo lugar, superando a Myanmar y a Vietnam.

 

Tanto los ejecutivos de las marcas pequeñas como los de las más relevantes a escala global ven al país africano como la gran alternativa futura, pero las firmas con más de mil millones de dólares en valor de aprovisionamiento anual son especialmente positivas y ya clasifican a Etiopía como el país más atractivo para sus oportunidades de aprovisionamiento. Por ello, muchas de estas grandes empresas se han comprometido a colaborar para construir una industria de indumentaria sustentable en Etiopía y de esa forma evitar los errores cometidos en el pasado en otros países de bajo costo.

 

 

 

 

Etiopía es la principal zona emergente, dando inicio al avance de África como un centro importante de producción de indumentaria.

Este país es actualmente la ubicación africana más dinámica para el abastecimiento de indumentaria; ningún otro país en el continente es percibido de la misma manera.  Aunque, es cierto que las exportaciones de prendas de Etiopía todavía son pequeñas en términos absolutos, el gobierno del país ha establecido una visión audaz y ha desarrollado diversas políticas para apoyar la expansión de esta industria intensiva en mano de obra.

 

El último y emblemático proyecto es el del Parque Industrial Hawassa, que ya alberga fábricas de prendas que abastecen a algunas de las marcas mundiales más relevantes y reconocidas. La primera fase del parque, que abrió en 2017, contiene 37 modernas instalaciones productivas que cubren 100 hectáreas. Hawassa apunta a alcanzar 1.000 millones de dólares en exportaciones y 60.000 empleados para finales del año 2018. Gran parte de la inversión proviene de China.

 

En general, Etiopía atrajo inversiones extranjeras por 1.200 millones de dólares en los primeros seis meses del año fiscal 2016, mayormente de empresas chinas, la mitad de las cuales tienen licencias para fabricación de productos textiles y de indumentaria.

 

¡Esperamos que la industria de la moda se siga desarrollando en Etiopía y aporte valor al país y a sus ciudadanos!

Gabriel Farías

Gabriel Farías

Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.comes un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.