Opinión

La calidad de la moda

Gabriel Farías

11 sep 2018

La calidad de la moda

 

 

“En un entorno en el que las marcas y los minoristas se sienten atrapados por la demanda constante de mejores precios, por los rápidos cambios en el gusto de los clientes y por la necesidad de generar más estilos, opciones casi inagotables, las empresas de la moda están lidiando con la necesidad de desarrollar los productos rápidamente, enviarlos al mercado de la misma forma y además, cumplir con el desafío histórico de mejorar las comunicaciones comerciales”.


Así comienza el exhaustivo reporte The State of Quality Inspections in the Global Supply Chain 2018 By Sourcing Journal & Inspectorio que analiza cómo la calidad de la indumentaria, calzado y accesorios de moda se ve afectada en muchos aspectos por la dinámica actual del retail.

 

En la encuesta propiciada por este informe, un profesional de la industria expresa que “a medida que la industria se focaliza más en la velocidad, el resultado es un fracaso tanto para la marca como para el consumidor en términos de calidad. La pronto moda y la rápida llegada al mercado han ido generando un estándar más bajo de calidad y los consumidores lo notan. Comprar se puede volver algo frustrante cuando el cliente percibe que los tejidos son de mala calidad y los procesos de costura y fabricación son defectuosos”.

 

 

 

 

La calidad en el suministro global de la moda

Sean Cormier, profesor adjunto y director del Departamento de Desarrollo y Marketing Textil en el Fashion Institute of Technology, resumió la actual situación que enfrenta la industria: “El cliente se ha acostumbrado y quiere precios bajos. Demanda más tecnología, como por ejemplo tejidos resistentes a las arrugas, pero quiere gastar cada vez menos. Es difícil porque a la vez, Wall Street sigue exigiendo ciertos márgenes”.

 

En medio de estas demandas contrapuestas, las marcas y los minoristas son vulnerables a las reacciones negativas de los consumidores si se reduce la calidad. Esto crea “serios problemas” en las relaciones públicas cuando los casos llegan a los medios de comunicación masiva y a las redes sociales. Como resultado, la industria está en una carrera para hallar soluciones y sacar al control de calidad de la Edad Media. Como concluyó Cormier, “las buenas marcas no quieren estar asociadas a malas prácticas”.

 

Generadores de presión

Como en toda situación en la cual se ha detectado un problema, el próximo paso del proceso es establecer un diagnóstico claro y preciso. Una vez que se tiene el conocimiento exacto de la realidad a modificar, pasaremos a la fase de aplicar el tratamiento más adecuado.

 

 

 

 

Para clarificar la situación que nos ocupa, en los próximos artículos analizaremos a través del mencionado informe el estado general de los controles de calidad. Profundizaremos en la actualidad de todos y de cada uno de los generadores de presión sobre el producto y las propias marcas de la moda: el precio, la velocidad de elaboración y entrega, la transparencia en la cadena de aprovisionamiento, el costo y la cualificación de la mano de obra y los propios procedimientos de las inspecciones de calidad.

 

Finalmente, para dar la solución más adecuada a los problemas detectados, se identificarán las áreas de la industria que necesitan innovación e inversión para mejorarlas y llevar la calidad y su control a otro nuevo nivel de optimización.

 

¿Qué es la calidad?

Tal vez esté concluyendo con la pregunta que debió ser el principio del artículo, pero creo sumamente necesario, como profesionales del sector, que nos replanteemos nuestros “conceptos aprendidos” y validemos su vigencia frente a la realidad actual de la industria y el sector.

 

 

 

 

En función de responder al interrogante planteado, concluyo referenciando la brillante conceptualización sobre calidad de Kaoru Ishikawa:

 

“Los objetivos de la calidad son la satisfacción de las necesidades del consumidor y la conformidad con las especificaciones del diseño.

 

Con el fin de ilustrar esta síntesis, Ishikawa diseñó El diagrama de las tres calidades.

El producto o servicio tiene un mayor grado de calidad a medida que las tres calidades -demandada, diseñada y realizada- son más concordantes.

 

Cuando no coinciden, las consecuencias son:

 

Si la calidad demandada no se diseña o no se realiza, se genera una insatisfacción del usuario.

 

Si la calidad diseñada no se realiza o no es la demandada, el coste es mayor y la calidad es insuficiente.

 

Si la calidad realizada no es la diseñada ni la demandada, aumenta el esfuerzo y la calidad es innecesaria o puede no llegar al nivel solicitado.

 

Espero que la calidad de este artículo haya estado a la altura de vuestras expectativas.

¡Aquí nos volveremos a encontrar en el próximo post!

Gabriel Farías

Gabriel Farías

Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.comes un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.