Look

Pierre Cardin: del teatro al prêt-à-porter

Pierre Cardin: del teatro al prêt-à-porter

Sarah García

12 ene 2012 - 05:00

Pierre Cardin se convertirá en la estrella de la próxima edición de la 080 Barcelona Fashion. El diseñador acudirá a la pasarela a desfilar e impartirá una clase magistral a alumnos de diseño como acto de cierre del evento.

 

Veneciano de nacimiento y francés de adopción, entró en el mundo de la moda por la puerta grande. El diseñador comenzó su carrera en 1945, trabajando para Elsa Schiaparelli. Ese mismo año conoció  a Jean Cocteau y a Christian Berard. Con ellos empezó a diseñar máscaras y vestuario para películas como La Belle et la Bête.

 

Un año después dejó su trabajo con Schiaparelli para trabajar con Christian Dior, que justo había abierto su casa de costura.

 

En 1950, Pierre Cardin fundó su propia compañía de diseño y confección de máscaras y vestuario para teatro. Tres años más tarde, abandonó el teatro y presentó su primera colección para mujer. Poco después, y pensando en una posible línea para hombre, Cardin empezó a diseñar corbatas de colores y camisas estampadas.

 

A finales de los 50 presentó su primera colección de prêt-à-porter para mujer y un año después, la primera de hombre. Una década más tarde, Cardin se estrenó en el negocio de las licencias con una línea de porcelana.

 

En su más de medio siglo de carrera, Cardin ha diversificado su compañía hasta la saciedad y ha presentado líneas de joyería, perfumes, cosmética, marroquinería y accesorios e incluso de muñecas. Él mismo afirma que cuenta con entre 500 y 600 licencias de productos a nivel mundial.

 

El diseñador ha tenido una relación fructífera con el mundo del arte. En 1970 abrió el primero Espace Pierre Cardin, en el que los visitantes podían encontrar un teatro, un restaurante, un cine y una sala de exposiciones. Además ha encabezado multitud de exposiciones, tanto de colecciones de alta costura como sobre su carrera.

 

Otro ámbito en el que Pierre Cardin ha tenido éxito es en el de la restauración. Su local Maxim’s de París se convirtió en un clásico de la noche de la capital francesa y, alrededor del mundo, se han inaugurado multitud de clones del restaurante.

 

El mercado asiático siempre le ha gustado y es que allí ha expandido gran parte de su imperio. Además en la actualidad, parte de su firma es propiedad de varios socios japoneses y, el pasado año, él mismo confirmó que tenía intención de vender otra parte de su compañía a dos inversores chinos: Jiangsheng Trading Company y Cardanro.

 

La admiración es mutua ya que en el continente asiático se han dedicado varias retrospectivas al creador y se le han otorgado algunos galardones, como el de ciudadano honorario de la ciudad de Xian.