Look

Marc Jacobs, el ‘enfant terrible’ de la moda neoyorkina

23 feb 2011 - 00:00

Modaes.- Marc Jacobs ha marcado tendencia desde sus inicios. La primera polémica en la que el diseñador se vió envuelto fue con la firma Perry Ellis, de donde fue despedido por crear una colección de aires grunge. Para la firma fue una colección que no se podía comercializar porque no era fiel a su imagen, para el Consejo Americano de diseñadores de Moda fue una colección brillante merecedora del premio Women’s Designer of the Year Award.

Jacobs nació en Nueva York en 1963 y creó su primera colección en 1986 con el apoyo económico de una gran compañía norteamericana. Tras su primera incursión en el mundo de la moda, el creador pasó fugazmente por el departamento creativo de Perry Ellis, donde fue despedido por su extraña visión sobre la moda. Acto seguido fue premiado y, en 1991, el diseñador ya era lo bastante popular como para presentar su primera colección en la New York Fashion Week.

 

Como buen enfant terrible, contaba con el apoyo del fashion star system, y Naomi Campbell y Linda Evangelista, dos de las top models más cotizadas de la época, decidieron dar su apoyo al joven creador desfilando gratis para él, algo que le otorgó una gran repercusión mediática.

 

La colección fue tan bien acogida por el público como por la crítica, convirtiendo al diseñador en uno de los más deseados y admirados de los últimos años. La maison Louis Vuitton se percató de ello y no tardó en contratarle como director creativo de la firma.

 

Jacobs siempre ha sabido utilizar su sentido de la moda para crear tendencia y polémica, y uno de los ejemplos fue cuando el diseñador vistió una falda de corte escocés para asistir a una gala de premios.

 

A día de hoy, Jacobs sigue adelante con su propia firma Marc Jacobs, Marc by Marc Jacobs y Little Marc, compaginando sus creaciones más comerciales, que vende en boutiques propias que el diseñador tiene en todo el mundo, con las colecciones para Louis Vuitton. Marc Jacobs abrió en Madrid en 2008 su primer, y único hasta la fecha, establecimiento en España.