El séptimo de Christian Dior

Y ya van siete. Raf Simons es el último creador en engrosar la lista de diseñadores que han pasado por Christian Dior. Concretamente, el séptimo en más de medio siglo de trayectoria de una de las casas de costura más emblemáticas de la historia de la moda.

El primero en formar parte de esta lista fue Christian Dior, fundador de la maison. El diseñador entró en la industria por la puerta grande y se convirtió en rival directo de otra de las grandes casas francesas: Chanel. Dior fue un visionario que renovó la manera de vestir de las mujeres tras la II Guerra Mundial.

El diseñador vio que las mujeres de la época, tras el gris periodo de guerra, querían renovar su vestuario y el New Look fue la respuesta: cintura marcada y sensualidad por los cuatro costados fue la solución de Dior. El creador sólo pudo realizar veintidós colecciones debido a su repentino fallecimiento, en 1957 en Italia.

El sucesor natural de Christian Dior fue su asistente, un desconocido Yves Saint Laurent que, con tan sólo 21 años, recogió el testigo del maestro. Saint Laurent rejuveneció a la casa de costura y presentó colecciones de gran éxito como Trapecio o Beat. No obstante, la dirección de la maison consideró que las ideas de Saint Laurent eran demasiado radicales y rápidamente buscó un sustituto para el diseñador.

Aunque ya contaban con el que sería el tercer creador de la lista, Marc Bohan, la firma necesitaba un pretexto para deshacerse de Saint Laurent. Entonces llegó el servicio militar que el diseñador no había realizado por diversas razones y que, en esta ocasión, debía cumplir.

Con Saint Laurent fuera de juego, Dior pudo nombrar a Marc Bohan nuevo diseñador de la casa. Bohan ha sido el creador que más tiempo ha dirigido la división creativa de la firma, concretamente desde 1961 a 1988 y el que menos se ha prodigado en la vida pública. El diseñador devolvió la sobriedad y el conservadurismo a la casa y forjó una larga lista de clientas como Elizabeth Taylor o Grace Kelly.

Tras Bohan llegó Gianfranco Ferré. El creador italiano consiguió revitalizar la firma y devolverla a sus años de esplendor. Sus creaciones no fueron aplaudidas de forma unánime por la crítica pero su lista de clientas incluía a personalidades como Paloma Picasso o la Princesa Diana. Finalmente, en 1996 Ferré abandonó la casa de costura dejando tras de sí una firma en números rojos.

Con una situación financiera preocupante, Dior no se podía permitir un fracaso y encontró en el gibraltareño John Galliano la solución a sus problemas. Con Galliano llegó el excentricismo, el teatro y lo barroco. Bajo su visión creativa, la firma fue catapultada al éxito, tanto en alta costura como en prêt-à-porter. No obstante, el genio torturado abandonó la casa por la puerta de atrás, empujado por sus adicciones y unas declaraciones antisemitas que facilitaron a Bernard Arnault terminar su colaboración con él.

La marcha del diseñador gibraltareño trajo a Dior la incertidumbre y dejó a Bill Gaytten a cargo de las colecciones de la casa. Gaytten, mano derecha de Galliano durante más de dos décadas, ha sido el encargado de las colecciones de Dior mientras no se encontraba a un sustituto. Tras meses de quinielas y rumores varios llegó el anuncio oficial de la casa: Raf Simons sería el sustituto de Galliano.

Simons, que hasta ahora se encargaba de las colecciones de la firma alemana Jil Sander, llega a Dior y recoge el difícil testigo de crear en la era post Galliano. Con estilos totalmente opuestos, Galliano y Simons son el pasado y el futuro de una de las históricas casas de costura de la industria de la moda.