Bajo la sombra de un Panamá

Protegerse del sol, pasear, ir a la compra o como complemento al look de una boda. Estas son algunas de las utilidades que se le pueden dar a un sombrero. Algunos son reconocidos nada más verlos, como es el caso de los sombreros Panamá, un accesorio de paja-toquilla, conocido también como jipijapa; un gorro con ala, realizado a mano.

A pesar de su nombre, los primeros fueron fabricados en Ecuador, aunque fue en Panamá donde comenzó a cobrar fama. Durante la construcción del canal de Panamá, se importaron miles de sombreros para que los obreros lo usaran durante la construcción. Además, el presidente estadounidense Theodore Roosevelt llevó un Panamá con el que fue fotografiado en una visita a las obras del canal.

Los Panamá se elaboran en las localidades de Montecristi y Jipijapa, en la provincia de Manabí. Las dos ciudades son la cuna de estos accesorios artesanales elaborados con tiras cortas que forman un tejido tupido. Realizados a mano, se comienzan a tejer a partir de la copa. El material que se utiliza para su fabricación es la paja-toquilla o carludovica palmata, una planta que se cultiva en una zona costera de Ecuador.

Fresco e impermeable son algunos de los elementos que lo caracterizan, ya que un verdadero panamá no debe filtrar ni una gota de agua. Su calidad varía y está determinada por la regularidad del tejido y la uniformidad del color.

Una vez acabado, los artesanos lo clasifican con el nombre de cuenca, los que son sencillos, y los de nudos más gruesos brisa; el que reúne mejor calidad se le conoce como fino.

La popularidad de este accesorio se debe en gran medida a quienes lo han lucido a lo largo de la historia que han hecho que se convierta en todo un clásico. Muchos ilustres y desconocidos han portado este sombrero, como George Clooney, Orlando Bloom, Kate Moss o Miranda Kerr, entre otros.