Look

080 Barcelona Fashion: lo místico y lo artístico están de moda

3 feb 2011 - 00:00

Custodio Pareja.- De Celia Vela a Manuel Bolaño, de lo artístico a lo místico, de una de las colecciones más comerciales de la pasarela a otra de las propuestas más creativas de todo el certamen. Ayer acabó la pasarela de moda independiente 080 Barcelona Fashion, que dejó como ganadora de la edición a Krizia Robustella.

 

Celia Vela y feminidad son dos palabras que, inevitablemente, van unidas. La diseñadora ha presentado una colección dividida en dos. De esta forma, la primera parte está centrada en la noche, con tonos oscuros y dorados, y la segunda parte, más diurna, se centra en prendas coloridas, de largos distintos y mucho más folk y romántica.

 

El primer look que mostró ayer Celia Vela fue un traje de chaqueta y falda de tubo construido en tweed con hilo de plata. Nada qué ver con lo que se vería en lo que quedaba de desfile. Pailletes en dorado viejo, zapatos con incrustaciones de pedrería y baggy pants.

 

La colección, muy comercial, se componía de estampados florales en relieve, en riguroso negro, brocados con transparencias, calentadores de terciopelo y bordados en tops, pantalones, leggins y medias.

 

De la primera parte del desfile cabe destacar un chaleco construido en algodón viscosa con animal print de serpiente con incrustaciones de pedrería y perlas.

 

El negro dejó paso a vestidos con estampados del artista Sandro Boticcelli y su Nacimiento de Venus, otros, también artísticos, inspirados en cuadros pintados al fresco, sin olvidar los estampados florales, muy presentes en la colección.

 

El uso del terciopelo, con leggins estampados y los tocados que las modelos lucían en sus peinados, haciendo referencia al pavo real, hacen de esta presentación una colección totalmente vendible y comercial.

 

Misticismo

El misticismo llegó de la mano de Manuel Bolaño, el ganador de la pasada edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion. Los árboles fueron el eje central de la colección, aunque el diseñador quiso mostrar a los seres que residen en estos: los pájaros.

 

Chaquetas de punto sin terminar, muchas plumas de aves, tanto en los looks como en las cabezas de las modelos, y el color marrón y negro como protagonistas de la colección. Las prendas, que parecían que no estaban terminadas de coser, hacían confundir a los asistentes.

 

La repuesta llegó con las maxi hombreras. Hombreras que elevaban la espalda de los modelos hasta encima de sus cabezas, evocando a los allí presentes a entender que, lo que quería retratar en esta colección el diseñador, era la imperfección y la belleza, todo en uno. Una colección muy trabajada y cuidada hasta el más mínimo detalle.