

La pandemia ha acelerado el desarrollo de nuevos servicios y plataformas que permiten realizar una venta asistida y personalizada a distancia.
El presidente y consejero delegado de Tendam analiza la evolución del sector de la moda en el último año, una industria que, en su opinión, se enfrenta a cambios estructurales.
En un mundo de tiendas cerradas, la industria de la moda ha centrado su mirada en el canal online, donde una nueva generación de empresas emerge con fuerza sin el peso del pasado, pero sin la fuerza que todavía tiene la calle.
Los consumidores han desplazado sus compras hacia la ropa cómoda y la deportiva. La estadounidense Hanesbrands ha logrado adelantar a PVH en el ránking global de ropa y calzado.
La pandemia ha acelerado la casualización de la moda mientras que ha borrado el calzado de la lista de prioridades. Infantil ha aguantado, pero sólo por necesidad de reposición.
La pandemia ha acelerado la transformación del sourcing hacia un modelo más eficiente para evitar a toda costa la acumulación de stocks si llega otro shock.
El Covid-19 ha puesto velocidad a una reestructuración que grupos como Inditex, H&M o Gap ya habían iniciado antes de la pandemia en sus redes de distribución, con menos tiendas y más estratégicas.
Del 13,8% de Asia-Pacífico al 18,7% de Europa Occidental y el 22,8% de Norteamérica, la moda reduce su peso en todos los territorios, en los que el comercio electrónico gana, sin excepción, cuota de mercado.
El cofundador de la compañía española de moda masculina sostiene que la recuperación en el sector se empezará a notar a partir del segundo semestre de este año, aunque no llegará hasta 2022.
La cofundadora de Muroexe repasa los cambios que deja la pandemia en el negocio de la moda, qué transformaciones son sólo coyunturales y por qué ahora es buen momento para emprender.

