Equipamiento

‘Wearable technology’, la ropa del futuro

S. Riera

14 oct 2014 - 04:38

Apple

 

 

Guantes teléfono, anillos perfumados con feromonas, vestidos que cambian de color según el estado de ánimo, camisetas que protegen de las ondas electromagnéticas o collares que masajean el cuello a los primeros síntomas de agarrotamiento por estrés. Son algunas de las innovaciones que ya están en un mercado en el que Apple ha sido uno de los primeros gigantes en entrar con Apple Watch.

 

El paso dado por Apple da alas a los wearables en un momento en el que a la tecnología le falta el empuje de los grandes grupos de distribución para conquistar el mass market en toda su magnitud. Sin embargo, cuando esto ocurra, aquello que en su día fue una invención revolucionaria traspasará la frontera de lo cotidiano y se diluirá en la normalidad, como en su día ocurrió con la cremallera, el velcro, el spandex, el poliéster o el nylon.

 

La irrupción de la wearable technology está a la vuelta de la esquina. Junto al reciente lanzamiento del Apple Watch este verano, Amazon presentó en Reino Unido una plataforma online específica para este segmento, con una selección de más de un centenar de prendas y accesorios, como gafas y relojes inteligentes.

 

Ralph Lauren también ha sido una de las últimas empresas en sumarse a la fiebre tecnológica. La compañía estadounidense ha creado la nueva línea Polo Tech, formada por camisetas con sensores capaces de recoger información biológica y psicológica de un deportista. De hecho, el ámbito del deporte es uno de los que mejor ha aceptado las innovaciones, hasta el punto que, en muchas competiciones, los organizadores han tenido que evaluar su alcance para determinar hasta qué punto pueden llegar a influir en las marcas de los atletas.

 

Uno de los grandes hitos de la innovación en moda vino de la compañía de íntimo Playtex. La empresa estadounidense fue la encargada de diseñar la indumentaria de los primeros astronautas que pisaron la luna, un traje más parecido a un mono de trabajo que a una escafandra de submarinista.

 

Sin embargo, la innovación exige fe, perseverancia e inversión, según destacan los expertos. En España, las empresas de moda todavía contemplan de lejos la aplicación de tecnología en las prendas. Desde centros tecnológicos como Cetemmsa (Barcelona) y Aitex (Alicante), se han desarrollado los primeros artículos inteligentes,  como un tejido para embarazadas que protege al bebé de las ondas electromagnéticas, zapatos que guían al usuario o prendas que cambian de color, entre otros.

 

La innovación también ha llegado al diseño. Pepa Salazar, ganadora del Samsung Ego Innovation Project, presentó en la última Mercedes-Benz Fashion Week Madrid una pequeña colección de ocho prendas que combinan moda y tecnología.