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Shima Seiki busca alianzas con el ‘fast fashion’ para acelerar en moda

La empresa, que desde el año pasado pilota Mitsuro Shima, el hijo del fundador, quiere replicar la joint venture que realizó con Uniqlo para la construcción de una factoría en Japón con 400 máquinas.

S. Riera

21 mar 2018 - 04:57

Shima Seiki busca alianzas con el ‘fast fashion’ para acelerar en moda

 

 

En 25 minutos, un jersey. Es el tiempo que precisa una Shima Seki para tejer una prenda sin costuras. El fabricante japonés de maquinaria busca ahora alianzas con el fast fashion haciendo hincapié en sus lead times en un negocio que se rige por ellos. Hace un par de años, el grupo creó una joint venture con Uniqlo para la construcción de una fábrica en Japón y su propósito pasa ahora por replicar la misma fórmula con otros actores.

 

Según Hiroyuki Yamamoto, director de Shima Seiki en Europa, la manera de producir en la industria de la moda ha cambiado y, sobre todo, en Europa y Estados Unidos. El ejecutivo subraya que marcas y retailers tienen cada vez más interés en realizar una parte de la producción en cercanía y de manera más directa. En este contexto, el grupo se alió en octubre de 2016 con Fast Retailing, la matriz de Uniqlo para construir una factoría con 400 máquinas que producen de manera constante.

 

Shima Seiki es uno de los mayores fabricantes de maquinaria textil del mundo. Fundada en la década de los sesenta por Masahiro Shima, la compañía cerró 2016 con una cifra de negocio de 42.940 millones de yenes (329,4 millones de euros). La empresa, que empezó fabricando tecnología para producir guantes, cuenta en la actualidad con una plantilla de 1.244 empleados, de los cuales más de un centenar son ingenieros. Con sede en Wakayama, el grupo tiene presencia en todo el mundo.

 

 

 

 

La filial española, situada en la localidad de Barberà del Vallès (Barcelona), gestiona parte del negocio de Shima Seiki en Europa, donde también tiene oficinas en Portugal, Reino Unido, Alemania e Italia. El grupo entró en el mercado español en la década de los ochenta, cuando todavía había cierto músculo industrial en el país. Durante un par de décadas, la empresa estuvo gestionada a través de Arbitex, un socio en España. No obstante, a raíz de la crisis, Shima Seiki tomó el control de la sociedad en el país.

 

“Con respecto a veinte años atrás, el rol del mercado europeo es diferente”, aseguró Yamamoto. “Las empresas en Europa, como también en América, trabajan en desarrollar artículos diferentes y este es su valor respecto a Asia”, explicó el directivo, quien apuntó que después de moverse la producción a China y, después, a Vietnam, Bangladesh o Camboya, en Occidente se ha empezado a crear nuevos productos con nuevos desarrollos. “La industria de Estados Unidos y los países europeos adquieren nueva tecnología para nuevas muestras: nuestro cliente en Europa toma el liderazgo para introducir nuevos productos en el mercado y luego el productor en Asia le sigue”, añadió.

 

En este sentido, Shima Seiki ha empezado a ampliar su punto de mira y ha diversificado hacia otros sectores para continuar creciendo. “En el pasado, dependíamos más del mercado de la moda, mientras que ahora estamos adentrándonos en otros segmentos como los usos industriales, el deporte o el sector sanitario”, expuso el ejecutivo. “Se trata de mercados en los que vemos recorrido para crecer porque buscan nuevas funciones, quieren desarrollar productos nuevos con nuestra tecnología”, apuntó.

 

 

 

 

En el caso concreto del deporte, la tecnología de Shima Seiki está detrás de las zapatillas con una estructura tejida. Esta innovación, que la empresa ha desarrollado junto a los principales operadores del sector del deporte, ha reducido los procesos en la producción de calzado de 17 a cinco. En este sentido, Yamamoto señala que la incorporación de la tecnología no sólo mejora la eficiencia, sino que también contribuye a la sostenibilidad y a la personalización.

 

Cotizada en la bolsa de Tokio, Shima Seiki tiene entre sus accionistas cuenta con BlackRock, el Estado de California y el fondo soberano de Noruega. En el último año, su valor en el parqué ha disparado. Sus acciones han pasado de los 4,32 yenes (0,03 euros) a finales de marzo de 2017 a 7,59 yenes (0,058 euros) a 20 de marzo de 2018.

 

Pese a que los orígenes de la empresa se remontan a la máquina que Masahiro Shima desarrolló para la producción de guantes de manera automática, el grupo dio impulso en los noventa con la maquinaria para tejer jerséis de manera automática y sin necesidad de cortar y coser. Shima Seiki, que en su día fue uno de los pilares del fenómeno Benetton, tiene entre sus clientes desde empresas de lujo, sobre todo italiano, hasta titanes del fast fashion.

 

Su reto en la actualidad está en la formación de diseñadores capaces de desarrollar prendas a través de su software. Se calcula que la formación de un diseñador para una de sus máquinas sencillas está en unos cinco meses y para la más compleja, hasta dos años. En España, por ejemplo, sólo hay un centenar de profesionales capacitados para ello.