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Sherpa, en busca de inversiones en España: el fondo se alía con Fidentiis para engordar su cartera textil

S. Riera

22 jun 2016 - 04:55

 

Sherpa Capital mantiene en firme su plan de inversión en el textil y se alía con Fidentiis en busca de nuevas oportunidades. La compañía de capital riesgo sigue así los pasos del plan estratégico que diseñó hace un año para acelerar el crecimiento de Dogi, fabricante de tejido elástico, y ha rastreado todo el sector para dotar de mayor tamaño a la textil a través de adquisiciones.

 

El fondo de inversión, que acaba de cerrar la adquisición de la química Galloplast, ha dedicado los últimos meses a contactar con todas las empresas del textil, según han explicado fuentes del sector a Modaes.es. De hecho, Sherpa Capital fue uno de los inversores que pujó a principios de año por Tavex, que finalmente fue a manos de Manuel Rein, un antiguo accionista. El dueño de Dogi se quedó a las puertas del acuerdo por hacerse con el fabricante de denim, según fuentes cercanas a la operación.

 

Para proseguir con su estrategia de compras en el textil, Sherpa Capital se ha aliado con Fidentiis, un grupo especializado en identificar oportunidades de inversión. Fidentiis cuenta con reconocimiento entre los fondos institucionales, sobre todo extranjeros. El año pasado, la compañía entró en el negocio de las fusiones y adquisiciones en el mercado de empresas de tamaño medio.

 

 

Sherpa Capital entró en el negocio textil en 2014 con la adquisición de una participación mayoritaria en Dogi, una histórica del textil catalán, con sede en El Masnou (Barcelona). La operación, que se acompañó de un préstamo participativo de un millón de euros de Avança (el brazo financiero de la Generalitat de Cataluña), supuso la supervivencia de la compañía, que seguía en números rojos años después de superar el concurso de acreedores.

 

El grupo inversor inyectó en el grupo textil 3,8 millones de euros. Sherpa Capital arrancó en Dogi con un primer año de transición, dedicado a recapitalizar la empresa, dotarla de solidez financiera y restablecer el equilibrio patrimonial. A mediados de 2015, el fondo presentó un plan estratégico hasta 2020 para disparar sus ventas hasta los 200 millones de euros a través de un crecimiento orgánico, pero también de la mano de adquisiciones.

 

Dogi finalizó 2015 con una cifra de negocio de 41 millones de euros, un 11,1% más que en el año anterior, aunque volvió a números rojos, cerrando con pérdidas de 8,5 millones de euros, frente a las ganancias de 10,3 millones de euros de 2014. No obstante, la textil concluyó el ejercicio con una mejora en el ebitda (beneficio de explotación, antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones), aunque lo mantuvo en negativo.

 

 

En el primer trimestre de 2016, el ebitda de Dogi se situó en 95.000 euros en positivo, gracias a la mejora operativa de las dos fábricas del grupo, la de El Masnou y la de Greensborough (Estados Unidos). Sin embargo, la empresa cerró los tres primeros meses del año con pérdidas de 871.000 euros perjudicada por el impacto de la divisa. En este periodo, la compañía textil disminuyó también las ventas un 3,3%, hasta 10,6 millones de euros.

 

Para hacer frente a esta reorganización, Sherpa Capital ha reforzado la cúpula directiva de Dogi con el nombramiento de Jorge Beschinsky como nuevo director general de la compañía en sustitución de Montserrat Figueras, que abandonó a principios de febrero. Tras la última reestructuración, la plantilla de la empresa en la planta de El Masnou (Barcelona) ha quedado en 117 personas.