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Robots para coser camisetas en segundos

De consolidarse en la industria de la moda, los sewbots serían la primera gran transformación tecnológica en la confección desde la máquina de coser. 

Silvia Riera

10 abr 2019 - 04:45

Robots para coser camisetas en segundos

 

 

Los robots ya fabrican camisetas. La robótica hace tiempo que ha entrado en las cadenas de montaje de automóviles: es habitual ver en sus líneas productivas enormes brazos articulados armando sin descanso y sin cansancio puertas y motores, apretando tornillos y calibrando espejos. Se prevé que estas escenas empiecen a ser también habituales en las fábricas de confección de prendas.

 

Hasta ahora, los bajos costes laborales en países de Asia han retrasado la innovación tecnológica en las cadenas de producción del textil. Pero a medida que la tecnología se abarata y los costes laborales se incrementan, la incorporación de la robótica en los talleres de confección es cuestión de tiempo. Se calcula que el coste de personal por cada camiseta es de 33 centavos de dólar; en el caso de una máquina, de cinco centavos.

 

Una de las empresas que más ha avanzado en este sentido es la estadounidense Softwear Automation, autora del sistema robotizado Sewbot, por el que se corta la tela y se ensambla en un mismo espacio. La máquina utiliza cámaras y brazos robóticos que tardan apenas cuatro minutos desde el corte y cosido de la tela hasta la confección de la prenda. Uno de los primeros contratos que se adjudicó fue de 1,25 millones de dólares con el departamento de defensa estadounidense.

 

 

 

 

Le siguió el gigante chino de la confección Tianyuan Garments, cuyo principal cliente es Adidas. En esta operación, que se realizó en 2017, se instaló una línea de producción con capacidad para fabricar una camiseta cada 22 segundos, lo que permitiría llegar a producir hasta 800.000 al día.

 

Li&Fung, el mayor proveedor mundial de prendas de vestir por cifra de negocio, anunció también el año pasado una alianza con la compañía tecnológica de Atlanta. El grupo chino argumentó entonces que la digitalización de una parte de la producción presenta una oportunidad de eficiencia para fabricantes y proveedores, pero también en la creación de nuevos puestos de trabajo más cualificados.

 

La llamada neorelocalización industrial está muy vinculada al desarrollo de la tecnología en las factorías de confección de prendas, que aún son las más intensivas en mano de obra. A medida que la tecnología vaya abaratándose estas nuevas fábricas robotizadas irán abriéndose paso de nuevo en Occidente. No obstante, las nuevas instalaciones que se están levantando en Etiopía, una de las próximas mecas del sourcing, incorporan ya los sewbots, con el propósito de no depender de la tendencia alcista de los costes laborales.