Equipamiento

Quinto Punto, la nueva generación del textil español que seduce a Inditex y El Corte Inglés

S. Riera

24 sep 2015 - 04:47

La industria textil sigue latiendo mientras una nueva generación de empresarios toma sus riendas. Genís y Mireia Vera son dos treintañeros al frente de Quinto Punto, una fábrica de tricotosa que pusieron en marcha hace casi quince años. Procedentes de una familia vinculada al textil, ambos se lanzaron en este nuevo proyecto años después de que cerrara el negocio familiar. Ahora, el grupo cuenta con clientes como El Corte Inglés o Inditex.

 

“Empezamos desde cero y a contracorriente, en un momento en que lo habitual era cerrar fábricas”, recuerda Genís Vera. Quinto Punto es ahora uno de los principales fabricantes de tricotosa en Igualada, donde tiene su centro de producción. La empresa cerró 2014 con una cifra de negocio de 2,4 millones de euros. Para 2015, la compañía prevé crecer un 20%.

 

La empresa, que cuenta con una capacidad productiva de 300.000 unidades al año y una plantilla de treinta personas, diseña y produce prendas de punto como jerséis, chaquetas, abrigos o vestidos de punto, entre otros artículos, y entre sus clientes se encuentran El Corte Inglés, Blanco o Uterqüe. La compañía desarrolla también su propia marca, Buddy Blue.

 

Fundada a principios de la década del 2000, Quinto Punto echó andar en Barcelona, donde producían principalmente para los distribuidores al por mayor situados en el polígono industrial de Montigalá, en la localidad vecina de Badalona. En 2007, dos años después de la liberalización del comercio textil internacional y con China abarcando el grueso de la producción mundial del textil, la empresa optó por trasladarse a Igualada (Barcelona) para poder hacer frente al aumento de la demanda.

 

Genís reconoce que es un rara avis en este negocio. “Nos encontramos en un lugar que ha dejado de creer en este sector, en el que la gente se ha hecho mayor y no ha encontrado a quien dar el relevo”, asegura el empresario. Sin embargo, gracias en parte al cierre de muchas empresas, Quinto Punto fue ganando cuerpo a medida que fue adquiriendo cuota de mercado.

 

“Este es un negocio que se ha transformado –señala Genís-, antes un fabricante de punto podía vender un jersei por 3.000 pesetas, hoy el precio se sitúa entre cinco y siete euros”. El empresario explica que los márgenes se han reducido y que la única manera de ser rentable es trabajar con volúmenes. “Nosotros no ganamos mucho por pieza, pero hacemos muchas”, añade.

 

Hace dos años, Quinto Punto dio un salto adelante y amplió su capacidad productiva a través de la absorción de dos de sus antiguos proveedores e incorporó un equipo de diseño. En la actualidad, la empresa cuenta con 18 máquinas y con un pequeño taller de confección en el que realiza parte de las prendas. El resto, encarga la confección en talleres externos de la zona.

 

El siguiente reto de la empresa es dar el salto internacional con el propósito de diversificar las ventas. En el punto de mira de Quinto Punto se sitúan las cadenas de moda pequeñas y medianas, con redes de entre cincuenta y sesenta establecimientos.