Equipamiento

Nylstar, hilando un gran grupo de moda

Silvia Riera

15 ene 2014 - 00:53

Nylstar busca su tercera era dorada. El fabricante de nylon, con sede en Blanes (Girona), es el pilar de un gran grupo de moda, Nylstar Fashion Group, que su nuevo propietario, Praedium, ha empezado a moldear. La empresa está estudiando dar el salto de la hilatura al diseño y la distribución de colecciones con la creación de un grupo de moda, al estilo Miroglio.

 

En 2013, la compañía empezó a despuntar de nuevo con la apertura de una oficina comercial en la localidad china de Yiwu. El año pasado, Praedium adquirió el 70% del capital de la marca de bolsos Lupo y el 70% de la confeccionista BMP, de Mataró. La empresa presentó también una oferta vinculante por la unidad productiva de Sati, especializada en tejidos para decoración.

 

En enero de 2014, el hilador catalán prevé poner en marcha nuevas instalaciones con 21 bobinadoras. Este proyecto, en el que Nylstar ha invertido 1,2 millones de euros, contribuirá a incrementar su producción hasta las 17.000 toneladas anuales.

 

Praedium, que se hizo con el control de Nylstar en 2009, tiene previsto operar en cuatro ramas: industria, marcas, logística y retail. La compañía está presidida por Alfonso Cirera y cuenta con inversiones en diversos sectores, el más importante de los cuales es la moda. Desde que Praedium tomó las riendas del productor de nylon, la empresa de hilatura ha incrementado su cifra de negocio un 20% hasta alcanzar los 65 millones de euros. En la actualidad, Nylstar produce 15.000 toneladas anuales y exporta el 90% de la producción.

 

Nylstar es uno de los pocos fabricantes de nylon para el sector de la moda que quedan en Europa. La compañía, con una plantilla de 240 trabajadores, fue fundada en 1923 por las familias Vilà y Gillet como Sociedad Anónima de Fibras Artificiales (SAFA). La empresa inició su andadura como productor de rayón, una fibra sintética derivada de la celulosa y popularmente conocida como seda artificial.

 

La compañía ha vivido a lo largo de su trayectoria dos épocas doradas. La primera fue en la década de los setenta, con la explosión en el mercado del nylon y de otras fibras artificiales; y la segunda, en los noventa, cuando Nylstar llegó a tener once plantas de producción en todo el mundo, facturaba 670 millones de euros y empleaba a 4.500 personas.

 

Praedium tomó el control de la compañía cuando la crisis del textil había arrasado su estructura y tan solo se salvaba la planta de Blanes. Antes de que el grupo inversor comprara Nylstar, la compañía fue cambiando de manos desde que las familias fundadoras se desvincularon del negocio a mediados de los ochenta. El grupo francés Rhône Poulenc (Rhodia) se hizo con el 100% de la empresa en 1986. Ocho años después, la italiana Snia entró en el accionariado y situó la sede de la compañía en Italia.

 

A lo largo de noventa años, la empresa ha producido rayón, fibrana, nylon 6, nylon 6.6 y poliéster. En la actualidad, el grupo sólo produce nylon 6.6, que comercializa bajo la marca Meryl.

 

Los principales mercados del nylon de Nylstar son el íntimo y el baño, que concentran el 28% y el 21% de las ventas, respectivamente. El 20% de los ingresos proceden de la calcetería; el 16%, del deporte, y el resto, del prêt-à-porter.

 

Nylstar ha sido uno de los productores de fibra que ha desarrollado marca para la comercialización de un artículo, como el nylon, que es una commodity. Siguiendo los pasos de DuPont con Lycra, la enseña más popular de elastómero, el fabricante catalán lanzó en 1996 Meryl, el nombre con el que continúa distribuyendo el nylon. Antes de Meryl, la empresa también había aplicado una política de marca al poliéster, con la creación de la marca Tergal. La empresa centra sus esfuerzos en el desarrollo de Meryl con nuevos productos de valor añadido,
como Meryl Hyaluronan, un hilo que ayuda a combatir los signos del envejecimiento, y Meryl Nexten Plus, una fibra con propiedades antibacterianas.