Equipamiento

Montefibre Hispania, un hilador ahogado por la factura de la luz

S. Riera

16 oct 2014 - 04:50

Montefibre Hispania pone fin a casi dos años de incertidumbre. La empresa, uno de los pocos hiladores que quedan en España, ha encontrado una vía de futuro de la mano del grupo inversor Praedium, que lo integrará en su proyecto Nylstar Fashion Group y que tiene intención de relanzar a partir de su marca de fibra acrílica Leacril. Sin embargo, Montefibre tiene todavía un nudo por deshacer: una factura de siete millones de euros con Endesa.

 

El nuevo propietario de la compañía, el grupo inversor Praedium, tiene planes para reactivar la producción en la planta de Miranda de Ebro (Burgos) y relanzar la marca de fibra acrílica Leacril, que producía y distribuía en todo el mundo antes de paralizar su actividad en abril de 2013. La compañía se estructurará dentro del Nylstar Fashion Group, un grupo de moda que Praedium empezó a diseñar después de comprar al fabricante de nylon Nylstar en 2009 y que cuenta también con la enseña de bolsos Lupo.

 

La empresa era filial del grupo italiano Montefibre, que en 2013 inició un proceso de liquidación. La crisis en la matriz arrastró a la planta española, que en abril de 2013 presentó concurso de acreedores con una deuda de treinta millones de euros y cesó la actividad. Entonces, la empresa tenía una plantilla de 357 trabajadores. En 2012, la compañía facturó 176 millones de euros.

 

Por otro lado, la reforma energética española contribuyó a empeorar la situación de la empresa, que cuenta con una planta de cogeneración energética. Gran parte de los costes de la fabricación de hilo sintético se compensaban con la venta de energía que producía la planta de cogeneración.

 

Esta semana, el grupo inversor Praedium ha confirmado la compra de la planta después de que su actual propietario, el grupo italiano Montefibre, lograse un acuerdo con los acreedores y desatascase el plan de viabilidad de la empresa. De no haberse obtenido el visto bueno de una mayoría del capital acreedor, la compañía mirandesa hubiese ido a liquidación.

 

Sin embargo, todavía queda una piedra en el camino y es la negativa de Endesa, el principal deudor de la compañía, en aceptar el pacto. Antes de que la planta vuelva la actividad, su nuevo propietario deberá desencallar la negociación con la compañía eléctrica, a la que Montefibre adeuda siete millones de euros.

 

Endesa no está dispuesta a aceptar la quita del 60% a la que han dado el visto bueno el resto de acreedores y su voluntad en cobrar de la producción de energía por cogeneración hasta saldar la deuda. El presidente de Praedium ha asegurado que la posición contraria de Endesa les obliga a “analizar durante las próximas semanas el nuevo escenario en el que queda Montefibre”, pero no pone en jaque la operación, que da por cerrada.

 

El acuerdo con los acreedores era indispensable para que Praedium continuase adelante con su plan de adquisición de Montefibre Hispania, después de haber alcanzado un pacto con los trabajadores a finales de julio. El fondo de inversión acordó con el comité de empresa una reducción de plantilla de los 224 trabajadores actuales a 152.

 

La planta está situada en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, una localidad de poco más de 37.000 habitantes castigada por la crisis y el desempleo. Su alcalde, Fernando Campo, se ha involucrado de manera activa para dar continuidad a la empresa, incluso en el último mes llegó a reunirse con altos responsables de Endesa en Madrid para que aceptase el convenio de acreedores.