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Más pequeño y más rápido: nuevos actores a la conquista de la última milla

El ecommerce ha transformado la logística, que ha pasado de mover paquetes de gran volumen entre dos puntos a muchos y pequeños en una reducida área de influencia. Con el crecimiento de las ventas online irrumpen también nuevos modelos de negocio llamados a transformar la entrega en la última milla como Stuart, Paack o Glovo.

S. Riera / L. Montes

6 abr 2018 - 04:50

Más pequeño y más rápido: nuevos actores a la conquista de la última milla

 

 

De todos para uno a uno para todos. La logística ha pasado de mover grandes volúmenes entre dos puntos a mover minúsculos volúmenes a millares de puntos. Cuando el retail pasó a liderar la distribución, la mercancía la movían grandes corporaciones y con grandes estructuras. Pero el avance del ecommerce y los tiempos de entrega que exigen los clientes, cada vez más cortos, han sacudido estas operaciones.

 

Este nuevo contexto ha abierto un hueco en el que ha emergido una nueva generación de operadores logísticos basados en una estructura dispersa y flexible y un uso intensivo de la tecnología. Si con el despegue de las compras online se impulsó el negocio de las empresas de paquetería urgente, un volumen de pedidos unitarios que crece de manera exponencial y unos picos muy pronunciados de demanda aúpan a este nuevo modelo de operadores.

 

En España, las ventas online suponen sólo el 5% del total de las transacciones del comercio minorista, pero el recorrido es extenso. En Reino Unido, la tasa es del 17%; en Alemania, del 15%, y en Francia, del 10%. El canal online en el mercado español ha crecido de media el 17% en los últimos años y generó un volumen de negocio del 24.000 millones de euros en 2016, frente a los 5.700 millones de euros de 2007, según un informe de Knight Frank.

 

 

 

 

Al calor del sprint del negocio en Internet han surgido una batería de empresas que han ido evolucionando la logística con modelos de negocio adaptados a la nueva realidad de las entregas. Son Paack, Stuart, Glovo y Deliveroo, pero también otras que empezaron su actividad en el transporte, como Uber o Cabify, y que han ido derivando su negocio hacia las operaciones de última milla, con Uber Rush o Cabify Express.

 

Apoyándose en la tecnología, estos nuevos actores han trazado redes logísticas de corto alcance, flexibles y deslocalizadas, en las que participan múltiples microempresas o incluso autónomos, ya sea en forma de pequeños almacenes urbanos, comercios de barrio reconvertidos en puntos de entrega y recogida, o riders.

 

“Cada vez serán habituales redes logísticas de última milla con muchos actores que ejecutan distintas partes de una misma labor”, explica Luis Solís, profesor de Operaciones de IE Business School.

 

 


 

“La tecnología permite que desde el móvil y con solo descargarse una aplicación se puedan descentralizar al máximo los procesos sin perder efectividad en la operación”, señala Solís, quien considera que los lead times en ciudad deben ser una o dos horas. “El modelo es el de constelación de estrellas y se basa en la coordinación y la cooperación: son microecosistemas posibles por el abaratamiento de la tecnología”, añade.

 

En este contexto, son los modelos emergentes los que lideran una transformación de la logística. Es el caso de Stuart, que nació en 2015 a caballo entre Barcelona y París y consiguió, ya en su primer año de vida, levantar una ronda de financiación de 22 millones de euros. La start up de entregas a domicilio inmediatas está especializada en el sector retail e ecommerce, aunque también hace entregas de comida. La compañía cuenta con clientes como Zalando, The Kooples o Nice Things, entre otras.

 

“Utilizamos funcionalidades avanzadas de análisis y big data, que incluyen expedición automática, geolocalización de los partners mensajeros en tiempo real o integración API con todo tipo de comercios, hemos rebajado el tiempo de recogida de los pedidos hasta siete minutos de media, con entregas en menos de una hora”, explica Marta Álvarez, directora general de Stuart.

 

 

 

 

Otro de los ganadores de este modelo es Paack. La start up fue pionera en la entrega rápida en España de la mano de El Corte Inglés con quien firmó un acuerdo para efectuar el reparto en dos horas. Hoy también trabaja con marcas como El Ganso, Decathlon o Loewe, entre otras.

 

“Somos una empresa logística con un amplio componente tecnológico”, explica el cofundador de la compañía, Xavier Rosales. “Las estructuras anteriores estaban basadas en el modelo B2B, con capacidad para entregar en diez días, pero con tecnología vimos que podíamos entregar en el mismo día”, añade el emprendedor.

 

Otros operadores como Glovo o Deliveroo también están cambiando la operativa de la última milla, pero con un modelo de negocio diferente. A diferencia de Paack o Stuart, que ponen su tecnología a disposición de las marcas, Glovo o Deliveroo actúan a modo de marketplace, dirigidos al consumidor final. El core business de ambos es la entrega a domicilio a través de riders.

 

Glovo ya ha integrado en su menú de servicios a algunos retailers de moda. Deliveroo, por su parte, añade además la capacidad de identificar tendencias. “Algo en lo que somos pioneros, y que sería trasladable al sector de la moda, es que identificamos qué demandan los consumidores en cada zona con análisis big data”, comenta la directora general de la empresa en España, Diana Morato. Es decir, la start up realiza mediciones de los productos más solicitados y asesora estratégicamente a las compañías con estos datos. 

 

 

 

 

Uno de los operadores más veteranos, Seur, considera estos modelos complementarios al suyo, según apunta Karen Thouret, responsable de la división de grandes cuentas y de ecommerce en la empresa. La compañía de transporte tiene entre sus clientes empresas de moda como Inditex, Mango, Grupo Cortefiel, Adolfo Domínguez, Adidas o Swarovski.

 

“El ecommerce ha conseguido cambiar los plazos, pero ofrecer una solución fácil y ágil de logística inversa continúa siendo un reto”, señala Thouret. La ejecutiva tiene claro que el futuro de la logística pasa por los almacenes urbanos para abastecer pequeñas zonas de influencia.

 

Seur ya ha dado pasos en este sentido, pues en sus planes se encuentra la apertura de 14 nuevos hubs logísticos urbanos en Barcelona, Sevilla, Bilbao, Valencia o Madrid. Thouret subraya que el gran reto pasa por repartir en los cascos urbanos, donde la movilidad es más compleja: “estamos analizando otras formas de entrega en estas áreas como la bicicleta, la moto eléctrica o de gas natural”, avanza.