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Los centros comerciales en 2018: un sector dinámico y vibrante en todo el mundo

Jorge Lizán, director general de Lizan Retail Advisors, desgrana el fenómeno del apocalipsis retail que vive Estados Unidos y apunta las nuevas tendencias que marcarán el futuro de los complejos comerciales.

Tribuna: Jorge Lizán

24 ene 2018 - 04:41

Los centros comerciales en 2018: un sector dinámico y vibrante en todo el mundo

 

 

Recientemente tuve la oportunidad de volver a asistir como cada año a Mapic, la mayor feria del retail a escala mundial. Mapic, que tiene lugar en Cannes (Francia), es el lugar donde la industria global de retail se reúne para hablar de las tendencias y de los temas que afectan al sector en diferentes regiones del mundo.

 

Mapic reunió cerca de 10.000 asistentes de más de setenta países que, además de asistir a las sesiones, también se reunieron con colegas de la industria con el objetivo de desarrollar nuevos negocios. El tema de este año fueron los restaurantes y cómo el segmento de alimentos y bebidas está aumentando su importancia y presencia en los centros comerciales de todo el mundo.

 

Es difícil reconciliar el ambiente festivo y de alguna manera inspirador de los asistentes a Mapic y de los temas que ahí se discutieron con lo que leemos todos los días en la prensa, sobre todo en Estados Unidos, del famoso apocalipsis del retail de 2017. Y no podemos negar que la situación de la industria, sobre todo en Estados Unidos, es difícil. Pero el retail, tanto físico como electrónico, está prosperando en general en todo el mundo.

 

 

 

 

En 2017, en Estados Unidos fuimos testigos de la liquidación de varios retailers. Sólo hace falta caminar por cualquier centro comercial para ver algunas ubicaciones de grandes almacenes como Macy’s o Sears cerrados. Los centros comerciales también han sentido esta crisis, ya que cerraron varias de sus tiendas donde alguna vez se ubicaron empresas como Radio Shack, Rue 21, The Limited, Wet Seal o BCBG Max Azria.

 

La liquidación de varios retailers especializados, sumado a los cierres de múltiples ubicaciones de grandes almacenes, ha dejado a los desarrolladores con tiendas vacías obligándoles a desarrollar estrategias innovadoras. Pero no sólo los desarrolladores han estado cambiando físicamente sus centros comerciales, sino también transformando la cúpula de sus compañías.

 

Sin embargo, esto no es un fiel reflejo de lo que está pasando con el retail actualmente. El famoso apocalipsis del retail, que teóricamente está sucediendo en Estados Unidos, realmente no coincide con la realidad. En 2017, los retailers norteamericanos han abierto 1.300 tiendas más de las que han cerrado. Sumando la categoría de restaurantes, el número se dispara a 4.000 aperturas con más de 5.000 nuevos establecimientos planeados para 2018.

 

 

 

 

El problema es que muchas de las cadenas que han entrado en liquidación son compañías muy reconocidas en todo el mundo, por lo que estos cierres se han magnificado y han hecho demasiadas olas. La realidad es que en Estados Unidos el 42% de los retailers han sumado nuevas tiendas, mientras que sólo el 15% de las empresas las han reducido.

 

Amazon no es el culpable de muchas de las liquidaciones de retailers. Numerosas de estas quiebras son de compañías que en algún momento fueron adquiridas por hedge funds, que en muchos casos hicieron que estas empresas acumularan deuda para después liquidarlas. A decir verdad, muchos de estos retailers son rentables, y algunos tienen incremento de ventas, pero esos recursos se fueron para pagar la deuda. Por otro lado, es cierto que algunos retailers sí son culpables de su destino al no haber entendido a sus clientes o al no adaptarse a los cambios del consumidor.

 

En Estados Unidos, la mitad de las quiebras de retailers corresponden a la categoría de moda y electrónicos. El cambio en el comportamiento de los consumidores, los cuales están privilegiando a las tiendas de descuentos y a las marcas de fast fashion, además de la penetración del comercio electrónico, que ha impactado sobre todo estas categorías, son algunas de estas causas.

 

 

 

 

Las desarrolladores de centros comerciales en Estados Unidos se han tenido que reinventar, cambiando sus estrategias comerciales y sus marcas para adaptarse mejor a los cambios del mercado. Los principales grupos de complejos comerciales han adaptado sus propiedades para convertirlas en lugares más atractivos al público, con una mayor oferta de estilo de vida y entretenimiento.

 

Y, en este proceso, las tiendas de moda han reducido su superficie comercial de manera significativa, y, en algunos casos, están siendo reemplazadas por otros formatos de tiendas. De acuerdo con distintos estudios, la oferta de moda de los centros comerciales se ha reducido del 70% al 50% de la superficie de los complejos comerciales de Estados Unidos. Mientras, el espacio para la categoría de alimentos y bebidas se ha incrementado del 5% al 10% en los últimos diez años. En Europa, estos números alcanzan un 15% o hasta 20% de la oferta de muchos centros comerciales del continente.

 

En este sentido, los complejos comerciales de todo el mundo ya no son sólo un lugar de compras, sino uno de reunión de los ciudadanos, por lo que no pueden desaparecer. Los centros comerciales están evolucionando con la incorporación de más gastronomía, entretenimiento, servicios, gimnasios y otros usos tales como hoteles, clínicas, oficinas y hasta escuelas.

 

 

 

 

El negocio de los grandes almacenes ha sido impactado fuertemente por los cambios demográficos. Actualmente, muchos almacenes departamentales viven de rentar espacio a marcas que abren corners, perdiendo su verdadera vocación original. Algunas de las compañías de grandes almacenes en Estados Unidos vale más actualmente por el real estate que poseen que por el negocio al que realmente se dedican: las ventas. Y algunos de los inversionistas dueños de estas compañías las están forzando a deshacerse de estas propiedades para generar valor y lograr rentabilidad.

 

El cierre de establecimientos es algo natural en el ciclo de desarrollo de retail. Lo que sucede en este momento es que con Internet y las redes sociales esta dinámica se ha acelerado, ya que una marca fácilmente puede ponerse de moda y dejar de estarlo de una forma más rápida que en el pasado. Lo cierto es que cada vez se está borrando más la frontera entre el terreno online y el offline. Los retailers que no evolucionen y se adapten a la nueva realidad y a los nuevos gustos y aspiraciones de sus clientes tenderán a morir y desaparecer. Pero mientras tanto, esta es una de las épocas más fascinantes para estar en la industria del retail.

 

 

Jorge Lizán es director general de Lizan Retail Advisors