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Lenzing, tres nuevas fibras en nueve meses para sostener el 50% del negocio en 2020

El gigante austríaco de la viscosa lanzó el pasado viernes en París su nuevo filamento Tencel Luxe, el primer lyocell que se desarrolla en continuo y que permite mezclarse con fibras nobles como seda, lana y cashmere.

S. Riera

9 oct 2017 - 04:39

Lenzing, tres nuevas fibras en nueve meses para sostener el 50% del negocio en 2020

 

El mercado de las fibras está en ebullición. La austríaca Lenzing, uno de los mayores fabricantes de viscosa del mundo por cifra de negocio, ha lanzado en sólo nueves meses tres nuevas fibras al mercado: Refibra, de textiles reciclados; EcoVero, elaborada con procesos totalmente sostenibles, y la última, Tencel Luxe, un filamento continuo para mezclar con seda, lana y cashmere. 

 

Frente al Museo Galiera de París, uno de los referentes de la historia de la indumentaria, Lenzing utilizó las instalaciones del Palais de Tòkio, las mismas que una semana antes habían acogido los desfiles de la semana de la moda de París, para lanzar Tencel Luxe, su tercera innovación en lo que va de 2017. Mientras el Museo Galiera reivindica estos días la figura del granadino Mariano Fortuny, pionero del diseño textil y de la moda, a unos pocos metros, la industria textil continuaba dándole vueltas al negocio. 

 

Lenzing empezó a gestar este cambio de orientación estratégica hace diez años, aunque no fue hasta finales de 2015 cuando comunicó su nuevo rumbo. Tras ejecutar un fuerte plan de reestructuración en 2013 y 2014 (que supuso el despido de cerca de un millar de trabajadores, el cierre de dos fábricas y el cambio de consejero delegado), la empresa se marcó como objetivo que la mitad de su negocio procedería en 2020 de las fibras especiales, es decir, todos los materiales que no fueran la viscosa estándar. 

 

 

 

 

En aquel momento, el grupo tan solo contaba con dos fibras en esta área, el modal y el lyocell, versiones más sofisticadas de la viscosa común, elaboradas con procesos circulares, mediante la reutilización de químicos y agua. Ahora, Lenzing suma en este apartado tres marcas más y el propósito es continuar avanzando en este sentido. Desde 2015, la compañía ha realizado un fuerte esfuerzo inversor en ampliar la capacidad de las fábricas en Europa y Estados Unidos y ha iniciado la construcción de una factoría en Tailandia para la producción de lyocell, que hasta ahora sólo fabricaba en sus plantas europeas.

 

Con Tencel Luxe, Lenzing quiere ahora posicionarse en el segmento más alto de las materias primas textiles, en el mismo nivel en el que están las consideradas las fibras nobles, como la lana, el cashmere y la seda. La aportación de Tencel Luxe es que es un filamento continuo, mientras que las diferentes fibras celulósicas (procedentes de la madera), como la viscosa clásica, el modal o el lyocell, son cortadas y no existe tecnología para mezclarlas con las nobles, que son continuas.

 

También son continuas las fibras artificiales (derivadas del petróleo), como el poliéster, el nylon o el acrílico, pero frente a ellas, Tencel Luxe juega la carta de la sostenibilidad. En este sentido, el nuevo filamento se fabrica en la factoría de Austria, que trabaja en círculo cerrado, y es una fibra biodegradable, como el resto de celulósicas.

 

 

 

 

Para el desarrollo de este filamento, Lenzing ha trabajado para testarlo en colaboración con diez socios, entre tejedores, acabadores y confeccionistas. Entre estos están algunos de los principales fabricantes de tejidos seda del mundo, como la japonesa Toyoshima. Tencel Luxe permite mezclas de todo tipo, incluso tejidos totalmente elaborados con ella; permite también mezclas con hilo elástico y procesos de tejeduría de punto y a la plana.

 

En el lanzamiento del pasado viernes también estuvieron presentes representantes de la industria textil, que aplauden todas las innovaciones que están dinamizando el mercado de las materias primas. No obstante, el sector se muestra aún escéptico ante su futura viabilidad. “Estamos aún en el punto de partida y sólo las materias primas que lleguen a popularizarse serán las que finalmente permanezcan”, señalan expertos de la industria.

 

En este sentido, desde el sector se subraya que será difícil poner valor en las materias primas mientras el consumidor no esté dispuesto a pagar más de 19,90 euros por una blusa o 29,90 euros por unos vaqueros. De hecho, Lenzing expone los valores de Tencel Luxe en base a la funcionalidad o la capacidad de adaptación para presionar la cadena desde el inicio. Sin embargo, desde el sector recuerdan que la cadena, desde hace décadas está presionada desde el extremo opuesto, por parte del consumidor.