Equipamiento

La zaragozana Ibercotton invierte seis millones en una segunda fábrica para abordar América

La compañía, que fabrica prendas de punto para compañías de gran distribución en moda, cuenta ya con una factoría con 400 trabajadores en Camboya desde la que produce 1,5 millones de unidades al año.

S. Riera

23 jun 2017 - 04:54

 

Ibercotton engrosa su capacidad. La compañía zaragozana, fabricante de prendas en género de punto para la gran distribución de moda, está tanteando diferentes ubicaciones para instalar su segunda factoría. Nuevos hubs productivos como Etiopía o Myanmar están entre las opciones que baraja para invertir entre cinco y seis millones de dólares en unas nuevas instalaciones productivas.

 

Fundada en 1986 por Vicente Laborda, Ibercotton mantiene su sede en la localidad zaragozana de Garrapinillos, donde concentra sus actividades administrativas, de gestión y logísticas. Con el inicio del nuevo siglo y en plena era globalizadora, el grupo dio sus primeros pasos en el exterior con la puesta en marcha de su primera fábrica fuera de España en Bulgaria.

 

“Durante todo este tiempo no hemos hecho otra cosa que seguir las tendencias del mercado y los requerimientos del cliente, que son lo que te marca el camino para producir mejor y más barato”, asegura César Laborada, hijo del fundador y actual consejero delegado de Ibercotton. El empresario explica que pusieron en marcha la factoría de Bulgaria en el año 2000 y, nueve años después, construyeron otra en Camboya, donde terminaron por concentrar toda su actividad.

 

 

La empresa, especializada en la producción de prendas de género de punto para hombre, mujer y niños, empezó trabajando para los grandes retailers españoles y, cuando dio el paso al exterior, abrió su cartera de clientes a grupos de distribución internacionales. En la actualidad, Ibercotton es uno de los proveedores de las mayores marcas de moda de España, así como de otros actores del sector en Canadá, Bélgica, Reino Unido o Dinamarca, entre otros países.

 

Ibercotton cuenta en la actualidad con una plantilla de diez personas en sus oficinas de Zaragoza y de alrededor de 400 en su fábrica en Camboya. La factoría asiática tiene capacidad para producir 1,5 millones de prendas al año. Para apuntalar su crecimiento, la empresa se ha marcado ahora el objetivo de extender su músculo productivo y ha empezado a estudiar opciones para instalar una nueva fábrica.

 

“Estamos buscando en varios países porque en este negocio nunca sabes qué va a pasar y es complicado determinar el dónde”, asegura Laborda, que espera poner en marcha este nuevo proyecto a finales de año. Con esta segunda unidad productiva, la empresa quiere también poder abordar el mercado americano, en el que ahora apenas tienen presencia. “Este es un territorio que puede ser muy importante para nosotros y que ahora no tocamos”, asegura.