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La guerra de la 'lycra'

Silvia Riera

21 ago 2012 - 06:00

La fibra estrella de los ochenta vuelve a vivir una época dorada con el éxito de los leggins y los pitillo. La marca estadounidense Lycra, que fue quien inventó la fibra elástica, invierte esfuerzo y capital en proteger su nombre, que la Real Academia de la Lengua (RAE) ya toma como genérico dedicándole una entrada en el diccionario de la lengua española. Lycra, que hasta ahora ha liderado el mercado de la fibra elástica, ve perder su dominio en Europa, que ahora controla su principal competidor, la marca coreana Creora.

 

El popular elastómero Lycra deja de ser el más vendido en Europa. Creora lidera ya el mercado de las fibras elásticas en el continente europeo, según ha explicado el responsable de la oficina de Creora en Barcelona, Juan Carlos Pasamón a Modaes.es. Su homólogo en LycraAlistair Williamson, se defiende asegurando que el objetivo de su empresa es “ser líderes en producto diferenciado, no en facturación”.

 

La fibra elástica es una de las materias primas que más se utiliza en las prendas, sobre todo de íntimo y baño, porque proporciona una mayor comodidad. En los últimos años, el consumo de esta fibra ha aumentado gracias, por un lado, a las tendencias de moda y al éxito de la prenda exterior ajustada. Y por otro lado, al incremento de la producción de prendas a nivel global.

 

Lycra, propiedad del grupo estadounidense Invista, ostenta el título de inventor de esta fibra, que hace cincuenta años revolucionó la industria textil al dar a las prendas, sobre todo a las íntimas, adaptabilidad y confort. Por su parte, el grupo coreano Hyosung lanzó Creora hace veinte años con el propósito de liderar el segmento de la fibra elástica.

 

Creora compite en el mercado del elastómero con un producto de una calidad similar al de su competidor, pero a “un precio ajustado”, según señala Pasamón. “Creora no añade al precio el valor de la marca”, subraya el directivo. El fabricante coreano trata de desmarcarse de la estrategia de Lycra, orientada a acciones de márketing dirigidas al consumidor final. Williamson explica que Invista no tiene previsto abandonar esta política ni tampoco tocar los precios de su elastómero.

 

Europa es un mercado en el que la industria textil, la principal consumidora de fibra elástica, no crece. Pasamón explica que el europeo es un mercado maduro, que sólo permite crecer restando cuota de mercado a la competencia. Las oficinas de Creora en Barcelona se abrieron hace diez años con el objetivo de desarrollar el mercado europeo.

 

Según explica Pasamón, “a finales de los 90, Creora ya tenía suficiente peso en Europa para liderar el mercado en unos años”, reto que ha logrado con la apertura de la oficina en España y la puesta en marcha hace dos años de una nueva fábrica en Turquía, que produce el 90% del elastómero que se consume en el continente europeo. En Europa, Creora también está presente en Milán, con oficinas comerciales y un centro logístico, y Frankfurt. Desde la oficina de Barcelona, Pasamón cubre la zona de Portugal, Norte de África, Francia y Reino Unido.

 

Es difícil comprobar el liderazgo de Creora en Europa, ya que, igual que Lycra, no facilita ningún dato económico y sus filiales españoles son sólo oficinas comerciales. La empresa coreana produce 135.000 toneladas al año fibra elástica en siete centros de producción en China, Corea del Sur, Vietnam, Turquía y Brasil. El área textil de Hyosung, que además de elastómero incluye poliéster y nylon, facturó en el primer trimestre de este año 467.700 millones de wons (335,4 millones de euros), un 4,3% menos que en el mismo periodo del año anterior.

 

Creora quiere seguir ganando cuota de mercado en Europa y cuenta con el soporte de la fábrica de Turquía, que puso en marcha en 2008 y que, por el momento, tan sólo funciona a un tercio de su capacidad. Pasamón calcula que en dos años, la planta turca trabajará a pleno rendimiento.

 

Lycra y Creora compiten en el mercado del elastómero junto a la japonesa Roica, del grupo Asahi Kasei, que impulsó su actividad en Europa en 2006 con la compra de Lanxess, el negocio de fibras textiles de Bayer, entre las que se encontraba el elastómero Dolarstan. Por otro lado, el grupo químico Dow, que en 2003 lanzó su propia fibra elástica Dow XLA, acabó por abandonar el negocio siete años después por no alcanzar las ventas esperadas.

 

En China, se encuentran otros grandes productores de fibra elástica, aunque, a diferencia de los demás, apenas exportan y se centran en abastecer a la industria local. Pasamón matiza que existe una gran diferencia entre la calidad de las tres marcas de elastómero, que competirían en un segmento premium, y las de los fabricantes de China.