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Integrar proveedores externos, la última moda en el sector de la relojería

Sarah García

23 abr 2012 - 11:54

El sector de la relojería se encuentra en un buen momento, sobre todo gracias al aumento de la demanda de lujo en los mercados emergentes. Esta gran demanda ha provocado un cambio en la estrategia de muchas compañías relojeras, que se han visto desbordadas por el incremento de pedidos.

 

Para poder garantizar la cadena de suministro y evitar embotellamientos, como los padecidos a principios de este año, las empresas han decidido hacerse con el control de muchos de sus proveedores e integrarlos en la estructura de la compañía. De este modo, garantizan los pedidos y controlan todos los procesos de forma más exhaustiva.

 

Este cambio de estrategia se empezó a notar a mediados de 2011, cuando el gigante del lujo PPR, propietario de Gucci y Puma, se hizo con una participación mayoritaria de la firma suiza de relojería Sowind Group. La entrada se realizó mediante una ampliación de capital con la que pasó a controlar el 50,1% del accionariado de la compañía. Sowind Group produce anualmente alrededor de 15.000 relojes.

 

En el mismo mes, el grupo francés LVMH se hizo con el fabricante suizo de relojes Le Fabrique du Temps a través de Louis Vuitton. Fundada en 2007, Le Fabrique du Temps había sido socio de Louis Vuitton desde su creación. Con la adquisición de la empresa, especializada en la fabricación de mecanismos como el Tourbillon o el Minute Repeater, Louis Vuitton reforzó su división de relojería, iniciada en 2002.

 

Hermès ha sido otra de las compañías que ha integrado a alguno de sus proveedores. En septiembre de 2011, la maison francesa se hizo con el 32,5% del fabricante de cajas de relojes Joseph Erard Holding, y a principios de este año se confirmó que la empresa se encontraba en negociaciones para hacerse con el control de la compañía fabricante de relojes Natéber.

 

Con sede en Suiza, Natéber es proveedor de la filial de la maison, La Montre Hermès. Si la adquisición se confirma, Hermès aseguraría su cadena de suministro, que en los últimos meses ha padecido importantes embotellamientos.

 

LVMH siguió con las adquisiciones en marzo y, a través de Louis Vuitton, se hizo con el control de la empresa fabricante de diales Léman Cadran. Esta compra garantizará a largo plazo la cadena de suministro para la fabricación de relojes de Vuitton. La compañía, con sede en Ginebra, cuenta con una plantilla de diez personas y, antes de ser adquirida por Louis Vuitton, ya era proveedora de piezas para los relojes de la empresa. Tras la operación, Léman Cadran continuará suministrando material a otras compañías. Louis Vuitton repitió así la misma estrategia que llevó a cabo el pasado noviembre, cuando tomó el control de ArteCa.

 

El conglomerado ha visto cómo la división de relojes y joyería ha incrementado sus ventas en 2012 en relación al ejercicio precedente de forma considerable. La facturación de la división se ha más que duplicado, hasta 630 millones de euros en el primer trimestre del año. En el mismo periodo del año pasado, la división de relojes y joyería registró unas ventas de 261 millones de euros.

 

La estrategia de integrar proveedores la han seguido no sólo grandes firmas de alta relojería como Rolex o Patek Philippe, sino también compañías como Swatch y Festina.

 

El grupo Swatch adquirió recientemente el 100% del fabricante suizo de cajas de relojes Simon et Membrez por una cantidad no revelada por la compañía. El acuerdo de compra incluye la toma de control, por parte de Swatch, del 60% de Termiboîtes, especialista en pulidos.

 

Simon et Membrez era hasta ahora proveedora de muchas de las firmas del grupo Swatch como Breguet o Blancpain. Tras la adquisición por parte de Swatch, la firma continuará sirviendo a clientes externos al grupo.

 

La compañía cuenta con aproximadamente doscientos empleados y tiene su sede central en Delémont (Suiza). Fundada en 1975 por René Simon y Etienne Membrez, Simon et Membrez es la última de las adquisiciones del grupo Swatch, que cuenta con tres compañías fabricantes de cajas de relojes: Comadur, Manufacture Ruedin y Lascor.

 

La española Festina también ha seguido esta estrategia e integró progresivamente a varios de sus proveedores suizos, dedicados a las fabricación de piezas para sus firmas de alta gama, para depender menos de los procesos externos.