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Industrias Morera, el hilo de índigo de Ralph Lauren, Massimo Dutti y Benetton

S. Riera

28 nov 2014 - 04:47

Ralph Lauren, Massimo Dutti o Benetton son tres de los clientes del hilador Industrias Morera. El denim de estos tres pesos pesados de la moda se teje con el hilo tintado en índigo de esta compañía catalana, cuyos orígenes se remontan a 1924. La empresa, que inició su andadura como tejedor, ha ido transformándose a lo largo de su trayectoria hasta especializarse en la producción de hilo para denim.

 

“Si no nos hubiéramos centrado en el índigo y no hubiéramos innovado en el campo del denim, probablemente ya habríamos cerrado”, asegura el director general de Industrias Morera, Javier Morera, a Modaes.es. La compañía dio en 2011 un giro estratégico para potenciar su área de índigo y dejar en segundo plano las otras áreas de la empresa, que son la hilatura, el rizo de toalla y la tintura para la decoración.

 

La apuesta por el denim ha sido determinante para garantizar la continuidad de la compañía. De los 4,5 millones de euros que la empresa facturó en 2013, casi el 80% fueron generadas por el índigo. Para el ejercicio en curso, Morera avanza que la compañía podrá cerrar en cinco millones de euros, registrando un crecimiento del 11%. En la actualidad, Industrias Morera emplea a cuarenta personas, la mayor parte de las cuales trabajan en la planta situada en Avinyó (Barcelona).

 

Hace tres años, Industrias Morera optó por comercializar el hilo tintado de índigo, en vez de ofrecer sólo el servicio de tintura. Este viraje les ha permitido desarrollar su propia carta de colores y contar con una gran variedad de hilos no sólo para plana, sino también para circular y tricotosa. Nudie Jeans, Mango o Desigual son otros de los grupos de moda para los que trabaja la compañía. El 70% de las ventas del grupo son internacionales.

 

El siguiente paso de la empresa es subir un peldaño en la cadena de valor y desarrollar los tejidos en base a su hilo tintado. Por ahora, Industrias Morera ha hecho las primeras pruebas en punto y en jaquard elástico. “Muchas veces, los clientes quieren ver muestras del producto final y nos obliga a tejer”, explica el empresario. “Al principio, empezamos con prototipos, que en algún caso ya hemos empezado a comercializar”, asegura.

 

La compañía emprende esta nueva etapa impulsada por las pequeñas y medianas empresas que cada vez más piden el producto acabado para ahorrarse negociar con intermediarios. “El índigo es muy problemático porque, al ser un tinte poco sólido, ensucia los telares y exige además lavados industriales para bajar el tono”, explica Morera. De ahí, que muchos proveedores textiles se nieguen a trabajar en este segmento.

 

Fundada por Marià Morera, la compañía está liderada en la actualidad por el representante de la tercera generación familiar. La empresa ha ido trazando su estrategia en función de la evolución de la industria textil en el territorio. Industrias Morera inició su actividad como fabricante de tejidos para prendas de vestir y no fue hasta la década de los cincuenta cuando incorporó una fábrica de tintura.

 

A partir de los sesenta, la empresa pisó el acelerador y empezó a producir para terceros. Fue entonces, cuando la compañía apostó por la diversificación y se crearon las diferentes áreas de negocio. Con la deslocalización industrial, Industrias Morera sufrió un descenso de las ventas y se vio obligada a cerrar la planta de tejeduría a mediados de los noventa. Desde entonces, la empresa está totalmente volcada en la tintura.

 

Pero la liberalización del comercio textil con la desaparición de cuotas en 2005 tensó todavía más la tesorería de la sociedad a raíz, sobre todo, de la pérdida de clientes en rizo para toallas. La empresa llevó a cabo entonces una reducción de plantilla de cien a treinta trabajadores. “En la actualidad, en todo aquello que no es índigo, hacemos en un mes lo que antes hacíamos en dos días”, asegura Morera.