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Crisis de la estiba: la moda activa el ‘plan B’ para salvar el inicio de temporada

La huelga de los estibadores coincide con la llegada de Asia de los pedidos de inicio del próximo otoño-invierno, que tenían previsto ir a las tiendas españolas en julio y a las europeas, a finales de este mes.

S. Riera

7 jun 2017 - 04:47

 

Medidas de contingencia. La moda activa el plan B para esquivar el parón de los puertos españoles por la huelga de los estibadores. Las protestas de este colectivo en todo el país coinciden con la llegada masiva de las colecciones de inicio de temporada, que deben de estar en las tiendas españolas en julio y, en las europeas, en junio. Sin embargo, ante la previsión de huelga, los grupos de moda ya habían hecho los deberes y habían previsto medidas para evitar el desabastecimiento en los comercios.

 

Igual que la industria de la alimentación, la de la moda está también pendiente de la fecha de caducidad de sus mercancías. Los tiempos son clave para este sector, que no está dudando en activar alternativas más caras que le garanticen llevar la mercancía al punto de venta. No estar en el momento adecuado en la tienda significa perder ventas. Por ahora, los grupos de moda están primando los tiempos a los costes.

 

El principal problema se encuentra en alta mar, en los cargamentos que embarcaron en los grandes puertos de Asia hace unas semanas y se dirigen a los puertos españoles. Aquellas embarcaciones que están a las puertas del país son las más afectadas. Las opciones que tienen son pocas: o bien dejan los contenedores aparcados (pero sin descargar) en sus puertos españoles a la espera de que finalice la huelga o bien los derivan hacia puertos de otros países que se encuentran en su ruta.

 

 

En el primero de los casos, el coste podría dispararse aún más. Poner un contenedor, sin descargar, en un puerto cuesta un máximo de 3.000 euros. Por cada día que permanece aparcado tiene un coste de cincuenta euros. Aparcar, por ejemplo, diez contenedores durante diez días, tendría un sobre coste de 5.000 euros.

 

La opción por la que están optando cada vez más operadores consiste en descargar la mercancía en otros puertos cercanos, como los italianos, franceses, holandeses, portugueses o marroquíes y, desde allí, mover la mercancía por tren o camión hasta el centro logístico más cercano. Otra medida es dejar aparcados los contenedores en estos otros puertos a la espera de que amaine la situación en España.

 

El tercer plan es el avión. La moda siempre ha utilizado este medio de transporte, aunque de manera muy contenida por su elevado coste. Según fuentes del sector, el impacto que tiene el transporte marítimo sobre el coste total de una prenda oscila entre un 8% y un 12%, mientras que en el caso del avión se eleva hasta el 35%.  

 

Por el momento, el caos logístico que pueden provocar las protestas de los estibadores afecta sólo al inicio de temporada. De alargarse la huelga, el sector debería alargar también las medidas de contingencia para el grueso de la temporada.