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Bulevard Rosa se vacía en pleno proceso de venta

Algunos fondos sobrevuelan ya el complejo, pero el reparto de la propiedad entre diferentes ramas de la familia Vives dificulta la operación. Bimba y Lola, el último local de la fachada que quedaba ocupado, ha echado el cierre.

I. P. G.

1 mar 2021 - 04:54

Bulevard Rosa se vacía en pleno proceso de venta

 

 

Bulevard Rosa sigue en busca de un comprador, ahora ya liberado de todos los inquilinos. Bimba y Lola, que ocupaba uno de los locales con fachada a Paseo de Gracia, ha echado el cierre mientras los fondos comienzan a rondar la compra de los bajos que albergaron las galerías comerciales más antiguas de Barcelona. El activo lleva años en el mercado, pero el reparto de la propiedad de los diferentes locales dificulta la venta, según fuentes del sector.

 

Los bajos interiores, que albergaban las propias galerías, cerraron el 31 de julio de 2018. Ya entonces, el dossier de venta pasó de mano en mano y operadores como Decathlon estuvo cerca de firmar el alquiler, pero nunca llegó a concretarse ninguna operación.

 

El año pasado cerró también Nespresso, en el número 55 de Paseo de Gracia, y el local que ocupaba está siendo comercializado por Savills Aguirre Newman. El último en echar el cierre ha sido Bimba y Lola, que está siendo comercializado por Gramar.

 

El proyecto de Bulevard Rosa (llamado así por el Salón Rosa, que ocupó el local en los años treinta) fue impulsado en 1978 por Enric Vives Valls. Hoy, todo el bajo están manos de miembros de la familia Vives, mientras que la primera planta pertenece a distintos anticuarios.

 

 

 

Nacho y Sandra Vives, junto a otros dos hermanos, controlan la superficie que albergaba las galerías, excepto el local de Bimba y Lola. Este es propiedad de la patrimonial de un primo de los hermanos Vives, Jaime Vives, que también es dueño del inmueble del número 95 de Rambla Cataluña.

 

El espacio que ocupaba Nespresso, por su parte, es propiedad al 50% de Nacho y Sandra Vives junto con Julio Fernández Rodríguez, el propietario de la productora Filmax. Originalmente, el local albergaba unos cines de Filmax en el sótano, mientras que la planta baja era del Centre d’Artesania. Se pactó una permuta con la Generalitat, propietaria del Centre d’Artesania, y Fernández se alió con los Vives para hacerse con todo el local.

 

Esta heterogeneidad de propietarios es uno de los factores que dificultan la venta, pero no el único. Aunque hace años Decathlon llegó a sondear el alquiler del complejo, fuentes del sector inmobiliario recuerdan que la propia disposición del activo dificulta mucho la entrada de un gran operador.

 

Las galerías tienen muy poca altura (de menos de tres metros) y para poder tener licencia necesita las salidas de la calle Aragón y la calle Valencia, que no son de la misma propiedad. El local de Bimba y Lola, por su parte, apenas tiene unos metros de planta baja pero es todo prácticamente sótano, igual que el de Nespresso, si bien este tiene mayor fachada.

 

 

 

 

Historia de la galería

Bulevard Rosa abrió sus puertas en 1978 y supuso la primera piedra de la transformación de Paseo de Gracia, que pasó de estar dominada por bancos y oficinas a escaparates. Las galerías fueron de las primeras que se abrían en Barcelona, echaron a andar más de una década antes de que lo hicieran L’illa Diagonal y Glòries, ya bajo el modelo de centro comercial. 

 

El proyecto estuvo impulsado por el empresario Enrique Vives Valls, quien fue también uno de los fundadores de lo que hoy es el centro comercial El Triangle, en la antigua Galería de la Luz de la ciudad condal.

 

Entre sus históricos inquilinos se encontraron desde tiendas como Zas, liderado por Pilar Mijangos, hasta la discoteca Studio 55, pasando por cadenas como Globe o Coronel Tapiocca.

 

Con la segunda generación al frente, representada por Sandra y Nacho Vives (hijos del fundador), el Bulevard Rosa trató de rejuvenecer su oferta y captar nuevos clientes. Uno de esos proyectos fue el lanzamiento de Pink Tank, un pop up store que reunía cada tres meses oferta de diseñadores de una capital europea. Pero estas iniciativas no fueron suficientes y el bulevar terminó poniendo punto y final en 2018.