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Alex Makow (AsiaInspection): “Sólo el 10% de la población tiene dinero para pagar la calidad”

Silvia Riera

12 abr 2012 - 04:30

Alex Makow es director general para España, Italia y Portugal de AsiaInspection, una empresa dedicada al control de calidad y servicios de inspección, auditoría y test de laboratorio. El 43% de su actividad la genera la industria textil. Afirma con rotundidad que la tendencia hoy en el negocio de la moda es vender prendas más baratas y de menor calidad.

 

Pregunta: ¿Cómo ha evolucionado la percepción de la calidad por parte del consumidor? 

 

Respuesta: Hoy es relativa y depende del precio. Pienso que en el textil, si el artículo está bien planchado, puede venderse. 

 

P.: ¿Mejorar la calidad implica encarecer la producción? 

 

R.: Si la marca no se queja, el fabricante baja la calidad. Hoy en día, el fabricante en China hace frente al encarecimiento de las materias primas y a la mano de obra. También le cuesta más cerrar pedidos y tarda más en cobrar. Tampoco puede aumentar el precio para mejorar la calidad. Todo ello repercute en la calidad. Es muy evidente el cambio de material. Hoy la calidad debe ser la justa y la mínima para no encarecer el precio final. 

 

P.: ¿Quién es el culpable del descenso de la calidad, los fabricantes chinos o las marcas europeas? 

 

R.: Las marcas lo tienen claro: cambian de proveedor. Ahora rotan más, porque siempre se trata mejor al cliente nuevo que al antiguo. De ahí también que el fabricante en China no quiera depender tanto de la marca occidental y opte por su mercado interno. 

 

P.: Existen malas prácticas habituales, como la falsificación de documentos, test de laboratorio y certificados de calidad. ¿No son válidos los controles a las importaciones que realizan las aduanas de los países destino? 

 

R.: En las aduanas no hacen, por ejemplo, test de laboratorio que evalúen si una prenda encoje o se deforma. 

 

P.: ¿Y en test más complejos, sobre el uso de químicos prohibidos en Europa? 

 

R.: Aduanas tiene otros artículos más peligrosos que controlar que el textil, como el tráfico de estupefacientes o productos infantiles defectuosos. Tampoco tiene repercusión en los medios los efectos sobre la salud de ciertos productos químicos que se utilizan en prendas. 

 

P.: ¿Cuál sería la mala práctica más habitual por parte de los proveedores chinos? 

 

R.: Lo más normal es que envíen una muestra y luego no se corresponda con el producto final porque han subcontratado la producción. Esto ocurre en el 80% de los casos que inspeccionamos. 

 

P.: ¿Las prendas defectuosas se tiran? 

 

R.: No. Las prendas con tara se van al outlet. Y de ahí a la tienda de los chinos y más tarde al mercadillo ambulante. Hoy incluso interesa estar en el outlet. De hecho, no paran de abrir outlets y de cerrar tiendas convencionales. 

 

P.: ¿Lo barato está de moda? 

 

R.: Hoy la tendencia es vender más barato y a menos calidad. Se impone porque se acentúa la diferencia entre una clase media que mira más el precio y una clase alta con capacidad para comprar caro. Las gamas medias tienden a desaparecer. Sólo el 10% de la población tiene hoy dinero para pagar la calidad. El resto, la ganga o nada. 

 

P.: ¿Lo barato sale caro? 

 

R.: Lo bueno tiene que ser caro. Es imposible que lo barato sea bueno. Si se quiere pagar poco, la calidad será baja; si se prefiere calidad, hay que pagarla. Desaparece el precio medio porque también desaparece la clase media. 

 

P.: ¿Qué porcentaje representa el textil en su actividad? 

 

R.: Representa el 43%. Es el único sector en España que mantiene su actividad productiva en China, sobre todo de prendas femeninas e infantiles. En hombre, la producción ha descendido porque ha caído el consumo. 

 

P.: ¿Prevén que aumente este porcentaje? 

 

R.: Esperamos que en seis meses alcance el 50%. No porque el textil incremente su producción, sino porque descienda la de los otros sectores con los que trabajábamos. En los últimos años, el sector del regalo fue uno de los más fuertes, aquellos regalos que se ofrecían con la compra de otros artículos, ya sea con el periódico o por abrir una cuenta de ahorro. Esto ahora ha desaparecido. Por otro lado, hemos ampliado nuestra actividad de control de calidad a los países del norte de África  (Marruecos, Argelia, Egipto y Túnez), porque parte de la producción que abandona China se instala en ellos. 

 

P.: ¿Cuál cree que es el motivo por el que el textil mantiene su producción en China? 

 

R.: Porque es fácil y barato de transportar, de mover y de distribuir. Pesa y ocupa poco. En un contenedor cabe muchísima ropa. 

 

P.: ¿Deslocalizar todavía es válido sólo para grandes grupos?

 

R.: También lo utilizan marcas más pequeñas, a las que les es rentable compartir un contenedor por avión.

 

P.: ¿Con qué marcas de moda trabajan? 

 

R.: Con cualquier marca que trabaje en China de manera habitual, desde proveedores de las grandes marcas a las mismas grandes marcas, que ya tienen sus propios inspectores, pero con las que colaboramos para puntas de trabajo. 

 

P.: ¿Han aumentado el número de clientes de moda? 

 

R.: Tenemos menos inspecciones por cliente, pero trabajamos con más marcas.