Entorno

Venezuela, nueva era para un mercado con potencial para la moda española

Iria P. Gestal

7 dic 2015 - 14:42

La Cascada

 

 

Venezuela abre un nuevo capítulo en su historia. Tras dieciséis años de chavismo hegemónico, la coalición que aglutina a la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática, logró este domingo la victoria en las elecciones parlamentarias. Aunque todavía es pronto para hacer prospecciones, el cambio de rumbo de la cámara legislativa venezolana plantea un nuevo escenario en un mercado de 31 millones de euros para la moda española.         

 

El triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática de ayer rompe con casi dos décadas con todos los poderes del Estado dominados por el chavismo. Es la primera vez que la oposición logra una mayoría en el Parlamento desde su constitución en el año 2000, después de la disolución del antiguo Congreso.

 

Sin embargo, aunque el giro en el poder legislativo podría augurar una mayor apertura de Venezuela a la inversión internacional, uno de los mayores hándicaps de la moda española en su empeño por extenderse en el país continúa siendo la situación económica.

 

Venezuela es la primera potencia mundial de petróleo y, sin embargo, el país está sumido en una dramática crisis económica, radicalizada en el último año por el desplome del precio del petróleo, que ha caído desde los 100 dólares por barril durante el mandato de Hugo Chávez a los 34 dólares actuales.

 

Durante su mandato, Chávez devaluó cinco veces el bolívar, lo que dio todavía más alas a una inflación ya galopante, que hoy se sitúa en el 217%, la mayor del planeta. Además, debido a la excesiva dependencia del petróleo, el país confía su aprovisionamiento a las importaciones y apenas produce nada.

 

En el tercer trimestre, la economía del país se ha desplomado un 9%, acumulando ya siete trimestres en recesión. Todo esto se suma a unos niveles de desabastecimiento que superan el 60% y una inestabilidad política que dificulta todavía más la entrada en el país.

 

Junto a la inestabilidad política y la situación económica, el tercer polo que acecha el mercado de la moda en Venezuela es la inseguridad y la violencia. En 2013, el país registró más de 24.000 asesinatos, de los cuales sólo se resolvieron el 10%. Esto ha convertido a los grandes almacenes y centros comerciales en la única opción más o menos segura para el desarrollo del retail.

 

Con todo, la moda española ha apostado por el mercado venezolano, ávido consumidor del sector. Según Euromonitor, el consumo de prendas de vestir femeninas aumentó un 38% en 2014 en Venezuela. En volumen de piezas, se vendieron un 21% menos que el año anterior, hasta 61 millones de unidades.

 

El país sudamericano, de 28,8 millones de habitantes, es el cliente número 65 de la moda española, por detrás de Noruega y por delante de Letonia. Entre enero y septiembre de este año, el sector vendió a Venezuela productos de moda por valor de 17,24 millones de euros, un 11,5% más que en el mismo periodo del año anterior. El dato supone un repunte tras de dos años registrando desplomes del 40% en 2014 y del 46,45% un año antes.

 

Inditex fue uno de los primeros operadores en desembarcar en el país. La compañía opera en Venezuela con el grupo Phoenix World Trade, basado en Panamá. Actualmente suma en torno a 25 puntos de venta en el país, diez de ellos de Zara, otros diez de Bershka y cinco más de Pull&Bear, aunque su presencia en el mercado venezolano no ha estado exenta de problemas.

 

En 2013, el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) ordenó el cierre de las tiendas de Zara en el país durante 72 horas, después de que la cadena decidiera subir sus precios para adaptarse a la devaluación del bolívar. El Gobierno acusó a la operadora de usura, de realizar ofertas engañosas y de exceso de ganancias.

 

En enero del año pasado, el Ejecutivo aprobó un nuevo decreto, la Ley de Precios Justos, que regula todavía más los precios, costesd y máximos beneficios que pueden obtener las empresas. El decreto también añade restricciones para la compra de divisas, necesaria para la importación, que está limitada por un sistema de cuotas desde 2003.

 

Otro de los problemas a los que ha tenido que enfrentarse Inditex en el país ha sido el desabastecimiento. En abril del año pasado, Phoenix World Trade se vio obligado a cerrar de nuevo las franquicias de Zara debido al desabastecimiento que afectaba a los comercios venezolanos.  

 

Otros grupos españoles de distribución de moda como Mango o Desigual también están presentes en el país, con cuatro y dos establecimientos, respectivamente. Por su parte, Grupo Cortefiel cuenta con cinco puntos de venta de la cadena Women’Secret.

 

Otras marcas españolas que han desembarcado en el mercado venezolano son Smash, Marypaz o Jesús Peiró. Pronto se sumarán a esta lista Pretty Ballerinas y Scalpers, que entrará en Venezuela tras dar entrada al grupo Phoenix World Trade en su capital.