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Unión histórica en España: la moda hace ‘lobby’ para optar a 11.000 millones de la UE

De la mano de Deloitte, la industria de la moda diseña un “plan de transformación disruptiva”. Liderado por CIE, ModaEspaña y Fice, ha logrado implicar a gigantes como Inditex y Tendam.

Pilar Riaño

16 abr 2021 - 05:00

Unión histórica en España: la moda hace ‘lobby’ para optar a 11.000 millones de la UE

 

 

Por primera vez en la historia, todos los eslabones de la cadena de valor de la moda en España se unen con un fin común: optar a los fondos europeos para la reconstrucción de la economía tras el Covid-19. Las patronales Consejo Intertextil Español (CIE), Confederación ModaEspaña y Federación de Industrias del Calzado Español (Fice) lideran un movimiento que representa a gigantes de la gran distribución y de la industria, así como a pymes y a todos los eslabones intermedios, para diseñar un “plan de transformación disruptiva en todo el sector” de la mano de la consultora Deloitte. Más de 400 empresas apoyan la elaboración de un plan que está valorado entre 11.000 millones y 12.000 millones de euros, según estimaciones preliminares.

 

Mientras en otros sectores, como la construcción, el automóvil o el turismo, el movimiento lobista es habitual en España, la industria de la moda se caracteriza por su desunión, con un sinfín de organizaciones que representan a diferentes subsegmentos. Además, el sector adolece de una patronal que represente de forma única a todos los actores de la cadena de valor. Este hecho provoca que la industria de la moda carezca de la representación en las instituciones que le correspondería teniendo en cuenta su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) del país y de los grandes grupos que operan en él.

 

En 2019, la aportación relativa del negocio de la moda en España al PIB del país se situó en el 2,8%, en línea con el año anterior, según la edición de 2020 del Informe Económico de la Moda en España. La aportación de la moda al PIB se sitúa por encima del 2,6% del sector primario, y sólo algo por debajo al 3,6% de la banca y los seguros o del 5,8% de la construcción. Antes del golpe del Covid-19, la industria de la moda representaba el 4% del mercado laboral español y el 8,9% del total de las exportaciones.

 

 

 

 

La crisis del coronavirus ha forzado la unión en la moda. El sector en su conjunto se ha unido para optar a los fondos Next Generation EU y presentar el pasado marzo un manifiesto de interés ante el Ministerio de Transición Ecológica para llevar a cabo este plan de transformación del sector. Este plan se vehiculará a través de un observatorio para la transformación de los sectores textil, moda y calzado.

 

El objetivo es que el Gobierno termine convirtiéndolo en un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), es decir, un proyecto tractor que impacta en todo el sector. Tras el visto bueno del Gobierno, deberá recibir luz verde por parte de la Unión Europea. 

 

El plan de transformación engloba moda, textiles técnicos y textil hogar y recoge también a sectores afines, como el químico o la tecnología. Más de 400 empresas y entidades, tanto nacionales como internacionales y de todos los tamaños, han dado ya su apoyo y está previsto que un mayor número se sume en las próximas semanas.

 

Además de las patronales que lideran (CIE, ModaEspaña y Fice), otras como la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex) o la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged) también forman parte del movimiento.

 

Los impulsores han logrado también el apoyo de gigantes españoles de la gran distribución de moda como Inditex, Tendam y El Corte Inglés, así como compañías internacionales del sector como H&M y grandes grupos industriales del país, como Textil Santanderina y Antex. También están involucrados en el diseño del plan asociaciones, organizaciones y empresas internacionales con presencia en España y empresas de sectores afines, como Repsol, Basf o Dupont.

 

A lo largo de los últimos dos meses, los diferentes representantes de la cadena de valor del sector han mantenido reuniones preparatorias bajo la mirada conjunta de Deloitte, consultora escogida para trabajar en el diseño del plan de transformación. Está previsto que hoy se decida el vehículo que gestionará el proyecto y el lunes comenzará la comunicación con asociados y estamentos públicos.

 

 

 

 

El plan de transformación

La sostenibilidad jugará un papel fundamental en el plan de transformación del sector, no sólo por las nuevas demandas del consumidor y las estrategias de las empresas, sino también por las normativas españolas y europeas que entrarán en vigor en breve.

 

La más inminente es la prohibición de la destrucción de excedentes no vendidos, contemplado en el anteproyecto de Ley de Residuos, que el Gobierno prevé aprobar este mismo año. Además, este año la Comisión Europea publicará la Estrategia para los productos textiles sostenibles, que determinará cómo promover la circularidad y la sostenibilidad del sector.

 

Estas dos normativas afectarán tanto a la industria como a la distribución y tanto a grandes compañías como a pequeñas. Dentro del plan que prepara el sector se incluirá, por ejemplo, el impulso de un hub de reciclaje textil en el país, un proyecto liderado por el CIE de la mano de la patronal europea Euratex.

 

Aunque aborda también aspectos como la digitalización, el objetivo del plan de transformación es apostar por un cambio de modelo en el sector centrándose en la sostenibilidad y abarcando toda la cadena de valor, comenzando en el diseño (con proyectos como la puesta en marcha de un centro de formación en ecodiseño) y terminando en la recogida, tratamiento y reintroducción en el circuito de las fibras textiles.

 

Las previsiones pasan por que el grueso de las inversiones se hayan llevado a cabo en un plazo de entre seis y siete años, mismo periodo en que se desembolsarán los fondos de la Unión Europea. De todos modos, fuentes cercanas al proyecto advierten de que el cambio de modelo en el sector no estará completado en este periodo.

 

 

 

 

De dónde procederán los fondos

Los Perte serán el vehículo a través del cual el Gobierno gestionará parte del dinero procedente de los fondos europeos tras la crisis del Covid-19 y forman parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que, en caso de España, está dotado con unos 140.000 millones de euros procedentes de los fondos de la Unión Europea en forma de transferencias y préstamos.

 

Según publicó el Gobierno, se considerarán Perte “aquellos proyectos de carácter estratégico con gran capacidad de arrastre para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad de la economía española”. Estos proyectos contarán con trato preferencial en cuanto a financiación y procesos y deberán movilizar la colaboración público-privada para ejecutar las inversiones necesarias.

 

El Consejo de Ministros es el órgano encargado de identificar estos Perte, teniendo en cuenta su contribución al crecimiento económico del país, su carácter innovador o que favorezcan el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. De momento, el Consejo de Ministros ha identificado de forma preliminar seis posibles Perte, centrados en la industria de la automoción verde y conectada; la generación energética mediante hidrógeno verde; la industria aeroespacial; la agricultura sostenible y eficiente; el uso del español en el ámbito de la inteligencia artificial; y el desarrollo de un sistema nacional de salud puntero”.

 

Los fondos de la Unión Europea, que comenzarán a llegar en 2022 o 2023, representarán alrededor del 30% de la inversión total de todos los proyectos. El resto deberán proceder de inversión privada e iniciativas público-privadas, a lo que los principales actores del sector de la moda están dispuestos. 

 

 

 

 

Historia de una desunión

Históricamente, la industria textil contaba con una gran representación y fuerza económica en España, encabezada por asociaciones de diferentes gremios, del algodón a la seda. Aitpa, la patronal del proceso algodonero, llegó a contar, por ejemplo, con un edificio en propiedad en la Gran Via de Barcelona.

 

A medida que el sector fue perdiendo fuerza industrial (especialmente a partir de la liberación del comercio mundial, en 2005, y la deslocalización a Asia de la producción), su protagonismo se fue desvaneciendo. En paralelo, el desarrollo del modelo de la gran distribución (empresas basadas en tiendas y no tanto en confección), con gigantes como Inditex o Mango a la cabeza, hizo que las antiguas patronales textiles perdieran legitimidad por no representar a los nuevos protagonistas del sector.

 

Hasta 2013, la máxima patronal de la industria de la moda en España era el Consejo Intertextil Español (CIE), formado por Texfor (representante del textil de cabecera), la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) y la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp), estas dos últimas representantes de la confección.

 

A estas tres grandes patronales se suman representantes de otros segmentos, del calzado (Fice), a la piel (Asefma), pasando por el diseño (Acme), artículos infantiles (Asepri), la distribución (Acotex o Modacc) o los químicos (Asociación Española de Químicos y coloristas Textiles, Aeqct), entre muchas otras.

 

Hace ocho años, la negociación del convenio laboral forzó una ruptura del CIE, del que salieron Fedecon y Aegp. Lideradas por Ángel Asensio, las patronales de la confección impulsaron la creación de la Confederación ModaEspaña, una entidad a la que se han ido adhiriendo el resto de asociaciones del sector, pero sin llegar a representar a toda la cadena de valor.