Entorno

Turbulencias en el algodón: China sale de la partida y plantea un nuevo escenario

S. Riera

16 jul 2014 - 04:55

 

El precio del algodón continúa a la baja a las puertas del inicio de la nueva temporada. La caída del valor de esta materia prima, que es fundamental para la industria de la moda, contribuirá a dar oxígeno a los márgenes de empresas, pero trae como consecuencia un nuevo escenario para el mercado de las materias primas. El nuevo contexto se caracteriza por un incremento de los stocks globales, un descenso de las subvenciones en economías desarrolladas y un mayor protagonismo de países emergentes.

 

El próximo 1 de agosto empezará la nueva temporada 2014-2015 marcada por el parón de las compras de China para el engrose de sus stocks. El fin de la política china de acumulación de algodón para sus reservas nacionales está provocando una fuerte presión a la baja sobre los precios porque representa un importante freno al comercio internacional. Por otro lado, Estados Unidos, el principal exportador del mundo de esta materia prima, ha anunciado una producción excelente en la temporada 2013-2014, que ahora concluye.

 

Este choque de trenes ya ha traído las primeras consecuencias al mercado de futuros. Los precios del índice neoyorkino ICE Futures llevan dos semanas a la baja. El lunes, los precios trataban de remontar sin éxito dos semanas de caída libre. El pasado viernes, el precio a futuros  cerró a 67,10 centavos por libra, el más bajo desde junio de 2012, rebasando la línea psicológica de los 70 centavos por libra.

 

El descenso del valor vino provocado por las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que avanzan un incremento de la producción y de las reservas en todo el mundo. El Ejecutivo estadounidense calcula que la próxima temporada concluirá con una producción mundial de 115,92 millones de balas, mientras que la demanda se situará en 112,29 millones de balas.

 

Estados Unidos será uno de los países que peor encarará este nuevo escenario. El gigante americano, el principal exportador mundial de esta materia prima, finaliza una de sus temporadas más productivas. El Gobierno del país espera terminar la campaña en curso con una producción de 15 millones de balas, un 16% más que en el ejercicio anterior.

 

El aumento de la producción estadounidense topa con el freno de las compras de China, el principal importador mundial de algodón. El Banco Mundial estima que las importaciones chinas de algodón estadounidense en 2014-2015 se desplomarán un 41% en relación a la temporada actual y se regrese a cifras del año 2009.

 

Incremento de los stocks globales

 

El freno de las compras de China perjudicará a Estados Unidos y los demás países exportadores de algodón. Una de las fórmulas que utilizan los países productores de esta materia prima para compensar la caída de las ventas y contener sus efectos sobre los agricultores locales es activar el engrose de los stocks nacionales.

 

En este sentido, el Ejecutivo de Washington también prevé que los stocks mundiales del algodón alcanzarán en la temporada 2014-2015 la cifra récord de 105,7 millones de balas. El Gobierno de Barak Obama tiene previsto concluir la próxima temporada con reservas de algodón de 4,3 millones de balas, la mayor cantidad de los últimos seis años.

 

Descenso de las subvenciones

 

La acumulación de stocks trata de contener un posible aumento de los subsidios con el fin de mantener la superficie cultivable. De hecho, la plantación de algodón es una actividad agrícola fuertemente subvencionada, tanto en China como en Estados Unidos, aunque en ambos países va a la baja.

 

El Gobierno de Pekín, después de multiplicar por diez las ayudas a los productores de algodón en el periodo 2011-2012, anunció a principios de año que sólo protegerá los cultivos de algodón de la región de Xinjiang. En cuanto a Estados Unidos, el país eliminó las subvenciones a la contratación de seguros para cubrir pérdidas.

 

Esta línea responde a la presión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que en la última cumbre celebrada en Bali el pasado diciembre decidió retomar las negociaciones para eliminar los subsidios del algodón y revisar las políticas arancelarias. El pasado 20 de junio, la OMC celebró la primera reunión al respecto con voluntad de continuar el debate, al menos, dos veces al año.

 

Por primera vez, el organismo de regulación del comercio internacional ha escuchado las reivindicaciones de Los Cuatro del Algodón (cuatro países africanos productores de algodón: República de Benín, Burkina Faso, Chad y Mali), además de India. El descenso de los subsidios y las trabas arancelarias en mercados como Estados Unidos o Brasil beneficiaría sobre todo a India, el tercer mayor productor mundial, por detrás de China y Estados Unidos.

 

Incremento de la demanda de algodón orgánico

 

El interés que despierta el algodón orgánico entre los gigantes de la distribución de moda es tal que ha provocado un incremento en las certificaciones. Uno de los estándares más populares de algodón orgánico, Global Organic Textil Standard (Gots), opera ya en 62 países. En 2013, esta compañía certificadora otorgó su sello a 3.085 empresas de moda en todo el mundo, un 3% más que en el año anterior.

 

A pesar del aumento de la demanda, la producción de algodón orgánico va a la baja. En la campaña de 2011/ 2012, la última de la que se tienen datos, la producción global de algodón orgánico fue de 138.992 toneladas, un 8% menor a la de 2010/ 2011, según datos del Farm & Fiber Report 2013, que elabora Textile Exchange.

 

A pesar del descenso, su porcentaje fue mucho menor que el registrado en la campaña de 2010/ 2011, cuando la caída fue del 37%. Aquella temporada de 2011/ 2012, la producción total de algodón fue de 28,04 millones de toneladas, según el Comité Consultivo del Algodón (Icac, en sus siglas en inglés).

 

La India es el mayor productor mundial de algodón orgánico. El país concentra el 74% de la producción mundial de esta materia prima. Le siguen Siria, China, Turquía y Estados Unidos. En la India, el cultivo de algodón orgánico ha sufrido una fuerte caída a raíz del estricto control reglamentario del Gobierno. Por el contrario, la superficie plantada ha aumentado en países como Benin, Brasil, Mali, Tanzania, Nicaragua, Kirguistán y Tayikistán.