Entorno

Sri Lanka, la fábrica mundial de sujetadores, regresa al mapa del aprovisionamiento

La Unión Europea ha incorporado de nuevo al país asiático en el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, en sus siglas en inglés) siete años después de perderlo por un supuesto abuso de los derechos humanos.

S. Riera

22 may 2017 - 04:41

 

Sri Lanka vuelve a colocarse en el mapa del aprovisionamiento. El país asiático, uno de los polos para las compras de sujetadores, ha cedido ante la Unión Europea introduciendo garantías en derechos humanos y, a cambio, recupera beneficios arancelarios. Entre 2010 y 2016, las ventas textiles del país asiático a la Unión Europea se estancaron en alrededor de 1.500 millones de euros. Su principal cliente en Europa es Reino Unido y su retorno al Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, en sus siglas en inglés) se produce en pleno Brexit.

 

Victoria’s Secret, Gap, Liz Clairbone, Next, Jones New York, Nike, Tommy Hilfiger, Pink, Trimph, Ann Taylor, Speedo, Abercrombie&Fitch, Marks&Spencer o Intimissimi son algunos de los grandes grupos de distribución de moda que recalan en Sri Lanka para gestionar parte de su aprovisionamiento. La fuerte especialización de su industria en el segmento del íntimo y del baño ha logrado mantenerlo en las redes de aprovisionamiento, aunque con ha ido diversificando su actividad hacia el sportswear.

 

Estados Unidos y Reino Unido son los dos principales mercados de destino de las exportaciones de artículos textiles del país, que se sitúan alrededor de 3.000 millones de dólares. La decisión del primero de salir del pacto transpacífico de libre comercio, en el que no estaba Sri Lanka, le ha sido favorable, pero en cambio, la marcha de Reino Unido de la Unión Europea podría pasarle factura.

 

 

En la actualidad, la industria textil y de la confección de Sri Lanka, que desarrolló en las décadas de los ochenta y los noventa al calor de la deslocalización, concentra el 40% del total de las ventas exteriores del país y el 52% del conjunto de los productos manufactureros.

 

Pese al protagonismo del sector en la economía del país, está lejos de las cifras que manejan las exportaciones textiles de otros territorios asiáticos, como China, Bangladesh o Vietnam.

En el ránking de proveedores de artículos textiles y moda de la Unión Europea, Sri Lanka ocupa el puesto número 31, a distancia de otros hubs asiáticos del aprovisionamiento. En los últimos cinco años, además, las compras europeas del sector a este país se han estancado. Las importaciones europeas en 2016 se situaron en 1.508,8 millones de euros mientras que un quinquenio atrás, en 2011, estaban en 1.503 millones de euros.

 

Las compras europeas de este sector a China ascendieron el año pasado a 51.441,3 millones de euros; a Bangladesh, a 14.296,3 millones de euros; a India, a 1.1471,8 millones de euros; a Vietnam, a 6.007,3 millones de euros; a Camboya, 3.629,7 millones de euros, y a Pakistán, a 3.573,4 millones de euros.

 

En el caso de España, las importaciones procedentes de Sri Lanka se han elevado un 46% entre 2011 y 2016, hasta 71,9 millones de euros. Sin embargo, de la misma manera que ocurre en Europa, el país se posiciona a la cola del resto de polos productivos en Asia. El año pasado, el 22% de las compras españolas en textil de Sri Lanka fueron de íntimo.

 

Ahora, bajo el régimen GSP, la Unión Europea dará arancel cero al 66% de las importaciones procedentes del país asiático, entre las que se encuentran las diferentes categorías del sector textil y de la confección. La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, aseguró la semana pasada que esta medida representa una oportunidad para el país para desarrollar su economía con mayor rapidez, además de crear mejor empleo para los ciudadanos, avanzar en derechos humanos y hacerlo de manera sostenible.