Entorno

Sourcing keys (VIII): Marruecos, socio ‘low cost’ en proximidad

La cercanía es la principal ventaja de este hub productivo de la moda, desde el cual, en una media de tres días, un contenedor puede llegar del puerto de Casablanca a los de Valencia o Barcelona a un precio de entre 300 euros y 600 euros. 

S. Riera

17 jul 2017 - 04:35

El aprovisionamiento se ha convertido en uno de los pilares estratégicos para el negocio de la moda. Saber dónde, cómo y cuándo producir son cuestiones decisivas para el devenir de las empresas del sector. Modaes.es aborda las claves en las políticas de compras de las compañías y pone el acento en definir los principales hubs del sourcing y en los núcleos productivos de las materias primas. Bajo el título de Sourcing Keys, se irá trazando durante varias semanas una radiografía exhaustiva de los principales ejes geográficos en los que se concentran los distintos procesos manufactureros de la cadena de valor de la moda.

 

 

 

 

Marruecos, el hub low cost más cercano. La proximidad es la principal baza a favor que tiene el textil marroquí en su relación con el retail español y del sur de Europa, junto con la capacidad de los puertos de Casablanca y Tánger. Inditex, Mango, Cortefiel, El Corte Inglés o Mayoral tienen en Marruecos algunos de sus principales polos de aprovisionamiento.

 

La imposición del fast fashion como modelo predominante en el negocio de la moda ha devuelto a la industria marroquí su protagonismo en el nuevo mapa global del aprovisionamiento para los grupos europeos de distribución. El sector vuelve a recuperar músculo después de sufrir un fuerte adelgazamiento con la liberalización del comercio textil global y la posterior crisis financiera y de consumo.

 

Unos costes laborales bajos, con un salario mínimo en 210 euros mensuales, y unas buenas conexiones marítimas con los puertos del sur de Europa, han devuelto al país a los ránkings de los principales proveedores del sector. Respecto a las infraestructuras, el país cuenta con puertos internacionales como los de Casablanca y Tánger, desde los que llegar a Valencia o Barcelona en una media de tres días con un coste por contenedor de entre 300 euros y 600 euros.

 

Además, la Unión Europea y Marruecos han sellado varios acuerdos de libre comercio, sobre todo en el ámbito de los bienes de consumo, que otorgan al país africano casi el mismo trato que el resto de los Estados miembros.

 

 

La industria marroquí del textil y de la confección emplea a más de 160.000 trabajadores y el objetivo que se ha marcado el actual equipo de Gobierno del país es elevar la cifra hasta 500.000 personas en 2020. En este sentido, el Ejecutivo quiere que la manufactura del sector llegue a generar el 23% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020 mientras que ahora representa el 14%.

 

El sector genera un tercio del empleo industrial de Marruecos, copa un 5% de la producción industrial y un 5% de su cifra de negocios, mientras que sus exportaciones representan el 24% del total de las ventas de bienes del país. En los últimos años, el país ha puesto el acento en el denim y en los textiles técnicos con la creación de dos clústers específicos para acentuar el desarrollo de estos dos subsectores.

 

El sector tiene una capacidad productiva de mil millones de piezas anuales y un tejido empresarial formado por 1.100 compañías que generaron exportaciones por valor de 34.222 millones de dirhams (3.015 millones de euros) en 2016, un 8,8% más que un año atrás, según datos de la patronal local del sector, Amith (en sus siglas en francés).

 

España es el principal destino de las exportaciones marroquíes del sector, donde concentra la mitad de sus ventas exteriores. En 2016, el país exportó al mercado español artículos textiles y de moda por valor de 18.491 millones de dírhams (1.629 millones de euros), un 20,5% más que el año anterior. Francia y Reino Unido son su segundo y tercer mercado, con ventas de 7.326 millones de euros y 1.715 millones de euros en 2016.

 

 

En el último año, el textil y la confección marroquí han disparado su relación comercial con Portugal, uno de los principales hubs productivos de Europa. Las ventas del sector marroquí al mercado luso se han catapultado un 31,1% en 2016, hasta 1.222 millones de euros.

 

Marruecos es el séptimo proveedor español de artículos de moda, por detrás de Turquía y Portugal, que en las últimas décadas han estado siempre un paso por delante suyo. Las compras españolas de textiles, ropa, calzados y accesorios representan un 5,6% del total de las importaciones del país correspondientes a este sector, según datos del Instituto Español de Comercio Español (Icex). No obstante, las prendas confeccionadas de vestir representan casi la totalidad de las ventas de Marruecos a España.

 

El mercado español de hecho es el principal socio de la industria marroquí del textil y la confección, ya que concentra cerca de la mitad de las ventas marroquíes de productos de moda a Europa.

 

El país mantiene una relación estratégica con el mercado español, pero su protagonismo se diluye con el resto de socios de la Unión, donde ocupa un modesto puesto 25 entre los principales proveedores de la región, por detrás de los países asiáticos, Portugal, la Europa del Este y Turquía. Las importaciones del conjunto de la Unión Europea de textil, confección, complementos y accesorios de moda ascendieron en 2016 a 2.757 millones de euros.

 

La principal desventaja de Marruecos continúa siendo su fuerte dependencia de las importaciones de materia prima. A diferencia de otros hubs productivos, como Turquía o incluso Portugal, la industria marroquí de la confección acusa la falta de eslabones en la cadena de valor del textil de cabecera. Este vacío le obliga a trabajar con stocks de materia prima y, en ocasiones, puede retrasar o frenar pedidos.