Entorno

Sourcing Keys (VII): Portugal, el socio industrial del retail español

La industria portuguesa del textil y la confección ha sido un aliado para el desarrollo de las marcas españolas de moda, y en la actualidad es el partner productivo para grandes enseñas europeas y estadounidenses.

S. Riera

10 jul 2017 - 04:56

El aprovisionamiento se ha convertido en uno de los pilares estratégicos para el negocio de la moda. Saber dónde, cómo y cuándo producir son cuestiones decisivas para el devenir de las empresas del sector. Modaes.es aborda las claves en las políticas de compras de las compañías y pone el acento en definir los principales hubs del sourcing y en los núcleos productivos de las materias primas. Bajo el título de Sourcing Keys, se irá trazando durante varias semanas una radiografía exhaustiva de los principales ejes geográficos en los que se concentran los distintos procesos manufactureros de la cadena de valor de la moda.

 

 

España es retail y Portugal, industria. En las últimas décadas, el mercado español ha ido arrojando marcas de moda mientras que el portugués, con un mercado interno de poco más de diez millones de habitantes, optó por apostar por su tejido manufacturero de textil y confección. Las enseñas españolas de reciente creación encontraron en la industria lusa su aliado para el suministro. En la actualidad, el nexo se mantiene y un tercio de las exportaciones portuguesas del sector continúan teniendo a España como destino.

 

La industria textil y de la confección de Portugal empezó a ganar de nuevo músculo productivo en 2010 después de sufrir dos duros baches: la liberalización del comercio textil en 2005 (cuatro años después de la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio) y la crisis económico-financiera de 2008, que tuvo un fuerte impacto en el consumo, sobre todo en los mercados occidentales. Sin embargo, la imposición del fast fashion como sistema predominante en el negocio de la moda volvió a cambiar las reglas del juego y la redefinición de las redes de aprovisionamiento.

 

 

Y en este nuevo escenario, la cercanía ha vuelto a jugar un papel estratégico y ha dado de nuevo alas a regiones industriales como Portugal, pero también al norte de África y a la Europa del Este. La industria portuguesa trata de desmarcarse del resto con una fuerte inversión tecnológica y en busca de marcas del segmento premium y lujo.

 

La industria textil y de la confección se concentra en la Región Norte de Portugal, en la zona fronteriza con Galicia. En concreto, se ubica en las regiones de Ave, Cávado y Tâmega e Sousa, mientras que el calzado está aún más concentrado en las localidades de Felgueiras, Guimaraes, Santa Maria da Feira, Oliveira da Azeméis y Sao Joao da Madeira.

Sólo en esta región se concentra el 87% del volumen de negocio y el 85% del empleo de la industria textil y de la confección del país. El otro epicentro, la región centro del país, reúne el 11% de la facturación y el 12% de los puestos de trabajo.

 

 

La industria lusa en cifras

La industria portuguesa del textil y la confección está formada por 5.600 empresas que emplean 134.000 trabajadores, producen por valor de 6.200 millones de euros y generan un volumen de negocio de 7.300 millones de euros, de los cuales 5.055 millones de euros son de exportaciones.

 

Se trata de uno de los sectores estratégicos de la economía nacional, ya que representan cerca del 10% de las exportaciones del país, el 19% del empleo de la industria manufacturera y el 18% de la cifra de negocio de la industria. Es uno de los pocos sectores industriales en Portugal con una balanza comercial positiva con un saldo superior a mil millones de euros.

La confección de prendas exteriores representa la principal actividad de la industria lusa del sector con el 38% de todo el volumen de negocio. Le sigue de lejos la tejeduría, con el 9% de la facturación total; la confección de otros artículos textiles, como el textil hogar, que agrupa el 7% de las ventas, y los acabados textiles, que reúne otro 7%. 

 

La Unión Europea es el principal mercado de destino de las exportaciones portuguesas de textil y de confección. Un tercio de todas las ventas del sector luso se dirigen sólo a España, el equivalente a 1.605,4 millones de euros en 2015. En total, las exportaciones lusas de tejidos y prendas confeccionadas ascendieron a 4.836,3 millones de euros, de los cuales el 82,3% se quedó en los países comunitarios y sólo el 17,7% fue fuera de la Unión Europea. Este último grupo de países está liderado por Estados Unidos, donde el sector genera el 5,9% de sus ventas internacionales.

 

En cuanto a las importaciones, el peso de España en la industria del textil y la confección es aún mayor. Cerca del 40% de las compras de artículos textiles y prendas confeccionadas de Portugal tienen como origen España, que en 2015, alcanzaron 1.463,3 millones de euros. En total, las importaciones del sector del país ascendieron hasta un total de 3.795,5 millones de euros.

 

Portugal es el treceavo mayor exportador mundial de calzado y el quinto mayor europeo en zapato de piel. El calzado portugués también se ha volcado en los mercados internacionales hasta el punto que exporta el 95% de su producción anual a 152 países. En sólo siete años, las ventas exteriores del sector han pasado de 1.200 millones de euros al año a rozar los 2.000 millones de euros después de encadenar siete años consecutivos de crecimiento. En 2016, Portugal exportó 81.600 millones de pares de zapatos, un 3,2% más que un año atrás.

 

El calzado ha ido captando en los últimos siete años el fenómeno del retorno de la producción en cercanía para marcas y retailers europeos. Entre 2010 y 2016, el número de empresas del sector creció un 18,3%, hasta 2.818 sociedades. La plantilla conjunta, por su parte, engordó en este periodo un 20,3%, hasta 48.225 trabajadores.