Entorno

Sourcing Keys (XXI): Etiopía, el último polo ‘low cost’

El país africano ha pisado el acelerador para convertirse en el próximo Bangladesh y ha logrado hacerse un hueco en las redes globales de aprovisionamiento. En este despegue ha contribuido la apuesta en firme de H&M por este territorio.

S. Riera

9 oct 2017 - 04:37

El aprovisionamiento se ha convertido en uno de los pilares estratégicos para el negocio de la moda. Saber dónde, cómo y cuándo producir son cuestiones decisivas para el devenir de las empresas del sector. Modaes.es aborda las claves en las políticas de compras de las compañías y pone el acento en definir los principales hubs del sourcing y en los núcleos productivos de las materias primas. Bajo el título de Sourcing Keys, se irá trazando durante varias semanas una radiografía exhaustiva de los principales ejes geográficos en los que se concentran los distintos procesos manufactureros de la cadena de valor de la moda.

 

 

Soucing Keys (XXI): Etiopía, el último polo ‘low cost’


 

Etiopía, el último en llegar. Tres años después de que el Gobierno del país apostara de manera clara por impulsar el sector textil, Etiopía se ha hecho ya un hueco entre los principales polos mundiales del aprovisionamiento low cost de moda. El primer gran grupo de moda que apostó por el país fue H&M, que inició operaciones en 2014. El grupo sueco de distribución de moda optó incluso por constituir joint ventures con fabricantes locales para formar a los trabajadores y preparar a los ejecutivos de las factorías.

 

Los orígenes de la industria textil en Etiopía se remontan a 1939 y, en la actualidad, acoge los procesos de hilado, tejido, acabado textiles y confección, entre otros. Las fábricas presentes hoy en el territorio producen tejidos de lana, algodón y nylon, hilos de acrílico y algodón, hilo de coser y prendas confeccionadas, entre otros.

 

Con 96,6 millones de ciudadanos, Etiopía es el segundo país más poblado del África Subsahariana, superado sólo por Nigeria. En los últimos años, la economía del país ha crecido una media del 11% anual, apoyándose sobre todo en la agricultura, que genera aún el 46% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. El plan de industrialización del país tiene como fin dar respuesta al crecimiento demográfico, que espera duplicar en 2030.

 

 

El país africano ha hecho del textil uno de sus grandes pilares de crecimiento económico. Para 2025, el Gobierno etíope espera que las exportaciones textiles del país alcancen 30.000 millones de dólares. Las expectativas de futuro del Ejecutivo son optimistas si se tiene en cuenta que, en 2016, las ventas exteriores del sector alcanzaron 115 millones de dólares, un 56% más que el año anterior. A principios de año, el Gobierno del país puso en marcha un plan para dinamizar precisamente las exportaciones de textil y prendas de vestir.

 

La industria textil y de la confección ha sido la principal apuesta industrial del Ejecutivo etíope, que en 2010 trazó un plan económico para impulsar el crecimiento del país. Hace siete años, Etiopía inició su desarrollo en base a la agricultura para más adelante decantarse por la confección de prendas.

 

Los planes económicos del país pasan por erigirse como el principal hub de aprovisionamiento textil en África en ocho años, siguiendo los pasos de otros países, como Vietnam o Bangladesh. Para reforzar la industria de la confección de prendas en el país, se trabaja también en mejorar las plantaciones algodoneras y desarrollar el resto de eslabones de la cadena de valor. Actualmente, la producción de algodón del país suministra el 40% de la demanda industrial local. Entre las ventajas del sector están los bajos costes de la energía y del agua.

 

 

Se calcula que la actividad exportadora del textil genera en la actualidad cerca de 37.000 empleos en el país. Hoy, el sector en el país cuenta con unas 130 fábricas, de las cuales 37 son de propiedad extranjera, y sus exportaciones representan el 6% del conjunto de la economía local. En los últimos cinco años ya se ha percibido un aumento de las exportaciones textiles del país. En 2014-2015, Etiopía exportó hilados, tejidos y prendas por 160 millones de dólares mientras que en 2010-2011 eran sesenta millones de dólares.

 

La Unión Europea es el principal destino de los artículos textiles producidos en el país subsahariano, sin embargo no es su cliente directo. Junto a H&M, también cuentan con oficinas en el país Primark y Tesco. El grupo sueco de distribución de moda, por ejemplo, optó incluso por constituir joint ventures (empresas conjuntas) con fabricantes locales para formar a los trabajadores y preparar a los ejecutivos de las factorías.

 

Sin embargo, pese al despegue de Etiopía como hub textil, las importaciones europeas de artículos de moda procedentes del país asiático han caído un 23,4% en los últimos cinco años, pasando de 65,6 millones de euros en 2011 a 50,2 millones de euros en 2016.

 

Quienes están capitaneando las inversiones en territorio etíope son los grupos textiles de China, Bangladesh, Turquía o India, proveedores de las grandes compañías internacionales de distribución. Algunos de los que están presentes en el país son Jiangsu Lianfa, de China; Arvind, de India, o Ayka, de Turquía.

 

 

Etiopía cuenta ya con varios parques industriales, como Bole Lemi I, en las afueras de Adís Abeba, o Hawassa, que supuso una inversión de 250 millones de dólares y contempla generar 60.000 puestos de trabajo. Ahora, dos constructoras chinas han invertido 221,2 millones de dólares para poner en marcha dos parques industriales dedicadas al textil y la confección en Adías Abeba y Jimma.

 

El grupo Cgcoc construirá el parque Bole Lemi II, una extensión del ya existente Bole Lemi I, en el sur de Adías Abeba. El proyecto supondrá una inversión de 3.500 millones de birrs (147 millones de dólares), la mayor parte de los cuales se financiará con un préstamo del Banco Mundial. Por otro lado, la constructora Cccc construirá un segundo parque en la región Oromia de Jimma, que supondrá una inversión de 1.500 birrs (63 millones de dólares).

 

Además, el Gobierno etíope ya ha comenzado a trabajar con gigantes del sector como PVH para impulsar nuevos parques industriales, como el puesto en marcha en Hawassa, que supuso una inversión de 250 millones de dólares y generará 60.000 puestos de trabajo.

 

 

Según la última edición del informe World Investment Report, elaborado por Naciones Unidas, Etiopía lideró la inversión extranjera en el sector textil y de la confección en 2016. En total, la industria etíope del sector recibió a lo largo del año pasado una inyección de 636 millones de dólares. El país africano sólo fue superado por Vietnam, que atrajo 2.700 millones de dólares ante las expectativas que generó la firma del acuerdo de libre comercio TPP para la región Pacífico, de la que después salió Estados Unidos.

 

En Etiopía, la principal inversión estuvo protagonizada por el grupo chino Jiangsu Shunshine, que invirtió 350 millones de dólares en plantas que crearán 3.000 puestos de trabajo en el sector textil. La también china Indochine International, por su parte, desembolsó 138 millones de dólares en el sector de la confección.

 

Una de las primeras operaciones fue la apertura en 2010 de Ayka Addis, filial de la turca Ayka Textile, que supuso una inversión de 120 millones de euros. El grupo bengalí DBL, por su parte, ha invertido cien millones de dólares en una fábrica textil y de confección, que prevé poner en marcha el próximo febrero con una plantilla de 150.000 trabajadores.