Entorno

Solemnidad y autoafirmación de la industria en la firma del convenio del textil

C. De Angelis

31 jul 2015 - 04:53

Solemnidad y autoafirmación de la industria en la firma del convenio del textil

 

 

La histórica sede de la Asociación Textil Sedera, en pleno centro de Barcelona, se convirtió ayer en lugar de pompa y autoafirmación de la industria textil española. La sala noble del emblemático inmueble, en la que se leen gravados en madera los nombres de dirigentes patronales del siglo XVI, fue elegida por patronales y sindicatos de la industria textil y de la confección para la firma del nuevo convenio del sector, con vigencia de 2015 a 2017.

 

El pasado junio, patronales y sindicatos sellaron el preacuerdo del convenio textil firmado ayer, cuyas conversaciones habían comenzado en diciembre.La cuestión salarial, una de las más controvertidas, quedó fijada en 2015 en dos tramos de subidas, del 0,5% en la primera mitad del año y del 0,7% en la segunda; para 2016, se acordó un alza del 0,9%, y para 2017, del 1,3%.

 

Junto con los incrementos salariales, ambas partes acordaron medidas como que las empresas puedan rebajar a catorce días el periodo de vacaciones continuas en el caso de que se acrediten necesidades especiales de producción, además de los contratos fijos-discontinuos y la equiparación entre jornada reducida y completa.

 

Una treintena de dirigentes patronales y sindicales participaron en el acto de firma, que portavoces de los dos lados de la mesa convirtieron en una ocasión para reivindicar el papel económico de la industria, y en particular del textil, en un momento dulce para el sector. “La colaboración nos ha permitido mantener un sector que tiene más futuro que pasado, cuando hace unos años parecía que sólo tenía pasado”, apuntó Antonio Deusa, secretario general de la Federación de Industria de UGT.

 

El presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), Alejandro Laquidain, destacó la buena sintonía y el “espíritu de trabajo” en la negociación del convenio, y apuntó que es “el momento” de recuperar el Observatorio de la Industria Textil, iniciativa que dejó caer el actual Gobierno como espacio de puesta en común entre administración, patronales y sindicatos. “Hay que hacer valer el peso de la industria textil”, señaló Laquidain.

 

Palmadas en las espalda, enhorabuenas y apretones de manos, deseando a unos y a otros unas felices vacaciones, fueron muestras de distensión en torno a un convenio que, en su última negociación (en el acuerdo de 2014), llevó a la ruptura del CIE y a la configuración de un nuevo mapa patronal, más fragmentado, en la industria española de la moda.

 

El presidente de la Federación de Empresas de Confección (Fedecon), Ángel Asensio (una de las entidades que salieron del CIE en 2014), también se mostró, en declaraciones a Modaes.es, partidario de recuperar el Observatorio del Textil. Asensio ahondó asimismo en la necesidad de “seguir trabajando” para recuperar parte de la producción deslocalizada a otros países y de “adaptar” el convenio a las necesidades de cada subsector.

 

Para Agustín Marco, que ejerció de portavoz del sindicato CCOO, la suscripción de un convenio a tres años vista abre “una etapa de tres años de sosiego en el sector” en unos años “clave para el país”, ya que se debe “poner en valor la industria y no volver a caer en el error de apostar por lo especulativo”.

 

Joan Canals, presidente de la Asociación Española del Género de Punto (Aegp), fue el gran ausente en la firma. “No debía sentirse cómodo”, apuntaron algunas fuentes del textil de cabecera, la otra parte en la ya enterrada guerra del CIE. Durante el acto, Deusa hizo al respecto de este enfrentamiento entre patronales una referencia poco velada: "no podemos poner en peligro al sector por las diferencias de ninguna de las partes". Y se felicitó: "nos hemos quitado los sinsabores del anterior convenio".