Entorno

Rusia deja atrás la ‘estepa’ económica y encara otro mandato de Putin con la moda en ‘stand by’

El país, con más de 140 millones de habitantes y que abarca un territorio 32 veces mayor al de España, celebra este domingo la primera vuelta de las presidenciales con el actual mandatario como principal ganador en los sondeos.

Lorenzo Molina

16 mar 2018 - 04:57

Rusia deja atrás la ‘ventisca’ económica y encara otro mandato de Putin con la moda en ‘stand by’

 

 

Rusia saca de nuevo las urnas. El país, uno de los mercados donde la moda española se ha mantenido en stand by en los últimos años, celebra este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales con Vladimir Putin, el actual mandatario, como gran favorito en los sondeos. De materializarse una victoria con mayoría absoluta, el dirigente político se mantendría en el poder hasta 2024 en el décimo cuarto mayor cliente de la moda española en el extranjero.

 

De los siete candidatos que disputarán a Putin la presidencia, hay tres que cuentan con un mayor apoyo. Pavel Grudinin, el dirigente del Partido Comunista, sería el segundo más votado en las elecciones de este domingo, según el Vciom, el equivalente ruso al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Otro contrincante de Putin es Vladimir Zhirinovsky, presidencial del ultranacionalista y conservador Partido Liberal Democrático de Rusia (Ldpr).

 

Ksenia Sobchak, periodista y ex presentadora de televisión, está al frente de Iniciativa Cívica, con una agenda liberal que apoya, por ejemplo, los derechos de la comunidad Lgtb. Los sondeos públicos, no obstante, no vaticinan que ninguno de estos tres candidatos obtenga más del 10% de los votos.

 

 

 

 

Cuando Putin asumió el poder por primera vez en el 2000, la subida registrada por el precio del petróleo en los años posteriores provocó un boom de la economía nacional, sacando a millones de rusos de la pobreza y ampliando las clases medias gracias también al mayor gasto en sanidad del Kremlin, que ayudó a revertir la tendencia a la baja en la esperanza de vida.

 

Este aumento de los estándares de vida entre la población beneficia enormemente a Putin frente a otros candidatos. Sin embargo, el doble golpe asestado a la economía rusa en 2014 por la caída del precio del crudo y las sanciones económicas impuestas por Occidente por la anexión de Crimea provocó que el Producto Interior Bruto (PIB) del país retrocediese un 2,8% en 2015 y otro 0,2% en 2016.

 

Las sanciones por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos, estas últimas aún en vigor, restringieron drásticamente el acceso al capital foráneo y la tecnología, mientras que la devaluación del rublo, la moneda rusa, encareció las importaciones de bienes y los viajes al extranjero por parte de los turistas rusos.

 

 

 

 

Coincidiendo con la crisis económica rusa, compañías españolas e internacionales de moda se replegaron en el país. Entre ellas estuvo Desigual, que cerró todas sus tiendas en el mercado ruso tras romper con su socio local para operar exclusivamente en el canal multimarca. El titán holandés C&A también abandonó el país, mientras que Adidas redujo su red comercial con el cierre de 160 tiendas.

 

Inditex, por su parte, mantuvo inalterada su apuesta por el país durante la desaceleración económica. Rusia lideró la expansión del gigante gallego en 2016, con un total de 56 aperturas en este mercado, seguido de cerca por China y México.

 

En el futuro, los analistas coinciden en que la economía rusa no crecerá a los ritmos galopantes de principios del nuevo milenio, y se aleje de las tasas estimadas para el resto de naciones del denominado grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). En 2017, el Producto Interior Bruto (PIB) de Rusia se elevó un 1,7%, según estimaciones del Banco Mundial. Las estimaciones del organismo para los próximos años auguran un crecimiento estable, del 1,7% en 2018 y del 1,8% tanto en 2019 como en 2020.

 

 

 

 

El pasado febrero, la agencia de rating Standard&Poor’s sacó la deuda rusa de la categoría de bono basura, algo que no sucedía desde 2015. Pese a ello, el déficit de inversión acumulado en los últimos años y una esfera de negocios dominada por las empresas estatales continúan siendo un obstáculo para que la economía rusa abandone su dependencia del petróleo y otros recursos naturales.

 

En los últimos meses, el sector español ha reemprendido su apuesta por el mercado ruso, aunque a un ritmo más sosegado. Tras testar el canal multimarca en el país, Adolfo Domínguez ha abierto su primera tienda en el mercado ruso este año, ubicada en el centro comercial Afimall City de Moscú. El próximo mayo, el grupo gallego realizará una segunda apertura, también en la capital rusa.

 

Uterqüe, la cadena más joven de Inditex, también agrandó su retail en el mercado ruso. El pasado otoño, la empresa, que cuenta con una decena de puntos de venta en el país, subió la persiana de una nueva tienda en Tyopli Stan, uno de los distritos administrativos de Moscú.

 

 

 

 

Las exportaciones de moda española al país también han recuperado tirón. En 2017, el sector vendió al mercado ruso mercancías por valor de 433,8 millones de euros, un 22,7% más que en el año anterior, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex). El dato contrasta con la evolución de las exportaciones en 2016 y 2015, cuando cayeron un 1,48% y 8,73%, respectivamente.

 

Para mantener el ritmo de crecimiento del PIB, el Kremlin prevé recortar el presupuesto en defensa y destinar esos fondos a carreteras e infraestructuras, según Bloomberg. En un discurso reciente, Putin prometió que el PIB per cápita del país, de 22.534 euros en la actualidad según CIA Factbook, crecerá un 50% hasta mediados de la próxima década. No obstante, el propio banco central ruso señaló hace poco que, sin reformas económicas de calado, la mayor alza posible sería del 2%, situando el PIB per cápita rusa en un valor que rondaría la mitad de la media global.