Entorno

¿Quién es la clase ‘pudiente’ china?

S. García

3 dic 2012 - 04:48

China está en boca de todos. Gracias a su importante crecimiento en los últimos años, el país asiático se ha convertido en uno de los mercados de consumo con más potencial en todo el mundo. Existen multitud de informes que describen y retratan a los consumidores chinos: desde los más desfavorecidos, que ascienden ahora en algunos casos hasta la clase media, hasta los multimillonarios propietarios de holdings empresariales. Pero, ¿qué pasa con el segmento de población que está en medio de estos dos? ¿Qué es la conocida como clase pudiente china? ¿Qué compran? Y, sobre todo, ¿qué buscan cuando lo hacen?

 

Son más ricos que la clase media pero no tan adinerados como los multimillonarios y su actitud y hábitos de compra no tienen nada que ver con los del resto de consumidores. Según el informe The Dynamics of China’s Next Consumption Engine. The age of the affluent, realizado por Boston Consulting Group (BCG), este segmento de consumidores está formado por 120 millones de personas con un poder adquisitivo que asciende a 590.000 millones de dólares.

 

El documento destaca que, en los próximos tres años, China se convertirá en el segundo mayor mercado de consumo del mundo, adelantado a Japón y sólo por detrás de Estados Unidos. Esta escalada en el ránking se producirá, en gran parte, gracias a la clase pudiente china, que copará casi la mitad del crecimiento del consumo.

 

En 2020, este segmento de población estará formado por 280 millones de personas (el 30% de la población urbana del país) con un poder de compra de 3,1 billones de dólares.

 

La definida por BCG como clase pudiente china tiene unos gustos particulares y, gracias a su ella, categorías de productos como los automóviles, los viajes internacionales y los productos de lujo personal están entre las que crecerán de forma más importante en China en los próximos años.

 

En lo que a comportamiento de compra se refiere, la clase pudiente tiene varios objetivos a la hora de adquirir artículos. El primero de ellos es encontrar gratificación emocional al realizar la compra. El cliente de este segmento necesita sentirse realizado una vez ha adquirido el producto, ya que tiene una actitud de predisposición total por las compras, por lo que no quiere que se le defraude.

 

Además, este segmento de la población busca un reconocimiento de status por lo que compran y por lo que poseen. Al ir creciendo su capacidad de adquirir artículos más caros y de mayor valor, el consumidor pudiente quiere que se le reconozca y se celebre ese poder.

 

De algún modo, el cliente de este segmento da por hecho que el tener y poder comprar productos de mayor valor le da una mayor sofisticación, que también busca en el momento de hacerse con el artículo.

 

El contar con más poder adquisitivo no es sinónimo de tener más tiempo, por lo que otro de los hábitos de consumo de este tipo de clientes es el de pagar más por conveniencia. No tienen tiempo de prestar atención a ofertas, por lo que prefieren comprar más caro pero tener el producto antes y sin perder tiempo.

 

Aunque la clase pudiente tenga menos tiempo y no preste atención a las ofertas, además de contar con más disponibilidad de dinero para gastar, no es un segmento de consumidores sin preocupaciones. Este tipo de clientes todavía compara marcas y precios antes de comprar y se preocupa por adquirir el mejor producto posible y el que suponga una inversión más inteligente.

 

Muchos de ellos ven sus decisiones de gasto a través del prisma del retorno de la inversión, por lo que sectores como el del lujo, en los que muchos productos ganan en valor con los años, se ven beneficiados con este tipo de comportamiento.