Entorno

Pugna comercial, tensión geopolítca y fibras ‘eco’: las materias primas acentúan su volatilidad

El mercado global del algodón y del poliéster ha estado marcado en los últimos doce meses por los vaivenes del conflicto comercial entre China y Estados Unidos y la aplicación inesperada de nuevas tasas arancelarias.

Silvia Riera

7 ago 2019 - 05:00

Pugna comercial, tensión geopolítca y fibras ‘eco’: las materias primas acentúan su volatilidad

 

El mercado global de las materias primas textiles acentúa su volatilidad. La pugna comercial entre China y Estados Unidos y las tensiones geopolíticas en torno al precio del petróleo suman dosis extra de incertidumbre en los precios de los dos principales materiales de los que se nutre la industria de la moda: el algodón y el poliéster. 

 

A principios de julio, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) acordó extender los recortes al suministro petrolero hasta marzo de 2020 con miras a apuntalar el precio del crudo en un contexto de debilitamiento de la economía global y un incremento de la oferta en el mercado. Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos ha intensificado su producción, llegando a superar a Rusia y Arabia Saudí.

 

Pero en el mercado del petróleo puede suceder cualquier cosa en los próximos meses, ya que en él se encuentran países enfrentados de por sí, como Estados Unidos (que no forma parte de la Opep), Arabia Saudí, Rusia, Venezuela e Irán. Cualquier gesto en falso podría derivar en un encarecimiento o un abaratamiento de los precios. 

 

 

 

 

Por el momento, los síntomas de desaceleración económica global son los que marcan el paso y, por ahora, presionan a la baja el precio del crudo, la materia prima del poliéster, la fibra estrella de la industria de la moda.

 

El algodón, por su parte, está en el ojo del huracán de las tensiones comerciales entre dos de sus principales actores: China, el principal consumidor y segundo mayor productor de esta materia prima, y Estados Unidos, su principal exportador. De hecho, la guerra comercial que mantienen ha dado de lleno en sus intercambios en el mercado del algodón con la aplicación de tasas arancelarias que un año atrás no existían.

 

Sin embargo, el precio del algodón está por el momento esquivando este escenario ante un incremento del consumo en otras economías emergentes de Asia y, sobre todo, de la producción. A cierre de la campaña en curso, el pasado 31 de julio, se estima que la producción se situó en 25,7 millones de toneladas y que el consumo ascienda a 26,7 millones de toneladas, según el informa del Comité Consultivo Internacional del Algodón (Icac, por sus siglas en inglés) publicado en julio. 

 

 

 

 

No obstante, las previsiones pasan por continuar incrementando los stocks, sobre todo fuera de China. El gigante asiático, que en la campaña 2014-2015 llegó a acumular en sus reservas nacionales hasta 14,1 millones de toneladas, finalizó la última temporada 2018-2019 con 8,2 millones de toneladas. En cambio, el resto de países, sumaban 8,8 millones de toneladas hace cuatro campañas, mientras que en esta última acumularon 10,5 millones.

 

En este contexto, los precios del algodón han continuado a la baja, situándose en torno a los 76 centavos de dólar por libra. Por otro lado, se espera que contribuya también a mantener los precios a la baja el nuevo programa de subsidios al cultivo puesto en marcha por la Administración Trump durante el segundo trimestre de 2019 con un presupuesto de 16 millones de dólares.

 

También empieza a entrar en juego en el mercado global de las fibras textiles la nueva oleada de la sostenibilidad y la llegada de una nueva generación de materiales al mercado. Por el momento, su peso en él es circunstancial, pero se espera que vaya en aumento. 

 

El algodón orgánico y el de la plataforma Better Cotton Initiative (BCI) escapan a los precios y tensiones del mercado global. En cuanto a las fibras sintéticas (las derivadas del petróleo), empiezan a ganar protagonismo las que tienen el origen en botellas PET recicladas o en otros desechos plásticos.