Entorno

Observatorio de la moda: Moda y sostenibilidad

C. De Angelis

12 abr 2016 - 04:44

Observatorio de la moda: Moda y sostenibilidad

 

 

“La responsabilidad social corporativa se inicia como algo vinculado a la reputación de las empresas, pero poco a poco se convierte en algo más, en un objetivo”. Con estas palabras abrió Isidor Boix, responsable de Responsabilidad Social Empresarial en la Secretaría de Internacional de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, la última edición del ciclo de encuentros del Observatorio de la Moda en España, en la que se abordó una discusión de importancia creciente en el negocio de la moda: la sostenibilidad.

 

Con una amplia experiencia internacional en las tareas de control y mejora de las condiciones laborales de los polos productivos de la industria de la moda en países en desarrollo, Boix apuntó que “no hay normas eficaces” para garantizar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores y que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “no tiene capacidad ejecutiva”. Por ello, a juicio del dirigente sindical, “la RSC tiene una particular importancia”.

 

Observatorio de la moda: Moda y sostenibilidad

 

Nancy Villanueva, directora general de Interbrand en España, subrayó la relevancia creciente de la sostenibilidad, que “desde el punto de vista de la marca se está demandando por todas las audiencias: el cliente, el proveedor y el propio empleado”. Por su parte, Pablo Bascones, director del área de Servicios de Sostenibilidad y RSC de PwC, señaló que calidad, precio y moda todavía son los primeros criterios de elección de los consumidores al comprar una prenda, pero “sí se nota un cambio en las encuestas, en las que se empieza a ver que, a igual calidad-precio, la sostenibilidad tiene importancia”.

 

Para Boix, “las empresas se mueven por intereses lógicos”, por lo que “habrá que ver si el modelo de moda rápida va a seguir o si va a haber un cambio en el modelo de consumo”. Por su parte, Ignacio Sierra, director general corporativo de Grupo Cortefiel, afirmó que una marca “es una promesa de confianza con el consumidor” y sostuvo que muchas marcas españolas de moda “hemos sido pioneras” en torno a la sostenibilidad, “sobre todo por no defraudar esta confianza”.

 

Jon Curutchet, director de RSC y aprovisionamiento de Skunkfunk, aseveró que la sostenibilidad “es más un objetivo que una meta alcanzable; es un proceso”. “En nuestro caso queremos ser más sostenibles porque es nuestra forma de entender la marca, no por el impacto en las ventas”, añadió. Jaime Sevilla, fundador de Peseta, señaló que en su caso “si crecemos no queremos llevar la producción fuera de España; no queremos entrar en el modelo de negocio de otras marcas, no es nuestra liga”.

 

 

España vs. Europa 

María Almazán, fundadora de Latitude, opinó que “en España la respuesta ante el reto de la sostenibilidad viene de las marcas, fuera viene del consumidor; en cuanto a consumo, España va más lenta”.

 

“La internacionalización hace que debas elevar tu estándar al de tu cliente más exigente: la apuesta de las marcas españolas es vender en todo el mundo y te fijas en el umbral más alto”, apuntó Sierra. En cambio, Javier Lorenzo, fundador de We Don’t Kill Animals, lamentó que “ni el regulador ni el consumidor final empujan” en favor de la sostenibilidad.

 

 

 

 

 

 

Gema Gómez, fundadora de Slow Fashion Next, apuntó que los países del norte de Europa “llevan la delantera: quieren posicionarse como pioneros en moda sostenible”. Gómez alertó asimismo de que la sostenibilidad no es “elegible” y auguró que la masa crítica de consumidores preocupados por ello va a ir en aumento. “La sostenibilidad también es sensatez”, agregó.

 

Bascones opinó que “cada vez más la sostenibilidad tiene un componente estratégico” para las empresas. “Empezó dependiendo del departamento de márketing y ahora está en gestión de riesgos; pero falta trabajar en la generación de valor y oportunidad”.

 

Curutchet introdujo en el debate la sostenibilidad en el punto de venta. “Debe haber coherencia en la comunicación al cliente, y no es lo más complicado a mejorar en comparación con la cadena de suministro”, afirmó. En este sentido, Sierra subrayó que los cambios en iluminación y eficiencia energética han generado un círculo virtuoso, con la mejora de la sostenibilidad, por un lado, y el ahorro económico, por otro.

 

 

 

 

 

José Salcedo, jefe de ventas de la división de iluminación interior de Simon, destacó la mejora en términos de eficiencia energética y ahorro de los sistemas de iluminación led. “Las empresas de moda son hoy conscientes de que una iluminación adecuada no tiene sólo una función en la venta y en la experiencia del cliente, sino también en la sostenibilidad”, constató.

 

 

Moda, en el foco 

¿La moda está más a menudo en el foco de las críticas en torno a la sostenibilidad que otros sectores económicos? Para el directivo de PwC, la moda no es el sector más “castigado” por las campañas de ONGs y similares, si bien “tiene el componente emotivo de la accesibilidad que no tienen otros sectores”, dijo.

 

Sierra agregó que la moda tiene una alta visibilidad a ojos del consumidor, ya que “la marca está muy ligada con el producto”. Coincidió en ello la directora de Interbrand en España, que constató que, en moda, “el papel de la marca es de los más importantes”.