Entorno

Nuevo marco laboral del textil: cambios débiles para una negociación dura

S. Riera

12 jun 2015 - 04:59

Negociaciones duras para cambios débiles. La dureza que adquirieron las negociaciones del nuevo convenio laboral de la industria textil y de la confección, sobre todo en su tramo final, contrastan con el calado de las novedades que se han incorporado. Tras superar el escollo del pacto económico, el resto de los acuerdos fueron sobre detalles. A pesar de ellos, patronal y sindicatos se muestran satisfechos con el preacuerdo alcanzado ayer.

 

“El nuevo convenio no ha dejado descontento a nadie y, por tanto, creo que es válido para los próximos tres años”, ha explicado Alejando Laquidain, presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), a Modaes.es. “Creo que da tranquilidad en un momento en el que la industria debe recuperarse ahora que parece que todo va a mejor”, apunta.

 

“No es un convenio con muchas mejoras, pero creo que beneficia a todas las partes y creo que es bueno para los trabajadores”, ha asegurado la secretaria general para el textil en UGT, Paula Alvés.

La plataforma patronal, formada por el CIE junto con la Federación de Empresas Españolas de la Confección (Fedecon) y la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp), presentó una propuesta muy ambiciosa que proponía que no hubiera alza salarial para 2015 y que vinculaba la subida de 2016 a la evolución de la economía. Las tres agrupaciones también planteaban ligar la revisión salarial a la productividad de las empresas.

 

Pero el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (Aenc) que se alcanzó en mayo cambió el escenario. A nivel nacional, Ceoe, Cepyme, CCOO y UGT pactaron un alza de hasta el 1% en 2015. En las negociaciones del nuevo convenio textil, la parte empresarial se vio obligada a ceder en este ámbito y elevar su propuesta inicial.

 

De hecho, la subida salarial pactada en el preacuerdo (del 0,5% para la primera mitad del 2015 y del 0,7% para la segunda mitad) es superior a la del año anterior, que fue del 0,4%. Para los próximos dos años, el índice se incrementa aún más, hasta el 0,9% para 2016 y el 1,3% para el 2017.

Por otro lado, el punto de partida de la plataforma patronal en la revisión salarial era condicionarla a los resultados y a la marcha de cada una de las empresas. Al final, la revisión salarial se ha mantenido igual que en los anteriores convenios.

 

La flexibilidad, uno de los caballos de batalla de las empresas del sector, sobre todo las de producto acabado, ha quedado prácticamente igual. Las organizaciones empresariales han logrado que el periodo ininterrumpido de vacaciones pueda ser de catorce días, siempre que lo apruebe el comité de empresa. No obstante, continuará vigente la fórmula de los 21 días seguidos.

 

Otras cuestiones en las que se ha alcanzado un acuerdo entre ambas partes sin dificultad ha sido el ajuste en la jornada partida en cinco horas y ampliar los permisos médicos para el acompañamiento a familiares.

 

Otro de los puntos calientes de esta negociación, que era la propuesta de las patronales de eliminar el concepto de antigüedad no queda recogido en él, aunque se abre la puerta a poder estudiarlo. La parte empresarial considera que la antigüedad debería condicionarse a la capacidad de un empleado o a su rendimiento y no al tiempo que lleve ocupando un puesto.

 

Una vez firmado el preacuerdo, el convenio enfila su fase final, que consiste en el redactado definitivo del texto por parte de los técnicos. Se calcula que en un par de semanas concluya el redactado y se proceda a la firma oficial del documento.