Entorno

Myanmar gana atractivo como polo productivo tras catapultar sus ventas de prendas a España un 50% en 2015

Iria P. Gestal

18 mar 2016 - 04:57

Myanmar gana terreno como polo productivo para la moda. La antigua Birmania, que el pasado martes nombró como presidente a un civil por primera vez en más de cincuenta años, está recogiendo los frutos de sus esfuerzos por convertirse en un nuevo enclave para el aprovisionamiento en Asia. En el último año, las compras de prendas de vestir a Myanamar desde Europa se han casi duplicado, y desde España se han disparado un 50%.

 

Precisamente su mayor apertura democrática (el país celebró el pasado noviembre sus primeras elecciones libres en un cuarto de siglo) es uno de los factores que ha permitido a Myanmar encontrar su lugar en el mapa de la aprovisionamiento, al garantizarle unas mejores relaciones comerciales con Occidente de las que contaba durante la dictadura.

 

Aunque en los años noventa la actividad textil en Myanmar registró un fuerte impulso, a la par que otros países del Sudeste Asiático, a partir de 2003 el país estuvo prácticamente aislado comercialmente por las presiones de Estados Unidos y la Unión Europea ante el endurecimiento de la dictadura que gobernaba desde mediados de los sesenta. Desde que inició su transición en 2012, el país ha retomado su apertura comercial y ha apostado por la confección para impulsar su desarrollo económico.

 

Desde abril de 2013, Myanmar se beneficia, además, de un arancel cero para sus ventas a la Unión Europea, tras entrar en el Sistema General de Preferencias (GSP, en sus siglas en inglés) a través del programa Everything but arms.

 

Con el impulso de estas ventajas para el comercio, Myanmar no para de escalar posiciones entre los mayores proveedores de la Unión Europea. Aunque continúa lejos de países como China, Bangladesh, Pakistán, Vietnam o Camboya, que ocupan los primeros puestos de la tabla, Myanmar fue uno de los países que más incrementó sus ventas de prendas de vestir al continente durante el pasado año.

 

En particular, las importaciones del sector al mercado birmano ascendieron a 413,66 millones de euros, lo que supone casi el doble que el año anterior, cuando las compras al país se situaron en 232,74 millones de euros. A comienzos de este año, la Unión Europea anunció que inyectará 2,8 millones en la industria de la confección del país, en el marco de la segunda fase del programa europeo Smart para el desarrollo de una industria local más competitiva y afín a los estándares internacionales en materia social, laboral y medioambiental.

 

En el caso de España, Myanmar ha escalado dos puestos entre los cincuenta mayores proveedores del sector, hasta situarse en el número 22, por detrás de Sri Lanka y por delante de Bulgaria. Las importaciones de ropa a Birmania ascendieron a 60,53 millones de euros, un 57,4% más que el año anterior y su mayor alza en la última década.

 

De hecho, las compras a Myanmar acumulaban dos años cayendo a doble dígito cuando, en 2013, comenzaron a subir. Después de alzarse un 18,7% en 2013, dieron un nuevo impulso en 2014, con una subida del 29,7%.

 

Tras la caída de las sanciones en 2012, también Estados Unidos comenzó a apoyar a la industria de la confección en Myanmar. Los Ejecutivos de ambos países han comenzado a trabajar de manera conjunta para impulsar mejoras en las condiciones laborales y en una estrategia energética para el desarrollo de una nueva industria textil en el país.

 

Gap ha sido una de las primeras compañías en empezar a producir en Myanmar, pero otros retailers internacionales ya están comenzando a dar los primeros pasos para seguir el camino de la estadounidense. Por el momento, el único grupo español que externaliza parte de su producción en el país es Cortefiel

 

Por otro lado, el país fijó por primera vez un salario mínimo, que se situó en 3.600 kyats (2,8 euros) diarios, coincidiendo con el acuerdo de colaboración entre el Gobierno del país y los de Estados Unidos, Japón y Dinamarca para impulsar un proyecto conjunto (Iniciativa para la reforma de la normativa laboral) para mejorar los derechos laborales en la región.

 

En lo que se refiere a aspectos macroeconómicos, el futuro de Myanmar también se presenta halagüeño. El país es, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la tercera economía del mundo que más crecerá durante este año, con un alza del 8,40% y uno de los dieciséis mercados que, según la agencia de inteligencia Stratfor, tomará el relevo de China como el motor del crecimiento mundial.