Entorno

Sourcing Keys (XVII): México, la ‘maquila’ de la moda de Estados Unidos

La industria de la moda mexicana se desarrolla al calor de la gran distribución estadounidense. En la actualidad, casi la totalidad de sus exportaciones de ropa del país azteca tienen como destino Estados Unidos.

S. Riera

18 sep 2017 - 04:04

El aprovisionamiento se ha convertido en uno de los pilares estratégicos para el negocio de la moda. Saber dónde, cómo y cuándo producir son cuestiones decisivas para el devenir de las empresas del sector. Modaes.es aborda las claves en las políticas de compras de las compañías y pone el acento en definir los principales hubs del sourcing y en los núcleos productivos de las materias primas. Bajo el título de Sourcing Keys, se irá trazando durante varias semanas una radiografía exhaustiva de los principales ejes geográficos en los que se concentran los distintos procesos manufactureros de la cadena de valor de la moda.

 

México (XVII): la ‘maquila’ de la moda de Estados Unidos

 

México es la fábrica low cost de la moda estadounidense. Sobre la mesa, el país tiene ahora la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) a petición del presidente Donald Trump. Las conversaciones avanzan a trompicones y a golpe de polémica, sobre un contexto de fuerte tensión con el nuevo Gobierno estadounidense y su empeño en la promesa electoral de construir un muro entre ambos países.

 

La preocupación de la industria de la moda mexicana por cómo finalice este conflicto es elevada, sobre todo porque el 94,5% de sus exportaciones tiene como destino Estados Unidos. La industria de la confección facturó en 2015 un total de 78.216 millones de pesos (3.708,4 millones de euros). El sector generó entonces el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. La fabricación de prendas en México emplea a 316.571 trabajadores, el 6,7% del total de la mano de obra manufacturera del país.

 

Se trata de un sector muy intensivo en mano de obra, con experiencia productiva y exportadora muy especializada en productos básicos, ya que muy pocas empresas han avanzado en diseño. En la confección hay un gran número de pequeñas y medianas empresas.

 

 

El 5,1% restante de sus ventas internacionales tiene como destino los países del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), Canadá y el resto del mundo. En cuanto a las importaciones, el 14,7% de las compras tiene como origen el mercado estadounidense; el 5,8% Vietnam, y el 78,1%, el resto del mundo.

 

Por su parte, la facturación de la industria textil en México ascendió en 2015 a 43.221 millones de pesos (2.049,2 millones de euros), un 12,1% más que en el año anterior, y ocupó a 120.894 trabajadores de media, el 2,6% del empleo manufacturero. Su peso en el PIB del país es del 1,4%. Se trata de una industria intensiva en maquinaria y equipos, con poca flexibilidad para producir tejidos para la confección de prendas por la falta de inversión en equipos.

 

Estados Unidos es su principal socio comercial, tanto para las exportaciones como para las importaciones. El 61% de las ventas exteriores del sector textil mexicano tienen como destino Estados Unidos, que a su vez es el principal proveedor del sector. Canadá es su siguiente mayor socio.

 

 

En la mesa de negociación

Las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos parecen ir al margen de las tiranteces políticas. El pasado junio, empresarios mexicanos y estadounidenses de varios sectores económicos pusieron en marcha el US-Mexico Economic Council para fortalecer sus vínculos. Esta nueva institución quiere apoyar los objetivos pactados en el Tlcan.

 

Uno de los temas que está sobre la mesa en la renegociación del Tlcan es la normativa de origen. Estados Unidos exige la triple transformación industrial para determinar el origen de los productos y, en consecuencia, otorgar a las importaciones las partidas arancelarias correspondientes. En el textil, del mismo modo que ocurre con otras industrias, como la automoción, es difícil que tres procesos industriales se hayan realizado en un mismo lugar.

 

 

En el caso de la moda, la triple transformación implica que hilatura, tejeduría y confección, por ejemplo, se hayan efectuado en México para que una prenda que tenga como destino Estados Unidos se beneficie del arancel cero. No obstante, en muchas ocasiones, hay mercancía asiática que se transforma en México para entrar en el mercado mexicano beneficiándose de su posición como miembro del Tlcan.

 

Sin embargo, México continúa siendo uno de los países latinoamericanos con mayores tasas arancelarias sobre las importaciones con miras a proteger la industria local. De hecho, este año, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha instado al Gobierno del país a reducir los aranceles de 165 categorías de prendas de vestir y de calzado.

 

Regiones como Hong Kong han mostrado en el seno del organismo internacional que México retrasa recortes que debería haber efectuado en 2013. Desde el Gobierno mexicano, por su parte, aseguraron entonces que hasta 2019 no prevén realizar modificaciones sobre los aranceles del textil y el calzado. Camisetas deportivas, corbatas, sujetadores, guantes, sudaderas y pantalones, entre otros, cuentan actualmente con aranceles de entre el 25% y el 30%, según su composición. 

 

Por otro lado, mientras avanza la política proteccionista de la Administración Trump, la Unión Europea estrecha lazos comerciales y México es uno de los países con los que ha abierto negociaciones.

 

 

Competitividad

En la actualidad, México está a las puertas de aplicar una nueva reforma laboral orientada a proteger los derechos de sus trabajadores. Una de estas medidas contempla que el sistema de justicia laboral ya no esté directamente controlado por el presidente de México ni por los sindicatos, sino que sea vigilado por expertos, que realicen un seguimiento de los convenios colectivos de manera imparcial, transparente y eficiente.

 

De la misma manera que ha ocurrido en otros polos low cost del aprovisionamiento, los gigantes de la distribución de moda se han aliado para pedir mejoras en el sistema laboral mexicano. Algunas de estas compañías son Inditex, Nike, Adidas, Puma, Under Armour, C&A o VF Corporation, entre otras.

 

 

En lo que va de año, la industria mexicana de la confección ha ido destruyendo empleo. Según los últimos datos disponibles referentes a mayo, el número de trabajadores en la fabricación de prendas de vestir se redujo un 1,8% respecto al mismo mes del año anterior. Con esta caída, la mano de obra en el sector acumula ya cinco meses consecutivos de retrocesos.

 

Según últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de México, la producción de la industria de la confección marcó en abril una caída del 13% respecto el mismo mes del año anterior. Todas las categorías de la industria de la moda contrajeron su evolución, con descensos del 16% en los productos textiles y del 7,5, en las fornituras.

 

En cuanto a los salarios, los trabajadores en la industria de China cobran ya más que los de México. Según un estudio de Euromonitor International publicado a principios de 2017, el salario medio en la industria china se ha triplicado en los últimos once años mientras que en el resto del mundo apenas ha variado. En el caso de México, los sueldos en la industria descendieron entre 2005 y 2016, pasando de 2,20 dólares por hora trabajada a 2,10 dólares.