Entorno

Materias primas, divisas e inflación: qué se juega la moda en la guerra en Ucrania

Rusia es el décimo tercer mayor destino para la moda española en el exterior, y aunque las tiendas siguen abiertas, los camiones no llegan. La guerra echa además más leña a la inflación y pone cortapisas a la recuperación.

Iria P. Gestal

25 feb 2022 - 05:00

Materias primas, divisas e inflación: qué se juega la moda en la guerra en Ucrania

 

 

Un aprovisionamiento más caro, dificultades en el transporte y un consumidor con menor poder adquisitivo. Los efectos de la guerra de Ucrania en el negocio de la moda se extienden mucho más allá de las fronteras del país, donde los gigantes ya han cerrado todas sus tiendas, y de Rusia, donde los camiones no llegan. El conflicto bélico amenaza con truncar la recuperación que apenas acababa de comenzar tras dos años de pandemia.

 

El primer golpe, el más evidente, es el impacto directo sobre el comercio en Ucrania y los países cercanos. Mientras en Ucrania ha cerrado ya prácticamente todo el comercio y los hombres mayores de edad han sido llamados a filas, en Rusia, el décimo tercer mayor mercado para la moda española en el exterior, la entrada de mercancía se ha bloqueado.

 

A los problemas en el transporte (a primeras horas de la mañana había colas de camiones en la frontera) se suman las limitaciones al movimiento de capitales, lo que dificulta las relaciones comerciales con Rusia.

 

Algunas marcas han cerrado también tiendas en la vecina Bielorrusia y han puesto Polonia, el sexto mayor destino de la moda española en el exterior, bajo observación, a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos.

 

 

 

 

En 2021, España exportó a Ucrania prendas de vestir y calzado por valor de 45,8 millones de euros, más que antes de la pandemia, según los últimos datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. A Rusia, las exportaciones de ropa y calzado ascendieron a 419,3 millones de euros el año pasado, mientras que a Polonia rozaron los 1.195 millones de euros.

 

La otra derivada inmediata es la escalada de los precios de la energía: el 25% del petróleo que importa Europa y el 40% del gas proceden de Rusia (en el caso de España, el gas procede de Argelia).

 

Tras la invasión de Ucrania, el gas natural se disparó un 60%, hasta rozar los 125 euros por megavatio hora, y fue acelerando su escalada conforme avanzaba el día, y el petróleo superó la barrera de los cien euros por primera vez desde 2014.

 

“Esta subida redunda en todo: en todos los procesos industriales, en el transporte y en el poder adquisitivo de las familias, que tendrán que pagar más por la luz y el gas”, Antoni Cunyat, profesor de los estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

 

 

 

 

La industria textil y de la confección ya se vio fuertemente afectada el año pasado por la subida de precios de la energía, que terminó repercutiendo en sus clientes. Aquella subida, sumada a la escalada de precios del transporte, llevó al Índice de Precios al Consumo (IPC) del vestido y el calzado a alcanzar en enero su máximo desde 2003, con un alza del 3,7%.

 

La producción también podría encarecerse por la evolución de los mercados de divisas, muy sensibles a este tipo de conflictos. El euro se cambiaba a 1,1120 dólares a las cuatro de la tarde, frente a los 1,1308 de la jornada anterior, y el dólar también anotó una ligera caída.

 

Además, el conflicto motivará probablemente una subida generalizada de la cesta de la compra, lo que restará poder adquisitivo a los consumidores. Rusia es el principal proveedor de cereales del mundo y Ucrania, conocida como la cesta del pan de Europa, es también un importante productor de materias primas agrícolas como el trigo: el 26% de todo el trigo que importa la Unión Europea procede del país.

 

Un último factor es el potencial impacto en los precios de materias primas, que también alcanzaron máximos el año pasado. “Cuando hay incertidumbre, se buscan productos menos volátiles, valores más seguros, por lo que el dinero se desplaza al oro y el mercado de futuros”, señala Cunyat.

 

Aunque poco relevante para la moda española, Ucrania también alberga una creciente industria de la confección y el calzado, gracias a su acceso a los mercados de la Unión Europea y a su cercanía con Turquía. El país cuenta con más de 2.000 empresas de producción con 220.000 empleados, y exportó ropa y calzado por valor de 850 millones de dólares n 2019, según datos de la agencia pública Ukraine Invest. La misma web asegura que marcas como Adidas, Next, Marks&Spencer, Esprit o Benetton fabrican en el país.