Entorno

Más de 35.000 comercios se rebelan contra la liberalización de horarios en Madrid

Álex Montera. Madrid

8 may 2012 - 04:56

Los pequeños comerciantes se rebelan contra los planes de la Comunidad de Madrid de impulsar una liberalización absoluta de los horarios comerciales. Más de 35.000 comercios han decidido agrupar su malestar y han creado el Foro de Empresarios de Comercio Urbano (Fecur) para “plantarse” ante el proyecto de la presidenta Esperanza Aguirre.

 

Los empresarios (integrados por agrupaciones como Copyme o la Asociación de Comerciantes de Calzado) ponen en duda los beneficios que supondría la iniciativa (que permitiría abrir las 24 horas todos los días del año), critican no haber sido consultados previamente y consideran que es una medida “improvisada” porqué “sólo beneficiará a un parte de los establecimientos y acaba con un tejido productivo esencial para la sostenibilidad de las ciudades”.

 

Su rechazo se cierne sobre todo en el terreno de las cifras. El Fecur reclama al gobierno madrileño que demuestre cómo se van a crear los “20.500 puestos de trabajo” que pronostica generaría la liberalización de horarios. Los comerciantes critican que desde que se empezaron en 2006 a ampliar los límites de apertura los puntos de venta minoristas han registrado “pérdida de empleo, descenso del número de establecimientos y una importante reducción de las ventas”.

 

En este sentido, denuncian que ampliar sin límites los horarios comerciales empeorará aún más la situación del sector de los pequeños establecimientos (“muy afectado por el parón del consumo”) y mermará su situación económica: “No aportará nuevos ingresos ni nuevas demandas, ya que los consumidores no necesitan más horas para comprar sino recuperar la confianza”.

 

Y para justificar su rechazo recurren a las estadísticas. Los pequeños comerciantes aseguran que el cambio no es fruto de una demanda social. “Un hecho que lo constata el barómetro del CIS de abril de 2011, en el que se afirma que el 87% de los españoles se siente poco o nada perjudicado con los horarios comerciales actuales”, señalan. Tampoco creen que esté justificado a nivel laboral porque hay comunidades autónomas como Castilla-León, con una política de horarios comerciales más restrictiva, que han generado más empleo que Madrid.

 

Como si de una batalla se tratara consideran que la medida es una cuestión de ganadores y perdedores. Los pequeños comerciantes insisten en que ellos son los mayores perjudicados, mientras que en el otro lado de la balanza se sitúan los grandes establecimientos ubicados a las afueras de Madrid que serán los únicos con margen económico suficiente para poder abrir a cualquier hora.

 

“Para los comerciantes minoristas de barrio resulta imposible mantener este ritmo laboral. Una apertura total hará cambiar los hábitos de la demanda hacia los grandes y abandonar los pequeños establecimientos”, denuncia el Fecur que reclama en este sentido un plan de “protección especial” al gobierno regional. Habrá que ver qué les responde Aguirre.