Entorno

Manuel Díaz (CIE): “Tenemos que convencer a los grandes de la moda de que podemos ser unos socios solventes”

El nuevo presidente del CIE apuesta por poner en valor el sector textil ante las entidades públicas, pero también ante las empresas de moda.

C. De Angelis

21 jul 2016 - 04:55

Manuel Díaz (CIE): “Tenemos que convencer a los grandes de la moda de que podemos ser unos socios solventes”

 

Manuel Díaz de Marcos se pone al frente del Consejo Intertextil Español (CIE), la máxima patronal del sector textil en España. El directivo, con experiencia en el mundo de la empresa y en el sector patronal, toma el relevo de Alejandro Laquidain, que ha vivido uno de los mandatos más convulsos, con la ruptura de la entidad y la salida del punto y la confección. Díaz ha desarrollado toda su carrera profesional en Tavex y actualmente es asesor de empresas textiles y de otros sectores. El nuevo presidente del CIE reclama mayor atención para un sector tan “estratégico” como el textil. “Un sector como el textil, que hace marca país, debe ser un sector tractor y no andar recogiendo migajas”, señala.

 

 

Pregunta: ¿Cuáles serán sus objetivos como nuevo presidente del CIE?

Respuesta: Todavía es pronto. Es algo muy reciente y tampoco es que haya podido confeccionar un programa para los próximos dos años. De todos modos, el primero es afianzar al CIE como institución de referencia en el textil. Después de lo que sucedió hace un par de años con la salida de algunas de las asociaciones que lo integraban toca reafirmar el gran trabajo que ha hecho Alejandro Laquidain de mantener presencia del CIE en las instituciones estatales y europeas y trabajar para que haya mayor comunión entre los actores del sector. Esto no quiere decir buscar refundar el CIE ni intentar que instituciones que lo dejaron vuelvan, ni mucho menos, porque todos somos soberanos. Lo que me apetece es que el sector vaya más coordinado y que se puedan acometer acciones transversales.

 

P.: Y el sector, ¿qué retos tiene en estos dos años que vienen por delante?

R.: El textil es un sector complicado a nivel internacional. Ahora tenemos negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (Ttip), las negociaciones de la zona euromediterránea, y uno de los retos es que la opinión de los países del sur de Europa se escuche más. En el sur de Europa hay que trabajar por mantener una industria textil que creemos que es plenamente vigente y cada vez más necesaria. En cuanto al sector nacional, los retos pueden ser convencer a la administración de que la industria textil puede ser estratégica dentro de un plan de reindustrialización nacional. Tenemos que conseguir que nuestra industria se reafirme en su apuesta por la innovación, desarrollo de nuevos productos y su definitiva internacionalización. Innovación e internacionalización son mantras que repetimos desde hace veinte años pero toca culminar.

 

P.: ¿La administración es el único interlocutor?

R.: El otro gran reto es convencer a los grandes actores de que aprovisionarse en cercanía al menos en una parte mayor de lo que se está haciendo ahora es un gran negocio. Es importante que el sector tenga una posición en grandes actores de la moda mayor de la que tiene actualmente. Tenemos que convencer a los grandes de que podemos ser unos socios solventes.

 

P.: ¿Cuál sería, en su opinión, el papel ideal de las administraciones?

R.: Las administraciones deben ser facilitadoras. Subvenciones y ayudas directas… al final ninguna empresa lleva a cabo un proyecto por una pequeña ayuda que haya. Hay que crear un clima en que la administración sea aliada de nuestro sector. Hay que fomentar la presencia en ferias: que una pyme se pueda dar a conocer y no tenga miedo de salir a dos o tres ferias y que sepa que va a tener el apoyo de la administración para exponer sus productos en Múnich, en Milán o donde sea. No hablamos de que reciba una inyección en vena, si no que sintamos a la administración como algo más cercano. Que nos escuche. Ningún sector vive subvencionado. Hay otras asociaciones industriales que no paran de pedir ayudas, como que se subvencione la compra de vehículos; nosotros no, lo que queremos es que se cree una red. No queremos ser un sector que esté llorando por una subvención, si no presentar proyectos y que la administración nos acompañe. Un sector como el textil, que hace marca país, debe ser un sector tractor y no andar recogiendo migajas.

 

 

 

P.: ¿El textil está infrarrepresentado en la administración?

R.: Está bien representado y bien recibido, pero a la hora de ejecutar acciones hay una pereza importante. Llevamos bastante tiempo en que se han dejado de hacer cosas que hasta ahora se hacían. Hay pereza en la administración y también falta de recursos. No pedimos equiparación a otros sectores de mayor tamaño, sino que se nos trate como una industria que emplea a 130.000 personas y que da imagen en el exterior; otros países como Italia o Reino Unido han entendido han entendido que es un sector estratégico o a recuperar, según el caso.

 

P.: ¿Y cuál es hoy la imagen del sector ante el sector privado, de otras fases de la cadena de valor?

R.: Creo que sí nos perciben como un buen partner. Estamos valorados, pero el sector textil se merece más premio por el esfuerzo que está haciendo y la capacidad de adaptarse a los requerimientos y necesidades de las empresas. El sector ha sido fiel, ha sido capaz de asumir los retos, de hacer lo que se le ha pedido y ser un proveedor de primer nivel cuando se le ha requerido. Creo que tal vez se merece un poco más de mimo, pero también se lo tiene que ganar. Ha hecho méritos para ganárselo, pero debe seguir haciéndolo. Cada vez vamos a ser más necesarios.

 

P.: ¿La producción en proximidad es una quimera?

R.: No, ya está sucediendo. Llevamos muchos años siendo exquisitos en la repetición de series, en las series cortas, en trabajos de gestión milimétrica… las empresas han demostrado que son capaces. No se nos ha requerido para grandes tiradas, pero cuando ha tocado hacer colecciones a velocidad de escándalo la empresa española lo ha conseguido y con resultados muy satisfactorios.

 

 

 

 

P.: ¿Qué plantea en su mandato de cara a la negociación colectiva con los sindiatos?

R.: Partimos de una tesis o una idea que no me acaba de convencer y es que nos reunimos y hablamos cuando hay negociación del convenio. El diálogo debe ser conjunto. Siendo importante el convenio del sector, es un evento que tiene excesivo peso en las relaciones entre sindicatos y patronal. El contacto tiene que ser más habitual. Hay muchas cosas a tratar, muchas cosas a mejorar. Dentro de los objetivos va a estar tener una relación y unas conversaciones no sólo sobre el convenio.

 

P.: ¿Cómo plantea conseguirlo?

R.: No tengo claro cómo, pero este diálogo tiene que existir. Elementos como el Observatorio Textil o algo como un diagnóstico común del sector hay que recuperarlo. No sé cuál es la fórmula, pero me parecía un privilegio que partiéramos de una base común: un diagnóstico asumido por todos los agentes. Después podemos discrepar en la solución.

 

P.: En su mandato, entonces, va a primar la diplomacia, con los sindicatos y también con las entidades que abandonaron el CIE.
R.: 
Sí. Con los antiguos miembros del CIE y también con otros que no estaban en el CIE. No hay por qué tener telares para ser textilero. Hay unas cuentas puertas a las que tocar y muchas cosas que se pueden hacer de forma conjunta. Tenemos que ser más ambiciosos y abrir horizontes a otros muchos grupos con los que seguro que podemos hacer cosas.