Entorno

Los señores del algodón

Silvia Riera

14 jul 2014 - 04:49

 

 

Abril de 2011 fue un mal mes para la industria de la moda. El precio del algodón alcanzó su máximo histórico: 229,7 centavos por libra. Aquella escalada de precios, que empezó en julio de 2010, repercutió en la cuenta de resultados de todas las empresas de moda. El encarecimiento de esta materia prima, que es básica en el negocio de la moda, se trasladó a toda la cadena de valor de la industria textil hasta impactar en los costes de aprovisionamiento de los grupos de distribución. En el ejercicio de 2011, los márgenes de las compañías de moda se resintieron del alza del precio del algodón.

 

Después de aquel mal año, el valor de esta materia prima ha ido a la baja, aunque no ha vuelto a los índices de antes de 2010, cuando se mantenía por debajo de los 70 centavos la libra. Por suerte para la industria, el precio del algodón tampoco ha vuelto a traspasar la barrera de los cien centavos la libra y todo indica que, para la próxima temporada 2014-2015, que ha empezado en julio, los precios continuarán a la baja a pesar del aumento del consumo.

 

¿Quién dicta el precio del algodón? La demanda, el clima y las subvenciones a las plantaciones son tres elementos determinantes en la evolución de su precio, pero no los únicos. Junto a estos factores, existen otros señores del algodón, que son determinantes para presionar al alza o a la baja el precio del algodón.

 


1. China

China viró su estrategia sobre el algodón desde que la materia prima alcanzara su máximo histórico en 2011. El gigante asiático inició entonces una política de subvenciones a los agricultores locales y de engrose de las reservas nacionales. Entre 2011 y 2012, el Ejecutivo de Pekín multiplicó por diez las ayudas públicas al sector, al mismo tiempo que incrementó los aranceles a las importaciones y realizó compras directas para su stock. Estas acciones estaban orientadas a favorecer a los productores locales porque provocaron que los precios del algodón en China estuvieran por encima de los internacionales. A finales de 2013, el Gobierno de Pekín abandonó esta estrategia. China sólo fijará los precios del algodón para una de sus regiones productivas, Xinjiang, y paralizará la compra de esta materia prima para acumular en sus reservas. Por otro lado, el gigante asiático ha iniciado la subasta de parte de sus stocks. Los expertos consideran que estas acciones del Gobierno chino presionarán el precio del algodón a la baja porque frenarán las importaciones, sobre todo las procedentes de los principales países exportadores de algodón, como Estados Unidos.

 


2. Mercado de futuros

Una de las razones que explica la escalada del precio del algodón en 2011 es la entrada de hedge funds (fondos de inversión libre) e inversores swap (intercambio futuro de bienes) en el mercado de futuros y la práctica desaparición de inversores individuales. La inversión en futuros de commodities se ha transformado en los últimos años con el paso a Internet, ya que ha logrado muchísima más actividad que en décadas anteriores. El algodón se encuentra en un grupo de materias primas considerado como el que mejor resiste a los cambios económicos y una posible caída del crecimiento económico. Su marcador de referencia a nivel mundial es el Cotlook ‘A’ Index.

 


3. Icac

Icac son las siglas en inglés del Comité Consultivo Internacional del Algodón. De manera periódica, este órgano publica un informe sobre la evolución del mercado del algodón. Sus pautas tienen suficiente credibilidad para que administraciones e inversores tomen cartas en el asunto. Fundado en 1939 y con sede en Washington (EEUU), la función del Icac es dar información sobre el sector, a nivel de superficie cultivada, producción, comercio exterior y stocks. Son miembros del Icac los gobiernos de los principales países productores de algodón. Francia, Egipto, Brasil e India fueron los países impulsores de este órgano internacional.

 


4. Estados Unidos

Estados Unidos es el principal exportador mundial de algodón. También de manera periódica, el Departamento de Agricultura del Gobierno estadounidense publica un informe sobre la evolución del mercado y las previsiones de plantación, producción y comercialización mundial de algodón. Estos cálculos son también determinantes para la toma de decisiones de inversores y empresas. Por otro lado, el Ejecutivo de Barak Obama también subvenciona la plantación de algodón en el país, siendo todavía uno de los cultivos estratégicos de su agricultura.

 


5. La industria de la moda

El algodón tiene múltiples usos, pero uno de los que genera una mayor demanda es el de la industria de la moda. Las empresas del sector demandarán siempre esta materia prima, pero lo harán en mayor o menor medida según su precio y el del resto de fibras textiles. Dentro de las fibras naturales, el algodón es la más barata, así que, en caso de que su precio subiera, las compañías del sector lo sustituirían por fibras sintéticas y artificiales, como la viscosa o el poliéster. La lana continúa siendo la fibra más cara.

 


6. Empresas de transgénicos

La plantación del algodón es extensiva y, por tanto, requiere grandes superficies y mucha agua. Estas características convierten sus plantaciones en vulnerables a las plagas. Las semillas modificadas de algodón han sido bien acogidas por varios países, como China, India o Estados Unidos por su resistencia a las plagas más comunes, porque un descenso de la producción por malas cosechas podría encarecer el precio de esta materia prima. Bayer es una de las empresas que comercializa las semillas Bt, una de las variedades transgénicas más utilizadas.

 


7. Algodón orgánico

El algodón orgánico es la respuesta al transgénico. Parte de un concepto de agricultura diferente, orientado a pequeños terratenientes y a un cultivo sostenible, con un uso controlado de agua, de insecticidas y herbicidas. La falta de subvenciones hacia este tipo de cultivo y su dependencia a los precios globales de esta materia prima convierten a las plantaciones orgánicas en poco rentables. De hecho se produce la paradoja de que, en plena efervescencia por el uso del algodón orgánico, la superficie cultivada se reduce. Sin embargo, los gigantes de la moda cada vez lo demandan más.