Entorno

Los salarios del textil en la Europa del Este: de 114 euros en Moldavia a 392 euros en Eslovaquia

S. Riera

18 jun 2014 - 04:55

Europa del Este y Turquía potencian su actividad textil. Esta región, formada en buena medida por antiguas repúblicas soviéticas, trata de ganar terreno a países de producción en lejanía, como China, o a países más cercanos, como Marruecos, con sus bajos costes laborales como uno de sus principales atractivos. ¿Cuánto cobra un trabajador del textil en Macedonia, Moldavia, Ucrania o Croacia? Un informe de la ONG Ropa Limpia detalla cómo son las retribuciones medias en la industria textil de estos países.

 

Moldavia es el país con el salario medio más bajo en la industria textil de toda la región. Los obreros del textil en Moldavia cobran un sueldo mínimo de 114 euros, que se eleva hasta 126 euros mensuales en la industria del calzado. Moldavia es también, de todos los países de esta área, el que tiene un salario mínimo legal neto más bajo, de 71 euros mensuales.

 

Por el contrario, el país del Este en el que la industria textil ofrece un salario más elevado es Eslovaquia, donde un obrero del sector puede llegar a cobrar una media de 392 euros al mes. En el caso del calzado, el salario se eleva hasta los 470 euros mensuales. Ambos sueldos están por encima del sueldo medio legal del país, que se encuentra en 292 euros.

 

Georgia, Bulgaria y Ucrania son los siguientes países de la Europa del Este con los salarios más bajos en el textil. En Georgia, los trabajadores de la confección cobran una media de 132 euros. Por su parte, los obreros búlgaros del sector ganan una media de 141 euros al mes, dos euros por encima del salario mínimo legal, que se sitúa en 139 euros. En Ucrania, un obrero del textil gana 145 euros mensuales, un salario que está un 45% por encima de los 80 euros del sueldo mínimo del país.

 

En la franja baja salarial se encuentran también países como Macedonia y Bosnia-Herzegovina, con sueldos medios en el textil de 175 euros y 189 euros mensuales, respectivamente. En el caso del calzado, el salario medio en Macedonia se contrae hasta 159 euros al mes. A pesar de ello, en Macedonia, tanto el sueldo en el sector de la confección como en el del calzado están por encima del salario mínimo legal, que se sitúa en 111 euros. En el caso de Bosnia-Herzegovina, el sueldo mínimo legal coincide con el que se ofrece en el textil.

 

Los países con los salarios más elevados en la industria textil, además de Eslovaquia, son Turquía, Rumanía y Croacia. En Turquía, un trabajador del textil cobra una media de 251 euros al mes, la misma cantidad del salario mínimo del país. En el caso de Rumanía, el salario medio se sitúa en 234 euros para la confección y en 252 euros para el calzado. Ambos salarios están por encima del sueldo mínimo del país, de 133 euros al mes. Por último, en Croacia, el textil ofrece un sueldo medio de 378 euros mensuales, mientras que el salario mínimo del país es de 308 euros.

 

Para la elaboración del informe, Ropa Limpia ha estudiado los salarios y la situación de las trabajadoras del sector textil en centros de producción que trabajan para Zara, H&M, Hugo Boss, Adidas, Nike, Puma, Levi’s, Mango, Versace, Prada, Dolce&Gabbana o C&A, entre otros.

 

En los países estudiados, la industria textil emplea a 700.000 trabajadoras de manera oficial y a otras 350.000 obreras de manera no oficial, es decir, sin relación laboral formal y sin seguridad social, según la ONG. En Turquía, el textil cuenta con alrededor de 508.000 trabajadores registradas y cerca de 1,5 millones de personas trabajando de manera informal. La ONG calcula así que en esta región hay unos tres millones de trabajadores en el sector textil.

 

La principal actividad de la cadena de valor del textil en los países de la Europa del Este es la confección. Sin embargo, en Turquía, además de confeccionar prendas, se encuentran el resto de las fases de la cadena de suministro, desde la plantación de algodón a la producción de fibras e hilados, tejeduría y acabados.

 

El informe asegura que, a partir de la década de los noventa, las economías de estos países, muy debilitadas por el paso del socialismo al capitalismo, afrontaron un proceso de desindustrialización. La desaparición de la región del Comecón, que agrupaba a los países del bloque soviético, obligó a su industria a competir a nivel global. A finales de los noventa, el sector textil de esta región empezó a recibir pedidos y la producción se multiplicó. Desde la crisis de 2008, la actividad ha vuelto a disminuir.

 

Turquía ha sido el único país cuya industria textil ha mantenido un índice de producción estable durante estos últimos años de crisis financiera y de consumo en Europa. Los países del la Europa del Este, en cambio, han estado mucho más expuestos a las fluctuaciones de la demanda.

 

Los países del Este se benefician del programa europeo de comercio para el textil y la moda: Tráfico de Perfeccionamiento Pasivo (TPP) o sistema Lohn, que consiste en importar la materia prima para producir ropa, que después se exportará a los países europeos.

 

El estudio también constata que la mayoría de la mano de obra de la industria de la moda de esta región se compone de mujeres jóvenes, que en muchos casos no tienen más que la formación primaria y que han abandonado el campo para mudarse a las grandes ciudades en busca de oportunidades. El grueso de las mujeres que trabajan en el textil tienen entre cuarenta y cincuenta años y, muchas de ellas, cuentan con trayectorias de más de veinte años en el sector.