Entorno

Los nuevos ‘hubs’ productivos consolidan su liderazgo respaldados por el ‘colchón’ institucional

Las mejoras sociales y estructurales de la industria textil en Bangladesh, India y Camboya han impulsado las ventas exteriores de estos países.

Silvia Riera

12 ago 2016 - 05:00

Los nuevos ‘hubs’ productivos consolidan su liderazgo respaldados por el ‘colchón’ institucional

 

Compromiso institucional en los nuevos hubs del aprovisionamiento. En los últimos años, los Gobiernos de los países del sudeste asiático han favorecido el escenario para el desarrollo de la industria de la confección en su territorio. Los gigantes de la moda han presionado a su vez para acelerar las mejoras laborales, sociales y de seguridad. Lejos de reducir competitividad, las ayudas públicas a la industria en los nuevos hubs productivos han disparado sus ventas internacionales.

 

La moda española, por ejemplo, sigue frenando el ritmo de sus compras de prendas de vestir a China a la vez que lo intensifica en los demás países en lejanía, como Bangladesh, India y Camboya. En los cinco primeros meses de 2016, España incrementó sus importaciones de ropa de Bangladesh un 16,7% respecto al mismo periodo del año anterior; las de India, un 8,7%, y las de Camboya, un 48,3%. En todos estos países, sus Gobiernos trabajan para la creación de marcos laborales, sociales y medioambientales adecuados para el desarrollo de su industria textil.

 

 

Bangladesh, reconversión de su estructura fabril

El Gobierno de Bangladesh se ha volcado de lleno en la mejora de su estructura productiva en la industria de la fabricación de prendas desde el derrumbe del inmueble del Rana Plaza, que albergaba varios talleres de confección y que costó la vida a más de 1.200 personas. Desde entonces, el Ejecutivo del país ha colaborado con las agrupaciones empresariales que se crearon para la inspección de las fábricas textiles del país (Alliance for Bangladesh Worker Safety y The Bangladesh Accord on Fire and Building Safety).

 

 

 

 

En esta misma línea, Dacca firmó en 2013 el Pacto de Sostenibilidad con Washington y Bruselas. Las tres regiones acordaron un plan para mejorar la seguridad estructural y eléctrica de las fábricas de ropa del país asiático, así como la salud de los trabajadores. Al pacto, que cuenta con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se ha sumado recientemente Canadá.

 

La inversión internacional también se ha disparado. Estados Unidos se comprometió a aportar 22 millones de dólares (19,6 millones de euros) para dos líneas de crédito para mejorar la seguridad de la industria bengalí del textil. El Ejecutivo sueco aportó 45 millones de coronas suecas (4,7 millones de euros) para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y sus relaciones con la empresa. Holanda, por su parte, puso en macha, junto con el Banco Mundial, un centro tecnológico del textil para ayudar a las empresas a optimizar el consumo de recursos.

 

El Banco Mundial, por otro lado, otorgó un crédito de cincuenta millones de dólares (45.45 millones de euros) para mejorar la seguridad en las fábricas del país. A través de esta medida, se dio acceso a líneas de crédito en condiciones muy favorables a las fábricas que precisaran mejorar su seguridad.

 

 

 

El Ejecutivo bengalí, por su parte, aprobó una enmienda a la normativa laboral que obliga a las fábricas con menos de cincuenta empleados a tener un comité de seguridad y a establecer un fondo para accidentes laborales.

 

Bangladesh continúa ostentando la segunda posición en el ránking de los principales países productores de prendas de vestir del mundo. En los diez primeros meses del ejercicio fiscal 2015-2016, la industria textil del país ha exportado por valor de 22.636 millones de dólares (20.019 millones de euros). 

 

Para impulsar las ventas internacionales del sector, el banco central del país ha elevado el límite del fondo al desarrollo de las exportaciones en 20 millones de dólares (17,7 millones de euros). El aumento de este fondo se destina a financiar la actividad de las empresas para dotarles de liquidez.

 

 

India, empuje a las exportaciones

India ha situado el textil entre uno de sus sectores estratégicos a corto plazo. El Gobierno del país se ha comprometido a invertir un total de 800 millones de dólares (717,6 millones de euros) para impulsar las exportaciones de artículos textiles en los próximos tres años. El objetivo final es crear más de diez millones de puestos de trabajo en este sector.

 

 

 

 

En la actualidad, la industria textil en India genera una cifra de negocio de 40.000 millones de dólares (35.900 millones de euros), lo que convierte al país en el segundo mayor productor del mundo por detrás de China. La industria textil india es la sexta a nivel global en exportaciones de prendas de vestir, con un total de 17.100 millones de dólares (15.340 millones de euros).

 

Con la inversión gubernamental, los planes del Ejecutivo indio pasan por disparar las exportaciones textiles hasta 30.000 millones de dólares (26.910 millones de euros). El Gobierno contempla incentivar la creación de puestos de trabajo para llegar a emplear a 45 millones de personas, el 70% de los cuales son mujeres.

 

Según un estudio de The Boston Consulting Group para la Confederación India de la Industria (CII, en sus siglas en inglés), el sector aspira a alcanzar una cifra de negocio de 150.000 millones de dólares (133.000 millones de euros) y a crear cincuenta millones de puestos de trabajo hasta 2025, la mayoría de ellos de mujeres. El documento subraya que pueden alcanzar el objetivo si la actividad continúa desplazándose de China por el alza de los salarios y la fortaleza del yuan.

 

 

 

 

India ha puesto ya en marcha iniciativas como make in India para sofisticar su actividad manufacturera a través de elevar el valor, con el objetivo mejorar la calidad de la producción del país para atraer inversores y seducir a marcas de gama más alta. El proyecto pone el foco sobre 25 sectores prioritarios, entre los que se encuentra la industria textil y de confección.

 

Otra de los proyectos que están sobre la mesa es la creación de una universidad del textil, que se pondrá en marcha en la región del Gujarat, uno de los principales clústers productivos del sector en el país.

 

En paralelo, el sector se impulsará por el crecimiento del mercado interior indio. El país es el segundo país más poblado del mundo, por detrás de china, y su mercado de consumo está valorado en 52.000 millones de euros. Según las previsiones, podría alcanzar 126.000 millones de euros en 2021.

 

 

Camboya, mejoras laborales

El Gobierno camboyano espera contar con una nueva base salarial a partir del próximo enero de 2017 y ha vuelto a involucrar en las negociaciones a la patronal y a los representantes sindicales de la industria textil local. El Ejecutivo del país ve viable poder alcanzar un acuerdo con ambas partes para octubre.

 

 

 

En los últimos años, el salario mínimo en la industria de la confección de prendas y de la fabricación de calzado, principales actividades exportadoras del país, ha aumentado de manera considerable. En 2012, el sueldo mínimo de los trabajadores de Camboya se situaba en 66 dólares mensuales mientras que en la actualidad se encuentra en 140 dólares.

 

A finales de 2015, los trabajadores volvieron a convocar huelgas para reclamar una nueva alza salarial a las puertas de que entrara en vigor la última subida. Los trabajadores exigían entonces alcanzar los 148 dólares al mes.

 

El pasado abril, el Gobierno del país aprobó una nueva ley laboral, que establece cómo deben constituirse las formaciones sindicales, cómo deben actuar y cómo deben disolverse. Sin embargo, la nueva normativa no agradó a los sindicatos porque no introducía ningún cambio en materia laboral.

 

 

 

 

Camboya ha sido uno de los países donde los grandes grupos de la distribución de moda han hecho mayor presión para la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores del sector textil. Inditex, H&M, Primark, Esprit o C&A son algunos de los grupos implicados en una plataforma para alcanzar una negociación colectiva en el país, en el que también trabajan patronal y sindicatos del país.

 

La industria de la confección en Camboya es la principal actividad manufacturera en exportadora del país. Se calcula que el país tiene más de 700 fábricas de confección, que emplean alrededor de 700.000 trabajadores.