Entorno

Los inversores chinos, a la caza de fábricas textiles en Vietnam para sacar provecho del TPP

Modaes

8 ene 2016 - 12:55

Vietnam vive una oleada de compra-ventas en su industria textil. El país asiático, uno de los firmantes del acuerdo de libre comercio Trans Pacific Partnership Agreement (TPP) con Estados Unidos, ha observado un fuerte incremento de las compras de sus fábricas textiles por parte de inversores foráneos, sobre todo, procedentes de China.

 

El interés que ha despertado el sector por parte de inversores extranjeros ha hecho aflorar en la prensa del país un gran número de anuncios de venta de talleres textiles y de la confección, en muchos casos empresas de pequeño tamaño con dificultades para competir con las grandes fábricas del país. Otra de las características de estos pequeños negocios es que se encuentran en su mayoría en enclaves muy bien comunicados, en las ciudades de Hanoi y Ho Chi Minh o la provincia de Binh Duong.

 

Una fábrica en Binh Doung de 36.000 metros cuadrados de superficie se ha puesto a la venta por dos millones de dólares (1,85 millones de euros), según el diario local Vientamnet Bridge. El vicepresidente de la patronal vietnamita de textil y de confección (Vinatas, en sus siglas en inglés), Dang Phuong Dung, asegura que el movimiento corporativo era “previsible” porque, en la mayoría de los casos, son talleres con capacidad financiera y con experiencia y los inversores saben que este es el momento adecuado para invertir si se quiere aprovechar el tirón del TPP.

 

No obstante, Dung se muestra pesimista y preocupado por este movimiento, ya que considera que los beneficios del acuerdo de libre comercio no repercutirán en Vientam sino en los inversores extranjeros. De hecho, la inversión extranjera en la industria del país no es algo nuevo, sino que lleva asentada mucho tiempo, hasta el punto que el 70% de las exportaciones textiles del país son generadas por empresas de capital foráneo.

 

La compra de talleres está siendo también una vía de acceso al sector para los inversores extranjeros, en un momento en el que el Gobierno vietnamita ha restringido la puesta en marcha de nuevas fábricas del sector para frenar la contaminación al medio ambiente.