Entorno

La ‘sneaker’ española deja pasar el tren de la relocalización y estanca su producción

El valor de las importaciones de zapatillas deportivas en España se ha disparado un 62% desde 2014, primer año del boom de este producto en el país. Sin embargo, su fabricación en el mercado español se ha mantenido estable en torno al millón de pares desde entonces.

L. Molina

11 jul 2018 - 04:30

La ‘sneaker’ española deja pasar el tren de la relocalización y estanca su producción

 

 

A los fabricantes españoles se les escapa el boom de las sneakers. Mientras que las compras de de calzado deportivo al extranjero no han parado de crecer año tras año desde 2014, cuando despegó el fenómeno con más fuerza en el mercado español, el número de pares producidos en el país se ha estancado en torno al millón. Este freno se produce además en un momento en que el calzado español ha recuperado el pulso industrial aupado por el interés en la fabricación en cercanía.

 

En los últimos años, el apetito por las sneakers entre los clientes españoles ha provocado la proliferación de numerosas cadenas especializadas, como la alemana Snipes (propiedad de Deichmann) o la italiana AW-Lab (de Bata). Asimismo, centrales de compra nacionales como Base, Twinner y Forum Sports han lanzado nuevos conceptos de retail focalizados en la distribución de calzado deportivo para el consumidor urbano.

 

Sin embargo, a la luz de los datos arrojados por la última Encuesta Industrial Anual de Productos, divulgada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace tan sólo unos días, la industria española del calzado no está capitalizando la moda de las sneakers en el país, cuya producción se ha estancado desde 2014.

 

 

 

 

Ese año, el número de pares fabricados de zapatillas deportivas (con suelas de caucho o materiales plásticos para tenis, baloncesto y entrenamiento) se elevó un 17,9%, pasando de 895.171 pares a algo más de un millón. Sin embargo, el crecimiento se moderó notablemente en 2015, con un alza del 2,1%, mientras que la producción cayó un 4,8% en 2016.

 

En 2017, la producción de calzado deportivo en España volvió a tomar impulso, con un ascenso del 1,2%, hasta 1,04 millones de pares. El valor de los artículos fabricados se situó en 40,5 millones de euros, lo cual conllevó una subida del 8,6% respecto a los 37,3 millones de 2016.

 

La evolución de la producción de sneakers en el mercado español contrasta con el fuerte impulso de las importaciones, que no han parado de crecer a doble dígito desde 2014. Si en 2013 las compras del sector español al exterior ascendieron a 264,7 millones de euros, un año después ya se situaron en 376,8 millones, un 42% más, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex).

 

 

 

 

Aunque el ritmo de crecimiento se moderó en los años posteriores, el boom en la importación de sneakers no echó el freno. En 2015, las compras al extranjero se elevaron un 14% y, en 2016, volvieron a acelerar con un ascenso del 22,8%, hasta rebasar ligeramente los 527 millones. El año pasado, el sector español volvió a batir otro récord, importando calzado deportivo por valor de 609,8 millones de euros, un 15,6% más.

 

Bélgica y China figuran como los principales destinos de origen de compra de calzado deportivo. En el caso del primero, con importaciones de 143 millones de euros en 2017, su alta posición podría justificarse por la presencia a las afueras de Amberes del centro logístico europeo de Nike, desde el que se envían cientos de miles de productos al día al resto de países del continente.

 

China, por su parte, ha sido tradicionalmente uno de los mayores hubs productivos de moda y calzado para la moda internacional. Aunque en los últimos años otros países asiáticos con costes productivos más bajos han cobrado protagonismo, el gigante del continente se mantiene como el segundo mayor proveedor español de sneakers con compras de 90,8 millones de euros el año pasado, según datos del Icex.